Sus monólogos están llenos de las palabras 'amor' o 'paz', al tiempo que alimentan el odio y la violencia Habla, habla e insulta: El discurso bipolar de Rosario Murillo contra la Iglesia católica
La vocera de la dictadura califica a sacerdotes de "demonios", mientras calla o niega vigilancia, persecución, encarcelamientos, destierros y exilios
El diario "El Confidencial" analiza 30 discursos radiales y televisivos de la vicepresidenta y vocera de la dictadura orteguista, Rosario Murillo, en los que –en al menos siete de ellos– atacó directamente a la Iglesia católica de Nicaragua y a sus sacerdotes
En cada uno de sus discursos, Murillo usó el nombre de 'Dios' 257 veces, repitió la palabra 'paz' en 122 ocasiones, habló de 'amor' otras 102 veces, de 'Cristo' o de 'Cristianismo' en 48 ocasiones y se refirió al 'odio' de quienes atentan contra su dictadura otras 29 veces
En cada uno de sus discursos, Murillo usó el nombre de 'Dios' 257 veces, repitió la palabra 'paz' en 122 ocasiones, habló de 'amor' otras 102 veces, de 'Cristo' o de 'Cristianismo' en 48 ocasiones y se refirió al 'odio' de quienes atentan contra su dictadura otras 29 veces
En sus monólogos del mediodía, Murillo tilda a los religiosos de “servidores de Satanás”, “representantes del demonio”. Les llama “diablos”, “demonios”, “blasfemos” o “falsos representantes de Dios”, entre otros insultos.
El mensaje de odio de Rosario Murillo hacia los religiosos va acompañado de supuestos llamados de “paz, amor y de cristianismo verdadero”, mientras descalifica reiteradamente a los líderes de la Iglesia católica de Nicaragua.
“¿Cómo podemos creer que puedan ser representantes de Dios en la Tierra? Porque Dios es bueno y misericordioso (...) y las expresiones de algunos que vemos, con las caras conocidas de destrucción, de demolición, y sobre todo de farsa, engaño y fraude, no es el rostro de Jesús y no es el rostro de Dios”, dijo la vocera en su intervención del 2 de enero de 2024.
"La vicepresidenta también niega que en Nicaragua exista persecución contra la Iglesia católica, mientras los hechos evidencian el recrudecimiento de la represión con vigilancia en las parroquias, persecución y encarcelamientos de obispos, sacerdotes y seminaristas, o sus destierros y exilios forzados"
“Falso que hay persecución religiosa. Si arrestan a un cura, por algo será. Eso no es persecución religiosa”, dijo el 4 de enero, leyendo el poema“De paranoias sin Metanoia”, publicado el mismo día en oficialista El 19 Digital, con la firma de un desconocido “hermano Edwin Moncada”.
Monólogos mencionan a Dios y el amor, pero pregonan odio
CONFIDENCIAL analizó 30 monólogos de Rosario Murillo, emitidos de lunes a viernes, al mediodía, entre el 1 de diciembre de 2023 y el 15 de enero de 2024, que coincidieron con la última redada masiva para encarcelar a 17 religiosos (un obispo, trece sacerdotes y tres seminaristas), que finalmente fueron desterrados el domingo 14 de enero, junto al obispo Rolando Álvarez, arrestado bajo delitos fabricados a mediados de agosto de 2022.
En cada uno de sus discursos, Murillo usó el nombre de “Dios” 257 veces, repitió la palabra “paz” en 122 ocasiones, habló de “amor” otras 102 veces, de “Cristo” o de “Cristianismo” en 48 ocasiones y se refirió al “odio” de quienes atentan contra su dictadura otras 29 veces.
“Realmente hubo perversión, malignidad, aquí estuvo la caldera del diablo, y sabemos dónde estaban. Y luego, ¡qué cinismo! Había que hacer el exorcismo a quienes en toda Nicaragua habían trabajado con amor cristiano, con fervor cristiano, con fe y esperanza”, reclamó Murillo el 27 de diciembre.
Los reclamos y señalamientos de Murillo van dirigidos tácitamente a los sacerdotes exiliados, como el obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, e incluso alude al papa Francisco, quien en los primeros días de enero de 2024 reiteró su preocupación por los obispos y sacerdotes que entonces continuaban encarcelados en Nicaragua.
“Hay quienes creen que revestidos de falsa santidad van a seguir engañando. La santidad es cosa seria y de verdad, qué difícil alcanzarla... ¡Qué difícil! Por eso digo, falsa santidad, falso amor, falsas prédicas dizque piadosas. Agentes políticos, eso es lo que son, y de la peor política”, dijo Murillo el 10 de enero.
"Dos días después del destierro, el 16 de enero, Murillo se refirió brevemente al hecho en un nuevo monólogo: 'En esta Nicaragua el odio se ha desterrado... ¡Gracias a Dios! Se ha venido desterrando, y la maldad y la perversión están allá lejos, donde deben estar, dijo'"
Rosario Murillo: “Sacerdotes son servidores de Satanás”
En los siete discursos de odio que Murillo dedicó a los sacerdotes en los últimos 45 días intentó manipular la opinión pública sobre su actuar. Autorretrata a su Gobierno y representantes como vencedores del “golpismo” y afirma que son tolerantes a la disidencia, pese a que el país está bajo un Estado policial de facto desde finales de septiembre de 2018, y hasta las procesiones están prohibidas.
De los sacerdotes perseguidos, sobre todo del obispo Rolando Álvarez, se ha destacado su voz profética. Murillo, al respecto, vocifera: “(Nicaragua) victoriosa sobre los vozarrones que hemos aguantado y resistido con educación y con la esperanza”, omitiendo –una vez más– la vigilancia y persecución permanente contra las parroquias y sacerdotes de Nicaragua.
"La Iglesia católica nicaragüense desempeñó un papel protagónico durante la Rebelión de Abril de 2018, intercediendo por la liberación de presos políticos y como mediadores y testigos en los dos intentos fallidos de diálogo nacional. Pero en los años posteriores, sus sacerdotes han sido perseguidos, asediados, encarcelados, obligados al exilio o desterrados"
Según Murillo, durante las protestas de 2018 los sacerdotes prestaron los templos para llamar a los ciudadanos a protestar. “¿Cómo podemos creerles nada a los representantes del demonio? ¿Cómo se atrevieron a blasfemar? Porque es una blasfemia, un sacrilegio alterar el orden de las cosas, y hacerlo en nombre de Dios. Muchos de nosotros fuimos perdiendo la fe, y sobre todo, en quienes se proclamaban “intercesores”, “intermediarios”, señaló el 12 de diciembre de 2023, en otro de sus monólogos.
En esa ocasión, en la cual ella misma recordó: “Hoy festejamos, celebramos, honramos, alabamos, a la Madrecita de América, la Morenita del Tepeyac, Nuestra Virgen de Guadalupe”, Murillo también advirtió: “¿Cómo vamos a olvidar a los que ahora desde fuera siguen, inútilmente, irradiando odio? Porque no es más que odio, odio, tenebroso odio, terrorista odio. Y cómo deslucen de los ornamentos sagrados, proclamando odio…”.
Manipulación del discurso para ocultar casi 800 agresiones
Bajo el prisma de Murillo, “los verdaderos diablos son los que andaban sembrando odio y hablando a nombre de Cristo... ¡Qué increíble !”.
Tras los últimos arrestos de sacerdotes, el 3 de enero de 2024, Murillo justificó que estos están recibiendo su merecido porque “cuando recibimos los frutos de lo que sembramos. El odio, la crueldad, la mala voluntad, también se paga”, aseguró, aunque la Policía a su servicio nunca confirmó el arresto y paradero de los religiosos secuestrados a finales de diciembre, y desterrados el 14 de enero.
Las denuncias y reclamos de los sacerdotes exiliados se elevaron tras la última redada, y el papa Francisco también reiteró su preocupación públicamente.
En el mismo monólogo, Murillo respondió: “Estoy plenamente segura de que Dios no dispone malvados, mucho menos para pretender dar clases de moral o de cívica. ¿Cómo van a dar clases de moral aquellos que han pregonado el mal y que han bendecido asesinatos, crímenes, crímenes de odio?”.
"El 2023 fue catalogado como el año más hostil contra la Iglesia católica en Nicaragua, con 307 agresiones, contabilizadas por la abogada Martha Patricia Molina, autora del informe Nicaragua, ¿una Iglesia perseguida?. Además, por segundo año consecutivo, Estados Unidos incluyó a Nicaragua en los países sin respeto a la libertad religiosa"
“El objetivo central de la dictadura Ortega-Murillo es aniquilar por completo a la Iglesia católica de Nicaragua, o sea, desaparecerla, que no quede ningún rastro de ella”, sostuvo Molina, en entrevista con el programa Esta Noche, emitido el 10 de enero de 2024, a través de YouTube y Facebook Live. Molina contabiliza 769 agresiones en el último lustro, casi la mitad de ellas ocurridas en 2023.
El discurso de odio de Rosario Murillo y la represión
Los discursos de odio son una práctica habitual de la dictadura,que siempre precede a la represión. Uno de los primeros grupos que fue blanco del discurso de odio de Murillo fueron “los autoconvocados”, los nicaragüenses que en 2018 salieron a las calles a protestar contra el régimen.
El mismo día en que surgieron las primeras protestas ciudadanas, Murillo empezó la lista de calificativos de odio. Así los nicaragüenses autoconvocados o “azul y blanco” pasaron a ser los “puchitos”, “comejenes”, “golpistas” y “vendepatrias”. El odio promovido desde sus monólogos se materializó en persecución, cárcel, exilio y muerte.
"Entre abril y septiembre de 2018, más de 300 nicaragüenses fueron asesinados en los ataques de la Policía y paramilitares. Además, miles resultaron heridos y decenas de miles tuvieron que salir del país por la persecución política. El mensaje represivo escaló al punto de que ahora es la dictadura la que decide quién es o no nicaragüense, o quién ingresa o no a Nicaragua"
Daniel Ortega también ha promovido ese discurso de odio, mencionando a Dios en su dictadura que ha identificado antes como “cristiana y socialista”.
El 9 de febrero de 2023, en la aparición en la cual confirmó el destierro y desnacionalización de 222 presos políticos, Ortega dijo: “Gracias a Dios se produjo el milagro. Hemos recuperado la paz de la que estamos gozando. Ahora que salieron los golpistas, los mercenarios, respiramos la paz, gracias a Dios”.
Las organizaciones sin fines de lucro también fueron acusadas de financiar a los manifestantes autoconvocados en los discursos oficialistas. “Los vendepatrias no desaparecieron, pero además los está alimentando el imperio, les mandan recursos a través de programas que dicen que son programas para promover la cultura, la educación”, pero “son programas para promover el odio”, acusó Ortega en octubre de 2019, un año antes de que comenzaran los cierres masivos de oenegés, que a la fecha suman más de 3500.
En sus discursos de odio, Rosario Murillo también intenta manipular las contradicciones a su favor: “Lo más ridículo y lo más divertido es que hay quienes con palabras, sentimientos y pensamientos diabólicos hablan de fe”, dijo el 27 de diciembre, omitiendo la manipulación en sus monólogos. E intentando imponer su discurso sobre la masacre de su dictadura, agregó: “Los verdaderos diablos son los que tocaban las campanas para mandar a matar a nuestro pueblo”.