Recuerdan que se hizo acreedor acreedor de “la amistad, aprecio y admiración de muchísimas personas en nuestro país” Los obispos de Ecuador defienden a monseñor Parrilla y alaban su “credibilidad y coherencia evangélica”

Los obispos ecuatorianos cierran filas con el prelado de Riobamba, Julio Parrilla, y con su preconizado obispo coadjutor, Gerardo Nieves, a los que ayer Roma aceptó la renuncia al mismo tiempo y, generando por ello, todo tipo de rumores.

Para salir a su paso, los obispos de la Conferencia episcopal de Ecuador han publicado un comunicado en el que defienden “la credibilidad y la coherencia evangélica de monseñor Julio Parrilla”, que le hicieron acreedor de “la amistad, aprecio y admiración de muchísimas personas en nuestro país, especialmente de todos sus hermanos obispos”.

La nota episcopal, titulada 'Desmintiendo falsedades', comienza por explicar que, en contra de lo publicado por una agencia de prensa internacional, no se trató de una “destitución”, sino de la renuncia preceptiva que, “en virtud del canon 401/1 del Código de Derecho Canónico” los obispos están obligados a presentar una vez cumplidos los 75 años de edad.

“En el caso de monseñor Julio Parrilla que el 35 de marzo de este año presentó al Santo Padre Francisco su renuncia por límite de edad y por problemas de salud, pidiendo su aceptación inmediata”, aseguran sus pares.

Y, en cuanto a la renuncia de Gerardo Nieves al oficio de obispo coadjutor de Riobamba se debe, según la nota episcopal, “a razones personales, que nadie tiene derecho de poner en tela de juicio, ya que toca lo más sagrado de cada persona como es su libertad y su responsabilidad”.

De ahí que concluyan su nota con esta rotunda afirmación: “Si no somos capaces de discernir entre los hechos objetivos y los prejuicios ideológicos, entre la verdad y las interpretaciones personales, estamos muy lejos del Evangelio que debe guiarnos a todos”.

Y es que llamó la atención que la aceptación de la renuncia por parte del Vaticano se hiciese a los dos obispos de Riobamba el mismo día. Teniendo en cuenta, además, que al titular de la diócesis, monseñor Parrilla, sólo se le concedió un mes y tres días de prórroga, lo cual no suele ser habitual. Hay obispos a los que se les prorroga años en el cargo.

Para explicar el revuelo montado con la aceptación de estas renuncias, hay que tener en cuenta, demás, que, la misionera española, Julia Serrano, que lleva medias vida en la diócesis, lanzó, hace unos meses, unas duras acusaciones públicas contra monseñor Parrilla y su coadjutor, a los que acusó de mala praxis. Es lógico que este hecho condujese a pensar que el Vaticano habría tenido en cuenta las denuncias de la misionera para la rápida y simultánea aceptación de las renuncias. Los obispos del país creen todo lo contrario.

Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME