La ultraderecha eclesial, ante el 'caso Viganò', exige a Roma la excomunión de James Martin Viganò publica su decreto de excomunión, que le advierte que, en caso de contumacia, podría ser expulsado del estado clerical

Viganò, ex-nuncio en EEUU
Viganò, ex-nuncio en EEUU

El ex nuncio excomulgado tiene prohibido "celebrar la Misa y los demás sacramentos; recibir los sacramentos; administrar los sacramentales; y celebrar las demás ceremonias del culto litúrgico; tomar parte activa en las celebraciones mencionadas; ejercer cargos o ministerios o funciones eclesiásticas", así como realizar actos de gobierno

"Lo que se me atribuyó como culpa por mi condena ahora queda registrado, confirmando la fe católica que profeso plenamente", responde el cismático

Esta es la sentencia del 'caso Viganó'

Carlo Maria Viganò está excomulgado. Según la sentencia, que él mismo ha publicado íntegra en sus redes sociales, tiene prohibido "celebrar la Misa y los demás sacramentos; recibir los sacramentos; administrar los sacramentales; y celebrar las demás ceremonias del culto litúrgico; tomar parte activa en las celebraciones mencionadas; ejercer cargos o ministerios o funciones eclesiásticas", así como realizar actos de gobierno. Y se le advierte de que, en caso de contumacia en el escándalo, "puede ser castigado con otras penas, sin excluir la expulsión del estado clerical".

Al ex nuncio, visto lo visto, le importa poco su sanción, toda vez que su única publicación hasta la fecha, además de publicar íntegramente el documento , se limita a informar que recibió el texto "por correo electrónico hoy a las 13.14 hora italiana", y a confirmar que las razones para su condena son evidentes. "Lo que se me atribuyó como culpa por mi condena ahora queda registrado, confirmando la fe católica que profeso plenamente". y con una apelación bíblica: "Yo digo a mis hermanos: "Si calláis, gritarán las piedras" (Lc 19, 40)".

El documento original de Doctrina de la Fe publicado por el exnuncio excomulgado hace referencia a los sucesivos intentos para conversar con el prelado, que siempre ha dado el silencio por respuesta a los requerimientos de la Santa Sede. En el proceso ha contado con un abogado defensor, que no ha podido negar los cargos ni acreditar una enfermedad mental incapacitante de Viganò, aunque sí subrayar que decretara la excomunión de Viganò "sería un acto infructuoso y sólo serviría para enardecer a una opinión pública ya dividida".

Buena parte de esa opinión pública, o publicada, de la extrema derecha eclesial, ha optado por el silencio, pues el cisma es algo muy grave, incluso para los más rigoristas. Algunos, como el sacerdote argentino Javier Olivera Ravasi (por cierto, retuiteado por otros eclesiásticos españoles, como el páter Góngora), sin negar la gravedad de los hechos de Viganò, ha pedido la misa condena para el jesuita James Martin. 

"La Iglesia excomulga a Mons. Viganò, ex nuncio en USA. Le aplicaron la pena por el delito de cisma previsto en el Código de derecho canónico. También esa pena les cabe a los que persisten en la herejía. Sería bueno investigar a los que, como el P. James Martin, promueven herejías sodomíticas o escandalizan a los fieles mostrando a la Virgen María como pro lgbtq. Si no, algún malpensado podrá decir que se está mirando sólo una parte de la realidad..." perpetra Olivera en sus redes. El cisma los cría...

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