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El obispo de San Isidro, monseñor Oscar Vicente Ojea, centró su reflexión dominical en cómo sanar al mundo tras la crisis sanitaria, sobre la base de la catequesis que el papa Francisco del último miércoles, en la que evidenció su preocupación por la falta de protección de los más débiles y sostuvo la necesidad de priorizar la opción preferencial por los pobres.
"En medio de esta cultura tan individualista en la que vivimos, el papa (emérito) Benedicto nos ha enseñado que la fe nos libera del aislamiento del yo”, recordó y subrayó la centralidad de los pobres en la fe cristiana, afirmando: “Si tenemos fe verdadera nos comprometemos con Cristo pobre. Él se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza”.
El obispo sanisidrense invitó a observar como cristianos, el lugar que tendrán los pobres en la reconstrucción tras la pandemia: “¿Verdaderamente se los vas tener en cuenta cuando llegue la vacuna? ¿O la vacuna se va a hacer propiedad de una nación, de una empresa?”, preguntó.
Al invitar a reflexionar sobre la inclusión de los pobres en la reconstrucción de la nueva etapa que se avecina, el prelado expresó: “¡Qué bueno sería rescatar empresas e industrias con estos criterios que anunció hace pocos días el papa Francisco en su catequesis!, que puedan ser inclusivas de los pobres, que promuevan a los últimos, que puedan trabajar por el bien común y que además contemplen el cuidado de la casa común”.
“Que la opción por los pobres sea el centro de nuestra preocupación, en esta nueva etapa que tenemos que vivir; ya que la pandemia ha desnudado nuestra debilidad frente a la enfermedad y a tantos malos sociales y espirituales”, concluyó.