Un canon a 36 voces

El canon es una forma musical muy conocida en la que todas las voces cantan la misma melodía pero empezando en distinto momento. Es una forma muy habitual en coros simples como los de los niños. Sin embargo no todo canon implica una simpleza de ideas. De hecho, el que te traigo hoy, aunque aparentemente simple, te hipnotizará. De hecho es posible que esa fuera una de las intenciones del compositor. Me explico...

Es posible que en su juventud conociera a Gilles Binchois, por quien debía tener cierto aprecio puesto que le dedicó un lamento a su muerte. Igualmente, puesto que otro mastro como fue Antoine Busnois compuso un motete en honor de Ockeghem, es muy posible que ese fuese alumno de este. Ockeghem tenía un estilo propio, muy distinto del predominante en su época. Componía obras muy intelectuales e incluso difíciles de entender a primera vista, como la famosa Misa Prolationum, que está compuesta íntegramente en la técnica del "canon en prolación", con lo que constituye uno de los mejores logros contrapuntísticos del siglo XV.
Hoy te traigo otro logro, también contrapuntístico, como es el canon a 36 voces titulado Deo gratias (es decir, "Demos gracias a Dios") cuyo único texto es ese: "Deo gratias". Las voces se reparten en cuatro coros a nueve voces cada uno. Parece ser que los números también tienen su razón de ser ya que tradicionalmente nueve son las jerarquías celestiales. De hecho puedes comprobar que hay sonidos que aparecen digamos que de forma misteriosa debido a las resonancias de las distintas voces. En torno al minuto 1:00, el sonido silbante de las consonantes incluso quieren imitar cierto revoloteo angelical. Una obra, como dije antes, hipnótica y cautivadora, estática pero a la vez fluida, contemplativa.
Aquí tienes esta joya de la música medieval interpretada por el conjunto Huelgas Ensemble dirigido por Paul van Nevel.