Gran silencio
¡Feliz jueves! Al gran sonido vamos a ponerle hoy música. Los pentagramas serán de un maestro que fue considerado el compositor más importante de su país en el pasado siglo XX, pero que actualmente está un poco olvidado.
Es Alphons Diepenbrock (1862-1921), compositor holandés nacido en Ámsterdam. Estudió lenguas clásicas y literatura griega y romanas. Con respecto a la música, de joven mostró un gran talento, especialmente al teclado y al violín. Estudió las obras vocales de Palestrina y Sweelinck, y también aprendió de la música de Wagner; igualmente, en su adolescencia se puso a componer música. En la década de 1890 escribió artículos sobre literatura y filosofía, pero también sus obras corales más conocidas. Una de ellas, estrenada por Willem Mengelberg, hizo que fuese mucho más conocido en su país. Durante la Primera Guerra Mundial también compuso profusamente, especialmente de canciones sinfónicas y otras obras corales. En ellas mostró una clara oposición a la política alemana, y estableciéndose como un maestro holandés patriótico.
Escuchemos su obra titulada Im grossen Schweigen, para barítono y orquesta. Fue una obra terminada en 1905 y fue compuesta en muy corto espacio de tiempo; el texto es nada menos que de Nietzsche. El compositor se vio atraído por la naturaleza y el mar místico en el anochecer. Dividió la obra en tres secciones y en una de ella incluso llega a citar el canto gregoriano del Ave maris stella, algo que lo entronca directamente con la religión católica. El estreno de esta larga composición (dura más de veinte minutos) estuvo a cargo del prestigioso Mengelberg y la obra fue recibida de forma entusiasta, de forma que está considerada como la obra principal del maestro. Por cierto, que fue interpretada tanto antes como después del intermedio.
La interpretación es de Robert Holl (barítono) y la Orquesta de la Residencia de La Haya dirigida por Hans Vonk.