¡Justicia!

Pues hay muchos que claman a Dios

Y parece que Él no les hace ni p. caso.

Pasean sus estatuas por las calles,

Hacen penitencias y ayunos,

Atraviesan hogueras y se clavan cuchillos en la frente,

Rezan y rezan y rezan

Plegarias incontables.

Y Dios calla.

Igual está creando universos paralelos,

Igual cambió de canal en la programación del mundo

Harto de los humanos que le salieron malos

Siempre autodestruyéndose,

Siempre escribiendo historias sangrientas.

Por eso muchos dejaron de clamar.

Se arrastran simplemente por la vida

Pensando que están solos en este lozadal.

Y sin embargo

Hay un grito silencioso que retumba

En las bóvedas invisibles del mundo.

El grito de los oprimidos por poderosos,

El grito de las mujeres con velos y sin velos,

El grito de los niños  abusados,

Y de aquellos que incluso no llegaron a nacer.

Gritos de los que mueren absurdamente en guerras inacabables,

Gritos de los que viven presos a adiciones destructivas,

grito de los que trabajan como negros, con perdón de la frase hecha,

y ganan una miseria,

Gritos ante las arenas movedizas del cáncer,

Gritos por aquel accidente de tren  que se llevo a 80 personas…

Gritos y gritos y gritos para Dios sordo.

Grito del Crucificado: "Padre, Por qué me has abandonado?"

Y solo responde el viento

La historia es un tribunal de justicia que no funciona

Donde mueren y sufren muchos buenos, inocentes y débiles.

Y ganan los malos, poderosos, hijos de la gran puta.

Como le pasó a Jesús.

Y sin embargo, yo creo que Dios hará justicia.

Y el día que caiga el velo de este mundo

Llegará un juicio justo y rápido.

Porque ese era el sueño de Dios que no fue cumplido.

Y el ahora calla.

Pero hablará.

Hablará. Y por fin

Habrá justicia.

Y Resurrección.

Y vida.

AVISILLOS.

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