Salve, Reina de los cielos

¡Feliz sábado! En los últimos días de la Cuaresma, vamos a disfrutar de la antífona mariana propia para este tiempo. Hoy acudiremos a la música de un maestro que fue toda una institución en su tiempo, y que en los recientes se ha visto algo eclipsado.

Me refiero a Jacob Obrecht (1458-1505), compositor francoflamenco nacido en Gante. Su arte era tan elevado (según el teórico Johannes Tinctoris) que solo llegó a ser eclipsado por Josquin. A la edad de treinta años había conseguido el hito de que dos de sus misas estuviesen incluidas en el repertorio del coro de la Capilla Sixtina. Se dice que en 1487 el temible duque Ercole I de Ferrara montó una formidable campaña solo con el objetivo de conseguir que Obrecht entrase a formar parte de su capilla. Obrech murió relativamente joven y toda la habilidad de la que disfrutaba en vida cayó en el olvido, en parte debido a que Josquin Desprez era el que se estaba imponiendo. Debido a todo lo que publicó y a sus impresionantes obras, puede decirse que era el padre fundador de la polifonía renacentista.
Disfrutemos de su antífona Ave Regina caelorum, a cuatro voces. Curiosamente, el cantus firmus de la obra no está tomado de los libros habituales. En el tiempo de Obrecht la pieza más famosa de Walter Frye era, precisamente, su Ave Regina caelorum, que casi sirvió de puente entre la polifonía inglesa y la borgoñona durante el siglo XV. Precisamente, esta obra de Frye es la que utiliza Obrecht en su composición, estando la cita en la voz de tenor. Una impresionante composición para este Sábado de Pasión.
La partitura de la obra puede descargarse aquí.
La interpretación es de Ars Nova Secunda.