No llores
¡Feliz jueves! ¿Verdad que durante el último año hemos llorado mucho? Si no explícitamente sí de forma implícita. Esta dichosa pandemia nos está dejando tocados de por vida y eso está haciendo que las lágrimas afloren a nuestros ojos. Hoy vamos a disfrutar de una música procedente de una mujer que creo que es la primera vez que aparece. ¡Démosle la bienvenida!
Es Rosa Giacinta Badalla (c. 1660-c. 1710), compositora italiana nacida en muy posiblemente en Bérgamo. Fue monja benedictina y con dieciocho años entró en el convento de Santa Radegonda de Milán. Allí mostró sus dotes como compositora y pudo empezar a publicar algunas obras, entre ellas su única colección impresa: Motetti a voce sola, de 1684. Esta obra destaca entre sus contemporáneas por contener composiciones a voz sola que requieren de un gran virtuosismo, con gran experimentación y una sorprendente originalidad, con ostinatos frecuentes y una modulación bastante conseguida. Compuso también dos cantatas, seguramente para ser interpretadas en su convento.
Escuchemos su motete Non plangete publicado, precisamente, en esa colección de motetes a voz sola antes aludida. Es una obra que no es propia de la Cuaresma y empieza diciéndole a los padres antiguos que no lloren y languidezcan en el limbo ya que, dado que la Virgen nace, también lo hará su hijo que viene a salvarnos. Desde el comienzo nos regala ese ostinato inicial del bajo, repetido a lo largo tres compases, y sobre el que la voz canta con voces largas. Luego se llena de embellecimientos para mostrar una increíble alegría porque por fin vamos a ser salvados.
La interpetació es de Roberta Invernizzi (soprano) y Bizzarrie Armoniche dirigido por Elena Russo.