"Su estado general es un poco estancado, le falta dinamismo" ¿Qué Iglesia se va a encontrar el papa Francisco en su viaje a Portugal?
“Entre los puntos más positivos, me parece justo subrayar, de lo que nadie dudará, el papel social que juega la Iglesia para con los más vulnerables”
“Quiero subrayar que la Iglesia católica sigue siendo una realidad pública reconocida incluso por los medios de comunicación”
“La práctica religiosa tiende a caer por la secularización y también por la forma de celebración. Necesitamos, también a este nivel, una reforma profunda”
| Anselmo Borges Padre y profesor de Filosofía
A pocos días del inicio de la Jornada Mundial de la Juventud, dejo aquí, también en base a preguntas de periodistas, incluso extranjeros, algunas notas dispersas sobre la Iglesia en Portugal.
Genéricamente diría que su estado general es un poco estancado, le falta dinamismo. Entre los puntos más positivos, me parece justo subrayar, de lo que nadie dudará, el papel social que la Iglesia juega para los más vulnerables, concretamente a través de las IPSS (instituciones privadas de solidaridad social), insustituibles, pero también a través de otras instituciones como el Banco de Alimentos, las Conferencias Vicencianas de San Vicente de Paúl… La Iglesia también juega un papel importante y decisivo en la salvaguarda de valores esenciales, como la familia, la dignidad humana, la solidaridad…
Aspectos negativos. Escaso dinamismo pastoral, un clero envejecido… Destaco que la Universidad Católica de Portugal, con su Facultad de Teología, debe desempeñar un papel más activo y dinámico en la evangelización y en cuanto a las cuestiones éticas, es decir, la bioética...
Reconocida por los medios
Quiero subrayar que la Iglesia católica sigue siendo una realidad pública reconocida incluso por los medios de comunicación.
En este contexto, es importante presentar datos estadísticos. Según el Censo de 2021, los católicos constituyen la gran mayoría de la población: el 80,2% se declara católico (en 2011, eran el 88%); El 14% dice no seguir ningún credo religioso. Otro estudio, de 2022, sobre “Los jóvenes, la fe y el futuro” revela que el 56% de los jóvenes entre 14 y 30 años se declara católico y el 34% dice rezar regularmente y participar en celebraciones. Mariano Delgado, director del Instituto para el Estudio de las Religiones y el Diálogo Interreligioso de la Universidad de Friburgo/Suiza, señala que “casi ningún otro país europeo tiene estadísticas tan favorables para la Iglesia católica”. Cabe señalar, por ejemplo, que, según una encuesta reciente, más de un tercio de la población italiana, el 37%, se declaran “no creyentes”.
Por supuesto, la práctica religiosa tiende a caer debido a la secularización y también a la forma de celebrar. También en este nivel, necesitamos una reforma profunda. Las celebraciones tienen que ser más animadas, ya que corren el riesgo de convertirse en un ritual seco. Las homilías son generalmente un desastre. En este contexto, creo que obispos y sacerdotes deberían aceptar el desafío de ir al otro lado, es decir, disfrazados, asistiendo a los fieles para sentir lo que se llevan de estas celebraciones, tomando conciencia de un cierto vacío.
Entre los mayores desafíos está, ciertamente, una creciente secularización, en el sentido de que la religión ya no es tan decisiva como lo era para la autocomprensión y realización de las personas en los diferentes ámbitos de la vida. Así, cada vez hay menos matrimonios por la Iglesia y aumenta el número de divorcios… El Estado ha legalizado el aborto, acaba de legalizar la eutanasia activa…
Pero estoy convencido de que la Iglesia todavía encuentra un lugar en el mundo moderno, un lugar central, ya que es la portadora del mensaje decisivo del Evangelio, la mejor noticia que la Humanidad ha escuchado a lo largo de su Historia. Como dice la palabra Evangelio, que viene del griego: buena noticia y de felicitación. Jesús dio a la humanidad el Evangelio, esta buena y congratulatoria noticia: Dios es bueno, es Padre y Madre, ama a todos sus hijos e hijas y su mayor interés es el gozo, la felicidad, la plena realización de todos. Por tanto, la Iglesia lleva consigo no sólo el mandamiento de Dios de la justicia y la paz, sino también el mensaje del sentido último de la existencia: no caminamos hacia la nada, sino hacia la plenitud de la vida en Dios.
La sacudida de los abusos sexuales
Por tanto, la transformación de la Iglesia sólo puede tener lugar verdaderamente si todos, empezando por los obispos, los sacerdotes, los cardenales, se preguntan: ¿realmente creo en este mensaje?, ¿es bueno para mí?, ¿para mí? De hecho, solo si lo considero existencialmente bueno y feliz para mí, podré entregarlo con confianza también a los demás.
Naturalmente, la confianza en la Iglesia se vio sacudida por los abusos sexuales. Como dice un estudio recién publicado, el 68% de los portugueses piensa que la imagen de la Iglesia se agravó en el último año precisamente por tener que lidiar con los resultados de la investigación por abuso sexual. Al mismo tiempo, el estudio muestra que el 72% pensó que era bueno o incluso muy bueno que la Conferencia Episcopal Portuguesa creara la Comisión Independiente para un estudio independiente de los abusos de la Iglesia desde 1950, pero el 42% piensa que la misma Conferencia Episcopal respondió mal o muy mal a los resultados obtenidos por la Comisión, mientras que el 33% piensa que su actuación no fue “ni buena ni mala”.
JMJ: "Un impacto más positivo que negativo"
En otra encuesta sobre la confianza en las instituciones, en relación a la Iglesia Católica el 42% dice que tiende a confiar y el 53% tiende a desconfiar.
Es importante señalar que forma parte del programa de la visita del Papa Francisco para presidir la Jornada Mundial de la Juventud, un encuentro con un grupo de personas abusadas.
Significativamente, esta misma encuesta muestra que el 79% cree que la Jornada Mundial de la Juventud, con la presencia del Papa Francisco, tendrá un impacto más positivo que negativo. Personalmente, también pienso que, con la presencia de más de un millón de jóvenes venidos de todos los continentes y de casi todos los países, de diferentes colores, lenguas, culturas y credos, podría constituir una especie de microensayo de cómo un mundo en el diálogo, en la justicia y en la paz es posible.
Etiquetas