"En los barrios marginales, superpoblados, no hay agua ni condiciones para la distancia sanitaria" Joseph Gontrand, obispo de Jérémie: "En Haití quedarse en casa, incluso por un día, es casi suicida"

Joseph Gontrand, obispo de Jérémie
Joseph Gontrand, obispo de Jérémie

"Haití está en alerta, pero la población haitiana duda de la capacidad de las autoridades gubernamentales para apoyar a los haitianos frente a esta pandemia del coronavirus"

"La población de Jérémie debe salir todos los días a buscar algo para comer, de lo contrario corren el riesgo de morir de hambre y sed, encerrados en sus casas sin dinero en el bolsillo, sin refrigerador, sin electricidad, sin agua potable"

"Los haitianos encuentran fuerza y resistencia en su fe en Dios, la oración y el humor"

"Nuestras iglesias están cerradas. Los sacerdotes celebran solos, sin fieles. Los fieles siguen las celebraciones por radio diocesana en casa. Esto complica una situación pastoral de por sí difícil, por el contexto sociopolítico poco claro"

"¿Dónde encontrará la población haitiana hospitales equipados frente a la pandemia?", se pregunta monseñor Joseph Gontrand Decoste sj, obispo de la diócesis de Jérémie, de las más empobrecidas dentro del siempre pobre país haitiano. 

Consciente de que no habrá medios suficientes para hospitalizar y atender a los contagiados, el obispo afirma que los esfuerzos deben dirigirse a la prevención. Pero los vecinos de Jérémie no podrán guardar una cuarentena digna "sin otro horizonte que cuatro paredes decrépitas y oscuras de su casa improvisada", lamenta el prelado.

Escalonando la expresión de su miedo del término menos concreto al más crudo, nos dice en esta entrevista: "Temo una crisis humanitaria, una crisis alimentaria, el hambre". Porque los vulnerables se suelen llevar la peor parte en las catástrofes.

"A veces nos sentimos impotentes", confiesa sobre la diócesis de Jérémie, tan pobre como sus fieles. Necesitada de ayuda internacional para impulsar proyectos que garanticen alimentación y educación a los habitantes de este país, verde pero deforestado, rico pero contaminado y expoliado, alegre pero apaleado.

Después de pormenorizar la situación que le rodea, monseñor Gontrand pide una ayuda imprescindible, porque sin agua no habrá prevención posible frente al coronavirus: "La perforación de pozos artesanos es realmente una emergencia".

Estudiantes en una fuente de agua potable en una escuela católica de Jérémie
Estudiantes en una fuente de agua potable en una escuela católica de Jérémie

¿De qué manera está afectando la pandemia de coronavirus en Haití?

Haití, como se puede imaginar, teme una propagación del coronavirus dentro del país, porque no está realmente preparado para enfrentar una pandemia de tal magnitud. Haití está en alerta, pero la población haitiana duda de la capacidad de las autoridades gubernamentales para apoyar a los haitianos frente esta pandemia.

Los haitianos no tienen los medios para poner en práctica las regulaciones sanitarias que las autoridades gubernamentales les invitan a respetar. Por ejemplo, ¿cómo respetarán las personas que no tienen casa y viven en la calle las instrucciones de quedarse en casa? ¿Cómo permanecerán los haitianos días y días encerrados en sus hogares cuando tienen que salir todos los días para obtener pan para vivir cada día? ¿Cómo cumplirá la población haitiana que no tiene acceso al agua potable con las instrucciones de lavarse las manos con frecuencia? ¿Cómo lograrán los haitianos respetar la distancia sanitaria cuando todos los miembros de la familia viven amontonados en una pequeña habitación en los numerosos barrios marginales superpoblados que pululan en nuestras ciudades? ¿Y qué decir de los prisioneros en las prisiones haitianas, superpobladas?  

Jérémie en el mapa
Jérémie en el mapa

Entonces uno entiende cómo la población haitiana vive en angustia, miedo y teme la llegada al suelo de Haití de la Covid-19, igual que teme cuando se anuncia la inminente llegada de una tormenta tropical, de un ciclón. ¿Dónde encontrará la población haitiana hospitales bien equipados y el personal médico capacitado para tratarlos en caso de que la pandemia Covid-19 llegue a Haití? Temiendo lo peor, los haitianos encuentran fuerza y resistencia en su fe en Dios, la oración y el humor…

La población de Jérémie, tan empobrecida, ¿cómo está haciendo para respetar la cuarentena?

La población de la ciudad de Jérémie (suroeste de Haití), estimada en unos 134, 317 habitantes (estadística de 2015), tiene dificultades para respetar la cuarentena impuesta por las autoridades estatales, porque deben salir todos los días a buscar algo para comer, de lo contrario corren el riesgo de morir de hambre y sed encerrados en sus casas sin dinero en el bolsillo, sin refrigerador, sin electricidad, sin agua potable, sin televisión, sin aparatos electrónicos, sin otro horizonte que cuatro paredes decrépitas y oscuras de su casa improvisada. Entonces, como usted puede imaginar, la gente de la ciudad de Jérémie y de todo el departamento de la Grand'Anse (estimada en unos468 301 habitantes (2015)), después de haber experimentado el devastador ciclón del 4 de octubre de 2016, del cual aún no están completamente aliviados, teme terriblemente la pandemia del Covid-19. Temo una crisis humanitaria, una crisis alimentaria, el hambre. Y en este caso, es el más vulnerable, el más frágil, quien pagaría el alto precio, es decir: los niños, los niños de la calle, los ancianos…

Fotografía del obispo de Jérémie y el Papa Francisco
Fotografía del obispo de Jérémie y el Papa Francisco

¿Cómo está repercutiendo en quienes si pasan un día sin trabajar, no tienen para comer?

Aquí la gente vive día a día, sin refrigerador, sin cuenta bancaria. No tienen nada en casa. Tienen que salir todos los días para traer algo de comer en casa, cuando encuentran algo, porque a veces llegan a casa con las manos vacías. Entonces usted puede entender que quedarse en casa, incluso por un día, es casi suicida. Entonces  el gran desafío es encontrar una manera de ayudar a estas personas a respetar las instrucciones sanitarias para quedarse en casa para no contraer y propagar el Covid-19 y al mismo tiempo poder alimentarse…

¿Cómo lo está viviendo su diócesis? ¿De qué modo ha cambiado su rutina?

La Diócesis de Jérémie se esfuerza por vivir con esta nueva realidad, la amenaza de la pandemia Covid-19. Nuestras iglesias están cerradas. Los sacerdotes celebran solos, sin fieles. Los fieles siguen las celebraciones por radio diocesana en casa. Todas las reuniones se posponen para una fecha posterior que es difícil de arreglar, todas las reuniones se cancelan. Los sacerdotes en las 47 parroquias de la Diócesis permanecen en los presbiterios y se esfuerzan por seguir acompañando a los fieles como pueden. Pero esto complica una situación pastoral ya difícil en un contexto sociopolítico poco claro.

"Aquí la gente vive día a día, sin refrigerador, sin cuenta bancaria. No tienen nada en casa. Tienen que salir todos los días para traer algo de comer"

Un niño extrae agua de un pequeño pozo de agua limpia en Jérémie, Haití
Un niño extrae agua de un pequeño pozo de agua limpia en Jérémie, Haití

Faltando muchas veces el agua, ¿cómo se puede llevar a cabo la prevención contra el contagio?

La falta crónica de agua potable es un problema importante que hace que la población haitiana sea particularmente vulnerable a la amenaza de la enfermedad, lo que requiere que nos lavemos las manos regularmente. Ante tal amenaza, la perforación de pozos artesanos es realmente una emergencia, una prioridad para proteger y garantizar la salud de la población…

¿La Iglesia local tiene posibilidad de ayudar a la población?

La iglesia local, con sus escasos recursos o medios, se esfuerza por ayudar a la población tanto como sea posible. Pero la tarea es inmensa. A veces tenemos la sensación de ser impotentes. A través de las diferentes estaciones de radio diocesanas, la iglesia local se esfuerza por acompañar a la población y ayudarla durante este período particularmente difícil y prepararla para hacer frente a la pandemia Covid-19.

¿Qué ayuda le pide a la población y a la Iglesia españolas?

Sé que España está particularmente afectada por la pandemia Covid-19. Expreso mi cercanía espiritual y mi más profunda comunión fraterna con el pueblo español y la Iglesia de España. En estos tiempos difíciles de la pandemia Covid-19 que se está experimentando, puede parecer incoherente buscar ayuda en la población e Iglesia españolas.

Cantinas en una escuela de la diócesis de Jérémie, Haití
Cantinas en una escuela de la diócesis de Jérémie, Haití

A decir verdad, necesitamos ayuda especialmente para nuestras escuelas católicas, para ofrecer una cantina -menú de comedor- para estudiantes, acompañar a los niños de la calle, abrir una cafetería para las personas más vulnerables, más pobres, los ancianos que ya no pueden trabajar.

Por todo esto, cualquier ayuda de la Iglesia de España será bienvenida aquí, donde estamos de verdad materialmente y económicamente privados, mientras que más y más personas llaman a nuestra puerta cada día para pedir ayuda, especialmente alimentos.

Les expreso mi más profundo agradecimiento por cualquier ayuda que puedan brindarnos para ayudar a los más pobres, los más vulnerables y darles esperanza. Dios te lo devolverá cien veces más en gracias, favores, consuelos y bendiciones. Que Dios consuele al pueblo español librándolo de la pandemia Covid-19 y que apoye a la Iglesia de España en su trabajo de evangelización.

Alumnos de una escuela de la diócesis haitiana de Jérémie
Alumnos de una escuela de la diócesis haitiana de Jérémie

Ayuda a los niños de Jérémie

En 2017 viajé a Haití, a conocer los proyectos de reconstrucción de escuelas de la diócesis de Jérémie que la fundación Mensajeros de la Paz llevó a cabo con la ayuda económica del Ayuntamiento de Madrid, tras los destrozos que ocasionó el paso delhuracán Matthew. Pude conocer a monseñor Gontrand, observando de cerca el funcionamiento de una diócesis pobre, sin comodidades, donde algunos días la dignidad sobrevive en su mínima expresión ya que lo esencial (el agua, la comida) lo reparten entre los vecinos.

Enviar ayuda económica a esta diócesis es sencillo gracias a la colaboración de Mensajeros de la Paz, del padre Ángel, que recoge y envía las donaciones, para que lleguen a las escuelas de Jérémie. A los niños y a sus familias. Los datos son los siguientes:

Titularidad:fundación Mensajeros de la Paz.

Concepto: AYUDA JÉRÉMIE

Número de cuenta: ES21 0049 5104 11 2016063667

Monseñor Joseph en una escuela tras el Matthew
Monseñor Joseph en una escuela tras el Matthew

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