Presidido por el cardenal Konrad Krajewski, Limosnero de Su Santidad, se celebró en la plaza de San Pedro, en una noche fría pero sin lluvia, el rosario por la salud del Papa Francisco, como "peregrinos de la Esperanza". Desde esa esperanza, el purpurado polaco invitó a rezar "juntos con toda la Iglesia por la salud del Santo Padre" y pedir a la Virgen, "Madre de la Iglesia", que "lo sostenga en este momento".
El Limosnero pontificio, que, en los anteriores pontificados, fue siempre un cargo de segunda categoría, alcanzó su máximo esplendor en el pontificado de Francisco, que no sólo nombró cardenal a su director, sino que, además, dotó a la Limosnería de un presupuesto mayor, para llevar a cabo en todo el mundo el ejercicio de la caridad del Papa.
Por eso, hemos visto en varias ocasiones en los últimos años, al cardenal Krajewski al lado de ambulancias destinadas a viajar a Ucrania o llevando consuelo a los propios ucranianos en nombre del Papa.
En primera fila, los cardenales Gambetti, Tolentino, Prevost, Sarah o Becciu.
"Hermanos y hermanas, peregrinos de la Esperanza, nos reunimos en oración para rezar el Santo Rosario y contemplar los misterios de la vida de Jesús con la mirada de la Santísima Virgen María. Recemos juntos con toda la Iglesia por la salud del Santo Padre Francisco. Que la Virgen María, Madre de la Iglesia, lo sostenga en este momento.
Contemplemos esta noche los misterios gloriosos, seguros de que Jesús Resucitado es nuestra esperanza", comenzó diciendo el Limosnero.