¡Feliz sábado! Una de las oraciones dirigidas a la Virgen más antiguas que se conservan es la que pone texto a nuestra obra de hoy. Ya los primeros cristianos la rezaban para pedir a María que nos acogiese bajo su manto y no nos olvidase nunca.

Tenemos hoy con nosotros a Antoine Brumel (h. 1460-h. 1510), compositor francés nacido con bastante probabilidad en Chartres. Era uno de los más destacados miembros de la escuela franco-flamenca, contemporáneo de Josquin Despreza y Jacob Obrecht. Parece que precisamente fue discípulo del mismísimo Josquin y tiene acreditado ser el primer compositor francés vinculado a la corte de Borgoña. Debió ser tan apreciado en su tiempo que, tras su muerte, recibió la composición de más lamentos que Obrecht, Mouton o Agricola juntos. De todas formas su estilo tiene más en común con lo que luego desarrollaría Palestrina que con el del propio Josquin o incluso Ockeghem. Su música está basada principalmente en acordes y no hace un uso tan intenso de esa polifonía que luego florecería de una forma especial.

Vamos a escuchar su obra titulada Sub tuum praesidium. Es una composición para cuatro voces que fue publicada en Roma en una colección de motetes de 1520 titulada Motetti e canzone libro primo. En este texto se fijaron también otros compositores como Obrecht o Cipriano de Rore. Haciendo gala a su tradición, Brumel escribe para voces graves, con una línea homofónica que está algo adornada y que mantiene la paz de principio a fin. También encontramos duetos.y tríos con bellos melismas, creando siempre un ambiente noctorno, por así decir; esta oración se suele rezar en la hora canónica de completas, que es la que cierra el día.

La interpretación es de The Gesualdo Six.