"El abuso sexual de menores es un flagelo que destruye la vida de muchos" Obispos de Panamá: "La inauguración del Canal ampliado nos llenó de gozo y patriotismo"
(CEP).-Los Obispos de la Iglesia Católica en Panamá nos hemos reunido en la segunda Asamblea Ordinaria Anual, entre el 4 y el 8 de julio de 2016, para analizar, reflexionar e iluminar la realidad eclesial y social del país. Esto no hubiese sido posible sin el acompañamiento y la ayuda de muchos colaboradores y de quienes trabajan en los diversos servicios de la Conferencia Episcopal, así como de las personas que, por la naturaleza de su trabajo, nos ilustraron e hicieron valiosos aportes durante estos días.
Exhortación post-sinodal "La alegría del amor"
Agradecemos al Papa Francisco el regalo de su Exhortación post-sinodal que atinadamente tituló "La alegría del amor", en la que -al igual que sus predecesores- reconoce la complejidad de la vida familiar moderna, pero acentúa e insiste en la necesidad de que la Iglesia y sus ministros tengan una actitud pastoral de cercanía a las personas sin importar la situación en que se encuentren o lo alejadas que se puedan sentir de la Iglesia.
No es, pues, un texto teórico desconectado de los problemas reales de la gente y además recalca la belleza de la vida familiar, a pesar de todos los problemas. Una familia, destaca el Papa Francisco, significa ser parte del sueño de Dios, que se une a Él en la construcción de un mundo donde nadie se sienta solo.
La Exhortación, aunque parezca redundante decirlo, es Magisterio de la Iglesia, que no cambia su doctrina en cuanto al matrimonio y la familia, pero que estimula una nueva actitud y creatividad pastoral "con el deseo sincero de entrar en el corazón del drama de las personas y de comprender su punto de vista, para ayudarles a vivir mejor y a reconocer su propio lugar en la Iglesia". (AL 312).
Protegiendo "Nuestro Tesoro"
Con responsabilidad por el hecho de que algunos miembros del clero se han visto involucrados en actos contra la integridad de menores y personas vulnerables, hicimos público nuestro documento "Protegiendo Nuestro Tesoro". Se trata de un protocolo que da pautas para el procedimiento a seguir en estos casos de abusos, en el que reiteramos que tendremos tolerancia cero con quienes hagan tropezar a estos «pequeñitos» (Mateo 18,6).
El abuso sexual de menores es un flagelo que destruye la vida de muchos. Sus tentáculos han tocado a los más frágiles de nuestra sociedad, llegando a las escuelas, centros de atención de salud, cárceles, iglesias e incluso al seno familiar. Exhortamos a la comunidad a cuidar que estos hechos no se sigan dando y que nuestros jóvenes, niños y personas vulnerables puedan sentirse seguros en ambientes donde sean protegidos y respetados en toda su integridad.
Panamá en la Jornada Mundial de la Juventud
Desde Panamá una nutrida delegación viajará a encontrarse con el Papa y con todos los jóvenes del mundo en la Jornada Mundial de la Juventud, que se realizará en Cracovia, Polonia, del 25 al 31 de julio. Desde ya les damos nuestra bendición y deseamos que esta jornada aumente en ellos la alegría del Evangelio, y les llene de esperanza. Esta peregrinación la han venido preparando con mucho esfuerzo y sacrificio, y los más de mil jóvenes panameños se convierten en embajadores de la Iglesia panameña, testigos de una iglesia joven que opta por los jóvenes, constructores de una nueva civilización del amor.
Oramos para que esta experiencia del encuentro de los jóvenes del mundo sea un impulso renovador para la juventud panameña, que nos contagie y comprometa vivir la fe del encuentro con Jesucristo, que nos envía a ser discípulos misioneros.
Un Canal Ampliado para el bienestar del pueblo
La inauguración del Canal Ampliado con el tercer juego de esclusas fue un acontecimiento que nos llenó de gozo y patriotismo, por lo que ha significado esta obra en la historia de los panameños. Ahora tenemos el gran desafío de empinarnos por encima de las diferencias y las rivalidades, para aplomar el pie y el corazón sobre baluartes de soberanía, democracia y justicia social que nos permitan direccionar nuestros esfuerzos para construir el Panamá que todos queremos, sin exclusión de nadie, cerrando la escandalosa brecha entre los pocos que tienen mucho y los muchos que tienen poco.
Tenemos una oportunidad histórica por delante: lograr el CANAL PARA TODOS, -para campesinos, indígenas, afrodescendientes, mujeres, niños, jóvenes, adultos mayores y personas con capacidades especiales, en fin, para todos. Debemos hacer real y efectiva nuestra soberanía con el cultivo de un sincero amor a la Patria; con la consolidación de nuestra cultura, con la integración de las áreas revertidas, dándole un mayor uso social, y el manejo transparente de la vía interoceánica y las ganancias que genere, permitiendo inversiones en temas vitales como educación, salud, trabajo, y ofreciendo mayores oportunidades a quienes se mantienen excluidos del desarrollo nacional.
Urge el uso responsable de las redes sociales
El acceso a las redes sociales trae consigo una responsabilidad por el otro que no vemos, pero que es real y tiene una dignidad que debe ser respetada. Las redes pueden ser bien utilizadas para hacer crecer una sociedad sana y abierta a la puesta en común. Por ello, animamos a los que habitamos este continente digital, a que seamos garantes de la verdad, de la dignidad de la persona y del bien común. Usemos este recurso como instrumento que favorezca el encuentro y el bien de la sociedad, evitando las polarizaciones y divisiones, las polémicas y los linchamientos morales, y toda forma de violencia y discriminación.
No podemos seguir con las prácticas negativas de subir grabaciones, comentarios e imágenes que atentan contra la dignidad propia y de otros, sin ningún tipo de discernimiento ni caridad. Seamos custodios de la verdad, especialmente quienes somos generadores de opinión y evitemos "retwittear" o colocar en las redes contenidos que no aportan ni edifican a la sociedad y hacer eco de los mismos en los diversos medios de comunicación social.
Sí a la educación sexual positiva y prudente
La Iglesia tiene más de 50 años, desde el Concilio Vaticano II, defendiendo el derecho de los niños y adolescentes a la educación, incluyendo una educación sexual adecuada a su edad, que haga de cada persona un ser humano. (Declaración Gravissimum educationis sobre la Educación cristiana, 1).
Más recientemente el Papa Francisco en su Exhortación apostólica "La alegría del amor" (280-286), ha dejado claro que esta educación sexual debe ser entendida en el marco de una educación para el amor, cuidando un sano sentido del pudor, que no se reduzca a simple información o a recomendaciones para "cuidarse y practicar el sexo seguro", e incluya el respeto y la valoración de las diferencias del modo de ser masculino y femenino.
La Iglesia siempre ha afirmado que los padres tienen el deber y el derecho de ser los primeros y principales e insustituibles educadores de sus hijos, también en el plano sexual y moral.
Compartimos con la sociedad panameña la inquietud por el contenido de un anteproyecto de ley sobre este tema que está próximo a ser discutido en segundo debate en la Asamblea Nacional. Teniendo en cuenta los interrogantes e inquietudes que el proyecto ha suscitado en amplios sectores de la sociedad, hacemos un respetuoso llamado para que esta iniciativa sea bajada a primer debate, con el fin de escuchar las propuestas de los distintos sectores y lograr los consensos necesarios que permitan una educación sexual profunda e integral, sin que se violente la dignidad de nuestra niñez y juventud con nociones reduccionistas de una sexualidad banalizada y empobrecida.
No podemos aceptar experimentos que han fracasado en otros lugares, pero tampoco podemos desconocer que tenemos que actuar como sociedad ante la asfixiante situación que viven nuestros niños y niñas, bombardeados por un entorno hedonista y procaz, que, desde la música, los programas televisivos, la prensa sensacionalista, el ciberespacio cargado de pornografía, y las propuestas publicitarias basadas en clichés eróticos, invitan a la sensualidad y al placer sin convicción, responsabilidad ni amor fecundo.
Por eso invitamos a todos, padres de familia, pedagogos, profesionales de la salud, consejeros, fieles de todas las denominaciones religiosas, y muy especialmente a los jóvenes -quienes tienen derecho a ser escuchados sin que se les manipule- para que juntos encontremos respuestas desde nuestra realidad y nuestra identidad como nación, entendiendo que toda ley de educación sexual pasa por la obligación de legislar en favor de la familia como institución.
Al escuchar los debates donde han opinado diversos sectores, podemos decir que todos estamos de acuerdo en que es necesaria la educación sexual, pero debemos buscar consensos en cuanto al qué y cómo se debe impartir y las competencias de los involucrados en esta enseñanza.
Ojalá que defender la familia generara la misma pasión de todos los sectores, porque es en ella donde están los verdaderos problemas sociales y es reforzándola donde podemos dar las soluciones permanentes.
Renovamos nuestra vocación de servicio a nuestros hermanos y al bien común del país que encomendamos a Santa María La Antigua la que siempre nos acompaña en nuestro caminar.