Ceremonia de Confirmación Universitaria en la Catedral de Lima Monseñor Castillo a los jóvenes: 'Ustedes son una Iglesia en salida como la quiere el Papa Francisco'
Después de casi 22 años, más de 200 jóvenes de las Universidades públicas y privadas más representativas del Perú recibieron el Sacramento de la Confirmación
La última Confirmación Universitaria en la Catedral de Lima fue convocada en aquel entonces por el Cardenal Augusto Vargas Alzamora
'Que Dios los bendiga y que los acompañe y que al recibir el Espíritu podamos seguir el camino peregrino, el camino evangelizador de vuestra comunidad de la Pastoral Universitaria de Lima', concluyó Monseñor Castillo
'Que Dios los bendiga y que los acompañe y que al recibir el Espíritu podamos seguir el camino peregrino, el camino evangelizador de vuestra comunidad de la Pastoral Universitaria de Lima', concluyó Monseñor Castillo
| Renato Martinez
(Vatican News).- «Que al recibir el Espíritu Santo podamos seguir el camino peregrino, el camino evangelizador de vuestra comunidad de la Pastoral Universitaria de Lima», lo dijo en su homilía Monseñor Carlos Castillo, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, en la Celebración Eucarística que presidió junto a los Capellanes universitarios de las Universidades públicas y privadas más representativas del Perú, este 10 de noviembre de 2019.
Ustedes son el fruto más reciente de ese esfuerzo
El Arzobispo de Lima, recordando la última ceremonia que se realizó hace 22 años atrás, la misma que dio origen a la Pastoral Universitaria, señaló que hoy seguimos cosechando frutos de ese esfuerzo. «Hermanos y hermanas, un día como hoy hace 22 años, el Excelentísimo Cardenal Augusto Vargas Alzamora convocó a un buen grupo de universidades de nuestra ciudad para celebrar el Sacramento de la Confirmación en esta Catedral. Así fue cómo surgió la Pastoral Universitaria de Lima y ustedes son el fruto más reciente de ese esfuerzo».
La vida universitaria, un mundo de reflexión y estudio
En su homilía, Monseñor Castillo también se refirió a la vida universitaria, dijo que es «un mundo de reflexión y de estudio» que demanda una preparación con cautela y cuidado para «integrar las ciencias, para integrar la filosofía y el pensamiento, para integrar las inquietudes humanas más difíciles». Evocando las preguntas sobre el sentido último de la existencia humana, el Prelado afirmó que, «ésas grandes preguntas humanas también se plantean en la fe y la confirmación junto a la Pastoral Universitaria quiere acompañarlos en este proceso».
La universidad, señaló el Arzobispo de Lima, nos desafía a nominar a Dios en forma significativa para los nuevos problemas que estamos enfrentando, los nuevos retos de la humanidad que van a pasar por nuestras manos. ¿Cómo vamos a aportar desde nuestra fe – se preguntó Monseñor Castillo – si no reflexionamos esa fe para ponerla a la altura de lo que vivimos? Estas preguntas no pueden quedar al margen de una vida universitaria donde la única preocupación es el conocimiento técnico, matemático y cuantitativo: «la humanidad es algo más grande – dijo el Obispo de Lima – y las universidades que están presentes han buscado la integración del pensamiento y de la reflexión».
Construir una comunidad a través de la vida de cada uno
Para Monseñor Castillo la experiencia de la relación humana ha sido fundamental en la preparación de los jóvenes universitarios: «ésa experiencia es la del encuentro, el diálogo, la reflexión, la comunicación y la construcción de una pequeña comunidad que nos acompaña y que no tiene pretensiones ni grandezas, como las comunidades de Jesús que sabían compartir su fe con la gente en el camino y que poco a poco irradió con tanta alegría en toda la humanidad».
Esa experiencia de Iglesia es la transmisión del Espíritu de Dios a través de la vida de cada uno. «Por eso la Iglesia es tan grande – continuó – porque no depende de que hayan dos o tres curas encargándose de las cosas, sino depende de los laicos que anuncian el Evangelio los unos a los otros».
La Confirmación Universitaria y la Pastoral Juvenil
Asimismo, el Arzobispo de Lima alentó a los jóvenes a que, apreciándonos mutuamente y caminando juntos es como la Iglesia contribuye a solucionar los problemas de nuestro país, «sus injusticias y contradicciones». Por eso, la Confirmación Universitaria y la Pastoral Juvenil «no están para despreciar este mundo, para decir que este es un mundo pecador y ateo». Dios quiere dar vida a la gente en abundancia, y por lo tanto, no oprime ni maltrata, ni liquida a las personas, sino que las acompaña, las ennoblece, las alienta. Un Dios que bendice a la humanidad, no que la maldice.
«Muchachos, les agradezco haberme invitado para hacer juntos la confirmación, porque ustedes han vertido sus experiencias en lo más neto y claro que tiene la fe cristiana, la evangelización. Ustedes son una Iglesia en salida como la quiere el Papa Francisco, ustedes están en movimiento hacia los ambientes universitarios. Sean así también compresivos, rescatando todo lo bueno que hay para levantarlo, elevarlo y alentarlo». «Que Dios los bendiga y que los acompañe –concluyó Monseñor Castillo– y que al recibir el Espíritu podamos seguir el camino peregrino, el camino evangelizador de vuestra comunidad de la Pastoral Universitaria de Lima».
La voz de los confirmandos universitarios
En la celebración Eucarística también hubo un momento para dar voz a los jóvenes universitarios, quienes compartieron sus testimonios del camino de preparación que han seguido para recibir este sacramento. Álvaro Quispe, estudiante de la Universidad Nacional Agraria “La Molina”, se preguntó en algún momento de su vida: ¿Dónde está Dios en los momentos de mayor sufrimiento? “Este tiempo de preparación me ha servido para reconocer todas mis experiencias –afirmó Álvaro Quispe– y desde esa mirada tomar la decisión de confiarme en Dios”.
«Levantarse es también una obra de Dios, que la gente pueda volver a sonreír después de sufrir, que encontremos nuevas oportunidades de ser felices en la vida –precisó el joven universitario– también es obra de Dios. Salir adelante es el desafío y ahí es donde está Dios para acompañarnos y ayudarnos».
Los jóvenes confirmandos llegaron en representación de las Universidades públicas y privadas más representativas del Perú, entre ellas de la Universidad Nacional Federico Villarreal, la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Universidad San Ignacio de Loyola, la Universidad Nacional Agraria La Molina, la Universidad Marcelino Champagnat, la Universidad de Piura, la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, la Universidad Tecnológica del Perú, y la Pontificia Universidad Católica del Perú.
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