La secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina ensalza el valor del diálogo social Emilce Cuda: "Tenemos que organizar la esperanza en un mundo en el que hoy la lucha es por la vida"
"Las cosas no están perdidas, solo tenemos que ser creativos para saber qué hacer, como dice el papa Francisco". Así comenzó Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, su conferencia sobre El magisterio del papa Francisco sobre el trabajo, desarrollada este mediodía en el Instituto Superior de Pastoral de Madrid, dentro del Aula Rovirosa-Malagón
"Hoy estamos en retroceso en la lucha de los trabajadores por los derechos, por eso el Papa habla de descartados", afirmó la miembro de la Pontifica Academia de Ciencias Sociales y de la Pontificia Academia para la VidaDestacó la teóloga argentina el papel del diálogo social, "que no es entre amigos, y que aparece ya en Fratelli tutti", señaló.
"Las cosas no están perdidas, solo tenemos que ser creativos para saber qué hacer, como dice el papa Francisco". Así comenzó Emilce Cuda, secretaria de la Pontificia Comisión para América Latina, su conferencia sobre El magisterio del papa Francisco sobre el trabajo, desarrollada este mediodía en el Instituto Superior de Pastoral de Madrid, dentro del Aula Rovirosa-Malagón, una iniciativa que es fruto de la colaboración entre la Fundación Rovirosa-Malagón (impulsada por la HOAC), y el centro académico de la Pontificia de Salamanca.
Enmarcó Cuda su conferencia "en el contexto sinodal en el que estamos ahora para escucharnos, más que para adoctrinar a la gente", empezando por aclarar que, "para entender el magisterio social del papa Francisco, hay que decir que no es la teología de Francisco o el magisterio social de Francisco, sino el magisterio de la Doctrina Social de la Iglesia desde su primer encíclica, la Rerum Novarum", haciendo para ello un breve repasode los fundamentos pontificios desde la encíclica de León XIII hasta llegar a la aportación del primer Papa latinoamericano a ese corpus magisterial en relación con el mundo del trabajo.
Destacó la teóloga argentina el papel del diálogo social, "que no es un diálogo entre amigos, como aparece ya en Fratelli tutti", señaló. "Para que haya ese diálogo hay que tener organizados a trabajadores y empresarios", abundó, pero "todos sentados a la misma mesa", en lo que se convierte en "una opción con los pobres", a los que se reconoce "como interlocutores válidos, y no sólo para escucharlos, sino para tomarlos en cuenta a la hora de tomar decisiones".
Retroceso en la lucha por los derechos
"Hoy estamos en retroceso en la lucha de los trabajadores por los derechos, por eso el Papa habla de descartados", afirmó la miembro de la Pontifica Academia de Ciencias Sociales y de la Pontificia Academia para la Vida, recordando la cuestión del acceso universal a los bienes.
"Este diálogo social requiere de la solidaridad, de lo contrario no es un diálogo social", enfatizó, recalcando que "ahora en el siglo XXI, lo que era una lucha por los derechos se está volviendo una lucha por la vida".
En el siglo XXI, el escenario cambia, el mercado prescinde de trabajadores, en una realidad en la que se ubica el magisterio social de Francisco, señaló Cuda, subrayando que en la obra del Papa, la culpa ya no es de los empresarios, "sino de un sistema económico que mata, lo que es un gran avance".
Crisis institucional
"El problema no es solo qué vamos a tener qué comer, sino de crisis institucional y la religión empieza a ocupar el espacio de la política y la política se vuelve religiosa, por eso vemos a los actuales líderes políticos haciendo campaña en torno a los símbolos religiosos", apuntó Cuda.
"Hoy volvemos a atemorizarnos, a encerrarnos y luego vienen a ofrecernos las falsas místicas de salvación comunitaria", señaló citando el magisterio de Francisco, a lo que se suma "que no solo es el grito de los pobres, sino también de la tierra el que estamos escuchando", por eso, prosiguió, "esta nueva doctrina social pasa también por el cuidado de la casa común", recogida en la encíclica Laudato si', para entrar "en la lógica del cuidado".
La pastoral social del siglo XXI
"Para una pastoral social en el siglo XXI hay que ubicarse en el siglo XX para no repetir esas mismas categorías, porque estamos en un cambio de época, como dice Francisco", afirmó la académica. "Ya no hay partidos políticos, hay movimientos, porque la gente se une, pero no se suma a una estructura partidaria", señaló, ubicando ahí la aparición de "los movimientos populares, que es una cosa distinta de los partidos".
Cuda apeló en su alocución a la importancia de la organización comunitaria, porque "el diálogo social es el camino para conseguir cosas, a través de él se puede cambiar este modelo en el que estamos", que aparece recogido en Fratelli tutti, "con muchas comunidades organizadas en red, una comunidad de comunidades", aunque, advirtió, "ojo con los acosos y la trampa de la falsa mística comunitaria".
Este magisterio social de Francisco hay que entenderlo, afirmó Cuda, en "un contexto social, productivo y tecnológico". "Tenemos que organizar la esperanza", señaló, citando a Francisco, "y eso es algo que están haciendo con nuestra gente, pero no es la Iglesia católica" quien lo está haciendo, advirtió la teóloga. "Tenemos que organizar la esperanza en un mundo donde, si en el siglo XX había una lucha por los derechos, hoy es una lucha por la vida", concluyó la experta.