Promover la integración y unidad familiar
"Nos complace que el Comité Judicial de la Cámara de Representantes haya dado este importante paso, dando a muchas personas indocumentadas la oportunidad de recibir un estatus legal y un camino hacia la ciudadanía. Es un hito fundamental para muchas familias y para el bien común". Los Prelados recuerdan entonces haber abogado "durante décadas por reformas que promuevan la integración y la unidad familiar", porque "no podemos persistir en relegar a los márgenes a los inmigrantes, que son miembros de nuestra sociedad, especialmente cuando dependemos de tantos de ellos para nuestro bienestar colectivo".
Una reforma que reconozca y respete la dignidad
"Mientras seguimos trabajando por una reforma más completa de nuestro sistema de inmigración, una reforma que reconozca y respete la dignidad que Dios ha dado a cada persona – continúa la nota episcopal – acogemos con satisfacción este paso crucial". Se pide tanto a la Cámara de Representantes como al Senado que incluyan las disposiciones establecidas en el proyecto de ley de reconciliación final, al tiempo que se insta al Congreso a aprobar "una legislación que ayude a todos los marginados de nuestra sociedad, fortalezca a las familias, proteja la libertad religiosa, promueva el cuidado de la Creación y respete los derechos y la dignidad de toda vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural".