San Alberto Magno, religioso dominico, obispo y doctor de la Iglesia, maestro de Santo Tomás de Aquino. El estudio y el conocimiento de diversas ramas del saber, hacen de san Alberto un referente para quienes tienen el deber de enseñar.
He visitado varias veces su tumba en la iglesia de San Andrés en Colonia, tumba austera para un gran teólogo. Dice que él mimo la mandó construir y que cada día rezaba ante ella el oficio de difuntos. La Providencia me ha permitido viajar acompañado con la audición del Oficio de Difuntos y Misa, ofrecida por Radio Clásica, en homenaje a los fallecidos recientemente por la DANA. En canto gregoriano, los melismas serenos me sirvieron para unirme espiritualmente a tanto dolor. El locutor, que ofrecía la traducción de los textos, llamaba finalmente a la esperanza, porque los muertos viven de otra manera, a ellos les deseamos la luz eterna y la paz permanente. Cada día se nos encoge el corazón ante noticias violentas, como la muerte del P. Franciscano en el Monasterio de Santo Espíritu (Valencia).
Una llamada que hace la Iglesia a los sacerdotes y consagrados es la formación permanente, que no solo significa estudiar, sino crecer en todos los aspectos de la vida. Este día todos tenemos la llamada a crecer en maduración personal.
Lee algún libro que te ayude a crecer personalmente.