Sus responsables acusan a Braz de Aviz de "una de las mayores aberraciones jurídicas de la historia eclesiástica" El Vaticano exige a los Heraldos de Evangelio que los menores a su cargo regresen con sus familias
La investigación de la CIVCSVA determina que "las familias de origen son, la mayoría de las veces, excluidas de la vida de sus hijos, y que el contacto con los padres no está suficientemente garantizado”.
Roma también lamenta “el tipo de disciplina excesivamente rígida practicada en las comunidades de los Heraldos del Evangelio”
Roma pretende "prevenir cualquier situación que pueda favorecer posibles abusos de conciencia y 'plagio [sujección] contra menores"
Roma pretende "prevenir cualquier situación que pueda favorecer posibles abusos de conciencia y 'plagio [sujección] contra menores"
Golpe en la línea de flotación de los Heraldos del Evangelio. La Congregación de Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica ha determinado el cierre de los colegios de la polémica asociación, a la que ha exigido que "devuelva" los menores a su cargo con sus familias.
El decreto, firmado por el cardenal Braz de Aviz en junio pasado (y que fue entregada a los Heraldos el pasado 10 de agosto), determina que “todos los menores de edad admitidos a cualquier título en la asociación privada de Heraldos del Evangelio o que residan en casas, colegios o internados de la misma asociación, o en las sociedades de vida apostólica Virgo Flos Carmeli y Regina virginum, al final del año lectivo deben volver con sus familias y ser confiados a sus respectivos padres”, tal y como adelanta Aci.
Tras ser notificados, los Heraldos presentaron un recurso solicitando que la decisión se revierta, presentando lo que consideran son “irregularidades e ilegalidades” del decreto. Fuentes de la asociación apuntan que "si se confirma la aplicación del decreto, se estaría ante una de las mayores aberraciones jurídicas de la historia eclesiástica".
Abusos de conciencia y disciplina rígida
La medida tomada por Roma buscaría, según el decreto, "permitir a los más jóvenes la indispensable relación con las familias y tiene el objetivo de prevenir cualquier situación que pueda favorecer posibles abusos de conciencia y 'plagio' [sujección] contra menores”.
La decisión se tomó después de una investigación llevada a cabo entre 2017 y 2019, y del nombramiento del cardenal Damasceno, comisario pontificio de los Heraldos. Según Roma, “a la luz de las informaciones recibidas por la Sede Apostólica, teniendo en cuenta las numerosas comunicaciones aquí enviadas por los padres de los niños y jóvenes insertos en la órbita de la Asociación Heraldos del Evangelio, en las que se lamenta que las familias de origen son, la mayoría de las veces, excluidas de la vida de sus hijos, y que el contacto con los padres no está suficientemente garantizado”.
Del mismo modo, el decreto advierte “el tipo de disciplina excesivamente rígida practicada en las comunidades de los Heraldos del Evangelio”.
Recurso de los Heraldos
Por su parte, los Heraldos presentaron un recurso el pasado 15 de agosto, en el que muestran su desacuerdo con lo que definen como "decisión equivocada", al tiempo que acusan a Braz de Aviz de "no habernos concedido la posibilidad de defensa".
Para los Heraldos, la medida tomada por el Vaticano viola el “derecho natural” de los padres sobre la educación de los hijos, así como la legislación canónica y civil que “garantiza el ejercicio de la patria potestad”. Por eso dicen no aceptar la decisión de que los menores vuelvan a sus hogares al final del año lectivo.