Tu nombre

Un día a tu padre o a tu madre

Cuando aun no habías amanecido a la luz del mundo,

se le ocurrió tu nombre.

Dijeron: les vamos a llamar…. "¡Chan!"

Y tu nombre sonó como una alegre campanada

Que anunciaba que ibas a existir.

Y así el día de tu nacimiento te inscribieron en el registro

como ciudadano y futuro contribuyente.

Igual te bautizaron también: “Periquito/a, yo te bautizo, bla bla bla….)

como hijo de Dios, único.

A lo largo de tu vida tu nombre ha estado en distintas listas:

La del cole, quizá la de los castigados en la pizarra,

La de los aprobados o los suspensos.

Quizá pusieron tu nombre en la puerta de tu habitación

Y tu la escribiste en la carpeta.

Y así ensayaste tu firma adolescente, para decir, "sí, este soy yo".

Recuerda tu nombre en los labios de tu madre,

Dicho todo entero con nombres y apellidos cuando se enfadaba,

O cortito en el cariño.

Recuerda tu nombre en los labios de tu enamorado o enamorada,

Dentro de un corazón hecho en un árbol.

Tu nombre en el altar de la boda,

Tu nombre en la lista de Hacienda,

Tu nombre en la lista negra de alguien que te borró de su agenda para siempre.

Tu nombre  que un día alguien escribirá

En el mármol gris de un epitafio...

Pero no tengas miedo:

Tu nombre está escrito en el cielo

Por el mismo Dios.

Los escorpiones no te harán daño,

Portador de paz y de salud,

Ligero de equipaje, pobre en bienes, rico en amigos.

Tu nombre es precioso.

Eres un tesoro.

Santificado sea tu nombre.

Avisillos:

Disculpad mis ausencias, pero la muerte me sorprendió la semana pasada y se llevó a nuestro buen amigo Jose, magnifico maestro apasionado por la vida.

Espero poder conectar con vosotros desde el Monasterio de Buenafuente del Sistal, a donde voy con los chavales de mi parroquia esta semana. ¡Animo!

Volver arriba