Una orden comprometida con una sociedad que busca sentido, belleza y justicia Frailes predicadores: 'Radiografía' de los dominicos en España
La dimensión internacional de la Orden de Predicadores se refleja en sus cifras globales: 5,151 frailes, 2,034 monjas, 17,000 hermanas apostólicas, 127,000 laicos dominicos y 2,000 jóvenes en todo el mundo. En España, son 394 frailes, además de 36 fraternidades laicales, 5 grupos de jóvenes, 16 congregaciones de vida apostólica y 51 monasterios de hermanas contemplativas
La Orden reafirma su compromiso con una sociedad que busca sentido, belleza y justicia. Los dominicos quieren seguir siendo una luz en medio del mundo, fieles al Evangelio y abiertos a las inquietudes del presente
La presencia de los Dominicos en España, articulada a través de la Provincia de Hispania y el Vicariato en España de la Provincia de Nuestra Señora del Rosario, representa un legado histórico y una renovada misión en el mundo contemporáneo. Con una tradición que remonta a su fundador, Santo Domingo de Guzmán, la Orden de Predicadores sigue desempeñando un papel crucial en la vida religiosa y social del país.
Una raíz castellana con proyección universal
El prior provincial de la Provincia de Hispania, Fr. Jesús Díaz Sariego, destaca la importancia de España como lugar de nacimiento de Santo Domingo: «La personalidad castellana de Domingo marcó, en cierto sentido, la espiritualidad de la Orden a lo largo de sus 8 siglos de existencia». España fue una de las primeras provincias de la Orden, testimonio de la vitalidad inicial del proyecto dominicano y su rápida expansión. Este legado histórico es el que los Dominicos buscan mantener y adaptar a las demandas actuales.
Díaz Sariego explica que «a lo largo de la historia hemos tenido en nuestro país momentos de mayor vitalidad y momentos más de mayor debilidad». Hoy, los Dominicos mantienen una presencia significativa en ámbitos diversos. En la educación, a través de la Fundación Educativa Santo Domingo, que gestiona 39 colegios. En el campo universitario, destacan las facultades de Teología de San Esteban en Salamanca, San Vicente Ferrer en Valencia y la Escuela de Teología en Internet. Además, su compromiso social se canaliza mediante la Fundación San Martín de Porres, la entidad Misioneros Dominicos – Selvas Amazónicas, el Observatorio de Derechos Humanos Samba Martine y la ONG Acción Verapaz. Estas dos últimas iniciativas se comparten con las diversas instituciones de Familia Dominicana en España.
Espacios como O_LUMEN, en Madrid, ilustran la capacidad de los Dominicos para adaptarse a los tiempos, creando «espacios de predicación y diálogo con el mundo por medio de las artes». La Orden también apuesta por la comunicación digital, reflejo de su compromiso con una predicación accesible y contemporánea, a través de la Oficina de Comunicación.
El Provincial explica también que los dominicos también acompañan con su predicación a las comunidades cristianas desde la pastoral parroquial y de santuarios marianos. «También nuestras iglesias de culto son espacios de predicación del Evangelio y en algunos casos centros de espiritualidad cristiana y dominicana».
A toda esta labor de la Provincia de Hispania hay que sumar la del Vicariato del Rosario, que aporta una dimensión misionera y reflexiva esencial a la vida de la Iglesia en España. Su identidad está profundamente ligada al apoyo de las misiones que la Orden de Predicadoresha asumido en el extranjero, destacando su compromiso con la evangelización más allá de las fronteras geográficas y culturales.
Retos en el horizonte
Fr. Jesús Díaz Sariego subraya los principales desafíos de los Dominicos en España:
La diversidad de la Familia Dominicana
La Familia Dominicana en España incluye:
Una misión global
La dimensión internacional de la Orden de Predicadores se refleja en sus cifras globales: 5,151 frailes, 2,034 monjas, 17,000 hermanas apostólicas, 127,000 laicos dominicos y 2,000 jóvenes en todo el mundo.
Compromiso con el presente y el futuro
Los Dominicos en España, fieles a su carisma de predicación, continúan siendo un puente entre la tradición y las nuevas demandas sociales, culturales y espirituales. Desde sus misiones centradas en el estudio hasta sus espacios de arte y reflexión, la Orden reafirma su compromiso con una sociedad que busca sentido, belleza y justicia. Los dominicos quieren seguir siendo una luz en medio del mundo, fieles al Evangelio y abiertos a las inquietudes del presente.