¡Feliz miércoles! Hacía tiempo que no traía música del maestro de hoy. Tristemente sigue siendo muy conocido por un movimiento de una obra y es una pena porque su música tiene tanta calidad que urgentemente tiene que ser más escuchado e interpretado.

Me refiero a Joaquín Rodrigo (1901-1999), compositor español nacido en la localidad valenciana de Sagunto. En 1991 el rey Juan Carlos I lo nombró marqués de los Jardines de Aranjuez, en cuyo cementerio está enterrado. No tuvo una vida fácil porque de adolescente contrajo la difteria y quedó ciego. Eso no le impidió componer tras una sólida formación en la que estaba una beca que consiguió para estudiar en París, algo que frustró la Segunda Guerra Mundial. En 1923 empezó a componer en braille y luego dictaba todo a un copista, algo muy laborioso. Llegó a ser reconocido como el mejor compositor español de su tiempo y, en 1947, la Universidad de Madrid creó para él la Cátedra Manuel de Falla, desde la que enseñó durante mucho tiempo historia de la música. Desgraciadamente, Rodrigo casi solamente es conocido (justamente) por el movimiento lento de su famoso Concierto de Aranjuez. Pero Rodrigo es mucho más que ese concierto. Compuso música llena de luz, de ritmo y de belleza.

Un ejemplo de una obra muy poco conocida suya es la que escucharemos. Se titula Himnos de los neófitos de Qumrán. Fue estrenada en la Semana de Música Religiosa de Cuenca en 1965. Los textos están tomados de los manuscritos del Mar Muerto adaptados poéticamente por Victoria Kamhi. Las palabras llenas de profundidad son interpretadas por Rodrigo mediante una música alegórica. Todo ello se refleja ya en la inusual orquestación a base de tres sopranos (tres arcángeles), un coro masculino y una orquesta de cámara reducida a casi el mínimo, sin la presencia de los violines. La música, basada en una escala de nueve notas, nos arropa de una forma especial y nos introduce en el misterio.

La interpretación es de Ada Allende, María Jesús Prieto y Vicoria Marchante (sopranos) y el Coro y la Orquesta de la Comunidad de Madrid dirigidos por José Ramón Encinar.