Cuando llega el olor a tierra mojada y los árboles comienzan a agitarse como perros que van a salir a cazar se presiente la tormenta. Las ratas de los barcos se lanzan por la borda cuando adivinan el próximo hundimiento. Los animales se revuelven inquietos ante el terremoto inminente. Cuando llega la primavera en Jerusalén se prepara la tragedia.

Jesús advierte a los suyos, que viven en la inopia, que pronto llegará el tsunami de la Pasión que arrasará con sus espejismos de triunfo y de gloria. Dios es un experto dramaturgo al que le encantan los giros de guión y pasa  de unas palmas y olivos del Domingo de Ramos, a una traición, juicio amañado y muerte terrible en 5 días.

Hay público expectante que quiere ver a Jesús y él se les muestra como el grano que muere y se entierra para dar mucha vida a los demás. Algunos desearían un Cristo triunfante y glorioso, Rey de las Naciones que apisona a los herejes y ateos con la fuerza de su poder. Sin embargo Jesús sigue mostrándose al mundo desde la cruz, el desvalimiento, el sacrificio por los demás, el Amor verdadero que se sabe valiente y se comparte, aunque duela y mucho.

Siempre me llamó mucho la atención este Jesús angustiado, que llora y se muestra roto ante lo que se le viene encima. Él se sabía en las manos de su Padre pero eso no le quitaba sufrimientos y miedo. Por eso quizá debiéramos ser más comprensivos con el dolor de la gente que no se quita por mucha agua bendita que les echemos desde nuestros balcones de seguridad.  

Sin embargo Dios se hace presente también ante los ajusticiados por los males de la vida prometiéndoles la Gloria de un mundo sin lágrimas ni luto ni dolor. Dios se encuentra en el corazón de los desgraciados crucificado, compasivo, con su bálsamo de consuelo y su llama de esperanza.

Ese amor desde la cruz compartida hace que todo el mundo se sienta atraído hacia Él, porque todos necesitamos el abrazo, la caricia, el consuelo, la curación. No seguimos a un Dios cruel ni impasible. Nuestro Dios es Jesús crucificado que se conmueve ante nuestras miserias y desgracias, un Dios que se encarama al faro de la cruz, se sujeta con clavos e ilumina el camino a los que nos medio hundimos en las tempestades cotidianas.

Esta Semana Santa lo volveremos revivir. No se lo pierdan.

AVISILLOS

Este viernes 26 a las 19h en la Parroquia del Pilar ante la imagen del Divino Cautivo estreno VIACRUCIS,  una obra musical con 14 temas para vivir los últimos momentos de la Vida de Jesús. 

Tienes más información en mi instagram tono_casado

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