¡Feliz viernes! Obviamente, la obra de hoy está compuesta para ocho instrumentos. Reconozco que al maestro de hoy lo he traído por aquí demasiado poco; espero ir paliando esto paso a paso. Por lo pronto, vamos a disfrutar de esta interesante obra.

No es otro que Edgard Varèse (1883-1965), maestro francés nacido en París. Las presiones familiares lo llevaron a estudiar ingeniería, matemáticas y ciencias. Usó los principios científicos para estudiar el sonido y, en 1905, se matriculó en el conservatorio de París. Dos años después marchó a Berlín y allí conoció a Strauss Debussy y Satie. Fue especialmente Debussy quien influyó en él. Se trasladó a Estados Unidos y usó los sonidos de sus ciudades como fuente de inspiración. Se interesó por los nuevos instrumentos y la electrónica, materias con las que dio conferencias por todo Estados Unidos. Sus trabajos empezaron a impactar a la comunidad internacional y pronto fueron grabado en discos. A pesar de ello, solo nos ha dejado unas doce obras, pero cada una de ellas contribuye a un aspecto importante de la música actual.

Hoy escucharemos su obra titulada Octandre. Fue compuesta en 1923 y lo está para ocho instrumentos: flauta (doblándose con el flautín), oboe, clarinete (doblándose con el clarinete en mi bemol), fagot, trompa, trompeta, trombón y contrabajo. Su título hace referencia tanto a esos ocho instrumentos como a una flor de ocho estambres. El primer movimiento (Assez lent) es presentado por una frase del oboe a base de una segunda menor y su inversión. El segundo (Très vif et nerveux) tiene notas repetidas en el flautín y el tercero (Grave-Animé et jubilatoire) finaliza más bien con sonidos que casi se asemejan a gritos y chillidos.

La interpretación es del Ensemble Kungliga Musikhögskolan dirigido por Katleen Weverbergh.