Invocar la mirada compasiva de Dios
El Obispo del Vicariato Apostólico San Francisco Javier expresando su cercanía y adhesión a esta iniciativa dijo que, esta Jornada de oración nos une y nos hermana a todos los creyentes para elevar juntos “nuestra voz a nuestro Dios, al Creador de todo cuanto existe, de esta maravilla que es obra de sus manos, para invocar su mirada compasiva y para que nos liberé de este esta pandemia que está ocasionando tanto sufrimiento, porque está cobrando miles de miles de vidas humanas y está dejando postergados en la pobreza a muchos miles más de gentes”.
Se ha generado una lógica de aprovechamiento
Asimismo, Monseñor Vizcarra señaló que, en esta Jornada nos hemos unido para pedir la paz, porque “la paz ha sido trastocada, todo lo que nos está sucediendo que ha alterado nuestra vida y que la sigue alterando – afirmó el Prelado – es el resultado de muchos años de intervención humana para construir unas relaciones, una organización social, económica y política que ha centrado todos sus esfuerzos e interés en un enriquecimiento y una capacidad de transformar y producir cada vez mayor”. Pero esta producción, precisó Monseñor Vizcarra, no ha tenido cuenta de las personas, sino que ha generado el enriquecimiento desmesurado. “A tal punto de que en este momento es 1% de la población mundial que acapara el 82% de la riqueza en el planeta”. Estas cosas han generado y siguen generando una lógica de aprovechamiento al máximo como si los recursos fueran inagotables sin tener en cuenta a la mayoría de la población, destruyendo, expoliando nuestro planeta y ocasionando tantos trastornos que estamos viviendo.
Que el Señor renueve nuestros corazones
El resultado de todo este proceso, para el Obispo del Vicariato Apostólico San Francisco Javier, ha causado la alteración de la paz en el mundo, por eso le pedimos al Señor la paz, pero “una paz que sea también como resultado de un cambio en nuestras conciencias en nuestros corazones, para poner al hombre en el centro, como Dios lo ha puesto como el administrador de esta maravilla que nos ha dado. Para que hagamos verdaderamente de la tierra hermana y madre nuestra, nuestra casa común, no un lugar del que nos aprovechamos, una despensa que vamos sacando de cualquier manera las cosas sino que es la casa en la que todos tenemos que habitar en armonía con la creación”.