En una multitudinaria y alegre Misa Arquidiocesana de Niños "¡Jorge, Jorge, Jorge… olé, olé, olé…!": Monseñor García Cuerva, con los niños en el Luna Park
El arzobispo de Buenos Aires presidió la Misa Arquidiocesana de Niños en el Estadio Luna Park y los animó a cuidar tres 'tesoros'
"Les tengo que pedir un favor: Los tesoros que Jesús nos da no son para guardarlos. Los tesoros que Jesús nos da son para compartir"
"Alegría, amistad y perdónson los tesoros de su corazón. Compártanlos entre todos ustedes. Los necesitamos mucho. Que Dios los bendiga mucho"
En la animación previa a la misa, se realizó una catequesis centrada en El Principito y parte de su mundo mágico, atado al concepto que subraya el lema "del tesoro del amor que se lleva en el corazón"
"Alegría, amistad y perdónson los tesoros de su corazón. Compártanlos entre todos ustedes. Los necesitamos mucho. Que Dios los bendiga mucho"
En la animación previa a la misa, se realizó una catequesis centrada en El Principito y parte de su mundo mágico, atado al concepto que subraya el lema "del tesoro del amor que se lleva en el corazón"
(AICA).- Fue durante la multitudinaria Misa Arquidiocesana de Niños en el Estadio Luna Park. "Compartir la alegría, la amistad y el perdón, los tesoros del corazón", los comprometió el arzobispo porteño.
Por primera vez desde su llegada a Buenos Aires, monseñor Jorge García Cuerva presidió la Misa Arquidiocesana de Niños que el sábado 26 de agosto reunió a más de 6.500 infantes en el estadio Luna Park, con el lema “Llevamos en el corazón el tesoro de tu amor”. El primado fue recibido al grito de: “olé, olé, olé… Jorge, Jorge, Jorge”.
La Eucaristía fue concelebrada por los obispos auxiliares porteños Gustavo Carrara (vicario general y de pastoral), Enrique Eguía Seguí (vicario Devoto), José María Baliña (vicario Centro), Alejandro Giorgi (vicario Belgrano) y Ernesto Giobando SJ, vicario para la Pastoral de Niños y de zona Flores. Participaron también casi 60 sacerdotes junto a doce seminaristas y diáconos.
Se les dio un lugar especial a los chicos sordos del Instituto Próvolo que tuvieron a sus intérpretes durante la obra musical y la misa. Fueron aplaudidos en lenguaje de señas por los demás chicos que estaban en el estadio. Un gesto de alta emoción e inclusión.
"Primero les quería contar que estoy superfeliz. A mí me habían hablado de esta misa, pero sinceramente nunca me imaginé que fueran tantos, y con tanta buena onda y tanta alegría", expresó tras presentarse en medio de los aplausos.
Como es tradición desde la época de Jorge Bergoglio, en la homilía, el primado mantuvo un diálogo con los niños, a quienes animó a comprometerse a cuidar tres tesoros “hermosos”: la alegría, la amistad y el perdón.
El arzobispo interpelaba a los niños y les pedía que ese compromiso se escuchara más fuerte, a lo que los pequeños respondían sí a los gritos desde las tribunas colmadas.
Monseñor García Cuerva explicó luego su emblema episcopal, y aseguró: “Hoy quiero empezar a conocerlos y mostrarles mi corazón”.
“Que mi corazón sienta todo, como el techo de chapa de los más pobres, que sienta las tristezas, dolores, alegrías y las esperanzas de cada uno de ustedes”, sostuvo subrayando uno de los elementos de su escudo.
“Alegría, amistad y perdón, tesoros de su corazón. Compártanlos entre todos ustedes. Los necesitamos mucho. Que Dios los bendiga mucho”, concluyó.
El Principito y el gesto solidario
En la animación previa a la misa, se realizó una catequesis centrada en El Principito y parte de su mundo mágico, atado al concepto que subraya el lema “del tesoro del amor que se lleva en el corazón”.
Lo colectado en las ofrendas se destinó a ayudar al comedor “Madre Teresa de Calcuta”, que funciona en la parroquia Cristo Obrero y San Blas, del barrio de Villa Soldati, donde se preparan almuerzos diarios para unas 150 personas en situación de calle.
“Este gesto solidario es importante, porque va forjando en los chicos una conciencia más solidaria, uniendo la fe y las obras. Además, cada contribución que entrega un niño es un reconocimiento de las necesidades sufridas por otro niño”, destacaron los organizadores.
Videomensaje del confesor del Papa
Durante la celebración eucarística se compartió un video del cardenal electo Luis Pascual Dri, que vive en el santuario porteño de Nuestra Señora de Pompeya y fue el confesor del Papa Francisco y de monseñor García Cuerva.
"Una Iglesia joven, alegre"
“La Misa de Niños 2023 fue una fiesta en la cual volvimos a experimentar una Iglesia joven, una Iglesia alegre que se alegra, con la presencia de Jesús entre todos nosotros. Y con este hermoso lema que hemos compartido: el tesoro que tenemos cada uno de nosotros en nuestros corazones y el gran tesoro que es Jesús para nuestras vidas. Así que estamos felices, contentos y agradecemos a todos los que han colaborado en la preparación de la misa y, por supuesto, a todos los que vinieron a festejar”, expresó el presbitero Iván Dornelles, secretario ejecutivo de la Vicaría de Niños y párroco de Nuestra Señora de la Misericordia del barrio de Mataderos.
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