El caso de Ernest Johnson
Está previsto que la sentencia se ejecute el 5 de octubre mediante inyección letal en la prisión de Bonne Terre. El hombre, de 61 años, fue condenado a muerte por matar a tres personas en 1994 durante un asalto a un supermercado. Sus abogados piden que no se ejecute la sentencia de muerte porque tiene discapacidades intelectuales. Sin embargo, el Tribunal Supremo de Missouri dictaminó el mes pasado que el hombre no tiene tales discapacidades.
Emanuel Cleaver and Cori Bush argued that executing Ernest Johnson, who was convicted of killing three people in 1995, would be a “grave act of injustice.” https://t.co/hwgd1jDuai
— The Kansas City Star (@KCStar) October 1, 2021
Reconocer la dignidad inalienable de la persona
En su carta al gobernador de Missouri, el nuncio estadounidense subraya que no se debe "olvidar la humanidad". Y cita un pasaje de la encíclica del Papa Francisco, Fratelli tutti: "No desahoguéis el ansia de venganza contra las atrocidades de los pecadores, sino volved vuestra voluntad a curar sus heridas". Recordando que el Estado de Missouri ha adoptado posiciones valientes en apoyo de la dignidad de la vida, el nuncio escribe finalmente que rechazar la aplicación de la pena de muerte en el caso de Johnson sería "un reconocimiento igualmente valiente de la dignidad inalienable d e la persona humana".
Ejecuciones en Estados Unidos durante la pandemia
Si se lleva a cabo, la pena de muerte prevista para el 5 de octubre será la segunda en Missouri durante la pandemia de Covid. La mayoría de los demás estados las han suspendido. El pasado mes de mayo, Missouri fue el primer estado del país en condenar a muerte a un preso durante la pandemia. Sólo le siguió Texas y una serie de ejecuciones por parte del gobierno federal.