Bach-Kelberine, coral BWV 659
¡Feliz domingo! La música de Bach nos produce tanta recompensa cada vez que la escuchamos que no solamente no nos cansamos, sino que siempre queremos más, siempre nos sabe a poco. Estas transcripciones también nos están sabiendo a poco.
Sigamos con la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán fallecido en Leipzig. Estrictamente la biografía habría terminado porque justo estamos en el momento en el que falleció con 65 años. El maestro poseía la partitura del motete Lieber Herr Gott, wecke uns auf de su tío Johann Christoph Bach y es posible que este fuese interpretado en sus funerales. Es más, incluso en 1749 llegó a preparar una instrumentación que doblase las voces, lo que nos da una muestra de las últimas cosas manuscritas que hizo. La obra es bastante ambiciosa y no sabemos en qué circunstancias pudo ser interpretada, aunque debió ser en alguna ocasión importante para él. Cuando enterraron al maestro no se colocó ningún tipo de lápida y un grupo de escolares lo recordaban cada 28 de julio.
Hoy escucharemos su preludio coral Nun komm, der Heiden Heiland, BWV 659. Fue compuesto en su época de Weimar y probablemente revisando cuando ya estaba en Leipzig. El compositor realiza una composición llena de misticismo (de «espera mística» como se dice en la Sociedad Bach de Holanda). Parece que escuchamos el movimiento lento de un concierto con fuerte sabor italiano. Tenemos un bajo que poco a poco va progresando, un dueto de voces intermedias (con diversos artificios contrapuntísticos) y una voz superior que conduce el discurso, con cada frase haciendo que el coral crezca cada vez más. El final de la tercera línea todo se detiene un poco como para detener la respiración por el nacimiento de Jesús. Vamos a escuchar la versión para dos pianos de Alexander Kelberine (1903-1940).
La interpretación es del Dúo Tal y Groethuysen.