Del 2 al 8 de febrero de 2020: “Desde los Pobres seguimos andando nuestras Historias. Luchas, Pasiones, Resurrecciones” ¿Qué son los Seminarios de Formación Teológica? Reflexiones teológicas desde, por y con los sectores populares
Cientos de participantes (y en varias ocasiones más de mil) se dan cita anualmente para la semana durante la que transcurren las actividades del SFT, entre enero y febrero
Se trata de comunidades eclesiales de base que leen la Biblia y celebran su fe articuladamente con su compromiso social y político
Una experiencia inédita en nuestro país por su metodología, por sus protagonistas, por su extensión en el tiempo y la dimensión cuantitativa de la participación que se da en su seno
"Los SFT son más un acontecimiento que una institución, se estructuran como una experiencia de ‘momento fuerte’, localizada pero no fijada, con trayectoria y memoria pero ‘reinventada’ cada vez"
Una experiencia inédita en nuestro país por su metodología, por sus protagonistas, por su extensión en el tiempo y la dimensión cuantitativa de la participación que se da en su seno
"Los SFT son más un acontecimiento que una institución, se estructuran como una experiencia de ‘momento fuerte’, localizada pero no fijada, con trayectoria y memoria pero ‘reinventada’ cada vez"
| Coordinación Seminario de Formación Teológica
En la ciudad de Quilmes y bajo el lema "Evangelización y opción por los pobres" el SFT comenzó a dar sus primeros pasos en el año 1986. Fue el primero de los más de treinta años de reflexiones teológicas realizadas desde, por y con sectores populares. Desde entonces, cientos de participantes (y en varias ocasiones más de mil) se dan cita anualmente para la semana durante la que transcurren las actividades del SFT. Por lo general esto acontece entre la última semana de enero y la primera de febrero.
Esta perspectiva popular conjugada desde la categoría teológico-pastoral de la "opción por los pobres" se constituyó en un signo original de identidad del espacio en nuestra iglesia en Argentina. La gran impronta que el SFT ha querido darle a la reflexión y praxis de las personas y comunidades eclesiales participantes a lo largo de su historia es nada más ni nada menos que el fruto más original de la praxis pastoral y la reflexión teológica latinoamericana: la opción por los pobres. Al repasar los diversos temas o lemas convocantes y recorriendo las actividades y metodología propuestas por el SFT a lo largo de sus años de vida, el gran denominador común que se repite como estribillo es la opción por los pobres. Se trata sin duda de una experiencia inédita en nuestro país por su metodología, por sus protagonistas, por su extensión en el tiempo y la dimensión cuantitativa de la participación que se da en su seno: cientos de personas reflexionando comunitariamente según sus ámbitos de inserción social y/o pastoral y trabajando ejes comunes durante siete días consecutivos.
La experiencia de los SFT propone a la reflexión un acontecimiento y una "masa significativa" de hechos y narraciones que, por un lado, se inscriben en la importante tradición latinoamericana de Iglesia que opta por los pobres, de comunidades eclesiales de base que leen la Biblia y celebran su fe articuladamente con su compromiso social, de experiencias de pastoral popular y compromiso socio-político, etcétera.
El SFT hace su propia presentación: "Los SFT son más un acontecimiento que una institución, se estructuran como una experiencia de ‘momento fuerte’, localizada pero no fijada, con trayectoria y memoria pero ‘reinventada’ cada vez. Estas son, a la vez, límites y posibilidades de una experiencia sui generis en muchos sentidos. Esto configura las características de cualquier intento de reflexionar sobre su realidad, sus alcances, sus posibilidades, sus limitaciones y su futuro. Esta condición de ‘vitalidad’ no se refiere únicamente al hecho que sigue realizándose, sino principalmente a la capacidad de renovación, movimiento y permanente mutación que tienen los seres vivos. Esta es una consideración significativa para entenderlo. Con sus lógicas consecuencias. El intento de formular una descripción del Seminario, es casi como fotografiar un ave en vuelo: es seguro que un instante después ya no estará en el mismo lugar".
La propuesta del SFT desborda lo que puede ser un curso o un congreso, asumiendo más bien las características de una construcción teológica colectiva, popular y participativa, un ámbito en movimiento animado por la búsqueda y las preguntas, una reflexión desde la vida y hacia la vida, un espacio de fiesta donde confluyen las luchas cotidianas y renacen las esperanzas utópicas para "seguir andando nomás".
Una teología con rostro propio
Por varios motivos el SFT se constituye en un espacio de contornos muy originales. Uno de los elementos inéditos es el perfil de la teología que brota de estos encuentros anuales. Claro que podría también hay otros elementos originales tales como la pluralidad de los participantes, la metodología propuesta, el trabajo a nivel publicaciones, la apertura a otros "relatos" que van más allá de lo teológico, o la estructuración "desestructurada" de la propuesta, entre otras cosas. Sin embargo, creemos, que la concentración en el perfil teológico del SFT es un lugar de síntesis, donde también se expresan muchos de los elementos antes mencionados. Queremos compartir algunas características de la propuesta teológica vivida en el seminario que configuran este perfil original.
Una teología no académica: por lo general cuando se habla de teología (¡la sacra doctrina!) la referencia a la academia, la biblioteca y las publicaciones "serias" es casi inmediata. El SFT es claramente un ámbito no académico, aunque cuenta con participantes y/o animadores formados en esos ámbitos. Mientras la academia, por lo general, se caracteriza por la "transmisión", la categoría para ilustrar la dinámica del SFT es más bien la "construcción".
Una teología laical: el SFT es una propuesta hecha fundamentalmente por laicos, hacia los laicos. Por supuesto que la participación está abierta a las diversas formas de vida eclesial (sacerdotal y religiosa, entre otras), pero el perfil teológico asume claramente rasgos laicales.
Una teología para vivir: tal como hace décadas reclamaba Karl Rahner, una teología que responda a las interpelaciones de la vida. Una teología que brota desde la vida y se proyecta hacia la vida. El perfil teológico del SFT se direcciona claramente en esta línea.
Una teología contextual: lejos de una abstracción generalizante, la teología se hace desde un lugar. La preposición locativa (el "desde") cobra una relevancia sustantiva tornándose fundamental al hacer teología. El "desde" del teologizar del SFT es claramente un lugar geográfico que asume los rasgos de lugar teológico: la realidad argentina y latinoamericana. Desde esta perspectiva político-económica y socio-cultural se rumia la fe y los contenidos propios de la revelación cristiana.
Una teología narrativa: recorriendo los grupos de reflexión de los participantes del SFT uno podía darse cuenta que la gente contaba historias, narraba su vida. Pero se trataba de un narrar teológico (o más bien teologal) donde uno podía percibir el misterio de Dios asomándose en las tantas experiencias de vida, de lucha, de sueños y búsquedas que los participantes ponían en común. Frente al primado del logos-razón tan propio de la teología académica, la fundamentalidad del logos-narración. Se trata de otra lógica, otra matriz comunicativa y de sentido mucho más cercana a los evangelios que a los manuales de dogmática.
Una teología oral: la oralidad, en correspondencia con la narratividad, es otro de los rasgos característicos de la propuesta teológica de los SFT. La transmisión teológica se realiza por la palabra pronunciada personal y comunitariamente. Los textos son importantes, pero junto a los textos de la revelación, están los textos de los testimonios vitales, las narraciones de historias acompasadas por el Espíritu que da vida.
Una teología plural: la experiencia propuesta por el seminario, si bien tiene un perfil e identidad clara, no acota o reprime la expresión teológica de los participantes. Desde diversas comunidades eclesiales y realidades sociales se proclama la buena noticia liberadora. Se trata de una teología que es como un tapiz multicolor, con una diversidad de tramas en su contextura, tamaño y color. La expresión teológica del SFT es plural. Todos estamos habilitados a decir una palabra sobre Dios.
Una teología colectiva: con esta impronta nos conectamos con los orígenes mismos del teologizar, del hablar "de", "a" o "con" Dios. Al estudiar las Sagradas Escrituras, descubrimos en la historia de la redacción de los textos bíblicos que la mayoría de ellos ha sido construcción colectiva fruto de una experiencia de Dios comunitaria, popular. Esta particularidad se manifiesta, por ejemplo, en que encontramos en el mismo libro matices que expresan la pluralidad de miradas de lo divino dentro, por supuesto, de la unidad del texto sagrado.
Una teología eclesial: los SFT se realizan siempre en las diócesis donde cuenta con el apoyo del obispo. Descubrimos en este modo de hacer teología una voluntad de comunión eclesial sincera y profunda. Junto a esta radicación eclesial de la experiencia, encontramos entre los participantes, personas y comunidades con los más diversos dones, ministerios, carismas, estados y estilos de vida, etcétera. Es una pequeña parábola de la pluralidad de la Iglesia, pueblo de Dios.
Una teología transgeneracional: estamos acostumbrados a que la teología sea hecha por adultos. En el SFT se verifica un teologizar transgerenacional que atraviesa y contiene la vida de jóvenes, adultos y ancianos. Todos ellos hacen teología juntos. A la vez que ponen su experiencia de Dios en palabras, cada generación abreva en la experiencia de la otra produciéndose una interfecundación teológica singular.
Una teología espontánea: a la sombra del árbol o al calor del sol, al ritmo del mate, los bizcochos y las tortas fritas, lejos de las formalidades y acartonamiento propio de la academia, se va construyendo teología; una teología que es la amplificación de la historia de amor entre Dios y su pueblo.
Una teología práxica: más que hablar de teología práxica, podríamos hablar de teopraxis. Se trata no sólo de hablar de Dios, sino de "practicarlo". La teología se proclama como "reverberación de" y a la vez "interpelación a" la praxis. Fundamentalmente de la praxis evangélica transformadora que tiende a acoger constructivamente el reino de Dios en la historia. Una teología que viene del Logos-Palabra pero que también se expresa como Logos-Verbo (ver Jn 1, 1): en la acción.
Una teología estética: la oralidad, la narración, la canción inclusive, son caminos de comunicación teológica. En el SFT se perciben también otros caminos de comunicación teológica: las producciones simbólicas, las representaciones, las manifestaciones artísticas, los gestos, la danza y la fiesta, etcétera. Todo ello como reverbero expresivo del misterio de Dios en la vida personal y comunitaria.
Una teología en diálogo interdisciplinar: Desde esta matriz interdisciplinar surge la propuesta de construcción teológica para los participantes, quienes también se apropian de ella desde su propia mirada. Junto a la mirada teológica de los temas tratados durante el SFT, se contempla también la mirada desde la perspectiva socio-política y económica.
Una teología ecuménica: el teologizar de los SFT tiene por objeto a temas radicales y fundantes del misterio cristiano y humano: la comunicación de la experiencia de fe, la materialidad de la vida, la vida abundante, la comunión, la historia, la espiritualidad y la vida, Jesús vivo, el jubileo, la política y el poder, el encuentro de los pueblos, la construcción de "otro" país, etcétera. De este modo, tecnicismos propios de la teología académica quedan descartados como propuestas para el camino teológico de los seminarios. El ecumenismo teológico y la perspectiva universal se expresan también en que los SFT fijan su mirada en el único sacramento universal de salvación (tanto para cristianos como no cristianos): los pobres, los hermanos excluidos, desechos de la historia que son puestos en el centro del pensar y del vivir en los SFT.
Se trata de un teologizar de rasgos evangélicos y eclesiales que infunde un poco de aire fresco a muchas personas y comunidades frente al muchas veces esclerotizado discurso teológico de la jerarquía eclesiástica. Esto, indudablemente, es un motivo para valorar positivamente esta propuesta y dar gracias por ella.
Por todo ello, desde el 2 al 8 de febrero de 2020 nos estaremos encontrando en El Carmen, San Salvador de Jujuy, bajo el lema: “Desde los Pobres seguimos andando nuestras Historias. Luchas, Pasiones, Resurrecciones”, y así juntos compartir y celebrar la vida.
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