¡Feliz miércoles! El maestro de hoy es sinónimo de polifonía. No es Palestrina, pero pertenece al triunvirato de los grandes magos de las notas en el siglo XVI. Afortunadamente para nosotros, es de los grandes maestro de nuestro país.

Disfrutemos de la música de Tomás Luis de Victoria (h. 1548-1611), maestro español nacido en Ávila. Fue gran amigo de Alonso Lobo e incluso llegó a ser su apoderado. Tras la muerte de la emperatriz María, de quien era capellán y para quien compuso el réquiem, siguió sirviendo en el Convento de las Descalzas Reales de Madrid; su sueldo era de 75000 maravedíes al año. Usó su influencia para que Felipe III nombrase a Bernardo Pérez de Medrano como organista y sucesor suyo. Es posible que viviese en una casa de la calle Arenal de Madrid y allí murió para ser luego enterrado en el convento del que era capellán, aunque actualmente no conocemos dónde se encuentra su tumba. No es la primera vez que lo digo pero es curioso cómo Victoria trabajó como organista y no se conserva ninguna obra de él para el instrumento.

Vamos a escuchar su motete responsorio Seniores populi consilium fecerunt, que es el sexto para el Jueves Santo y que fue publicado en 1585, para la Feria V in Coena Domini ad Matutinum En estas pequeña obra Victoria despliega todo su arte y exprime a más no poder todo el dramatismo que se contiene en sus textos. En este, describe cómo los ancianos judíos se confabularon para prender y matar a Jesús y cómo lo hicieron con espadas y palos, algo que muestra Victoria con especial énfasis. La obra, sin embargo, está llena de un aire triste debido a los acontecimientos que están por venir. El maestro se encarga de recordarnos, a modo de estribillo, cómo Jesús fue tratado como un simple ladrón. Una obra que solo puede calificar se joya.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Hanneke Hommes, Sofia Pedro y Catelijn van Berkel (cantus); Tim Braithwaite, Joana Guiné y Sophia Faltas (altus); Gabriel Belkheiri, Dierick Aartsen y Emilio Aguilar (tenores); Bas Cornelissen, Bram Trouwborst e Isidro Albarreal Delgado (bajos), dirigidos por Eduardo López Cabello.