'In viaggio' se estrena el 17 de marzo. Esta tarde, preestreno en Madrid y Barcelona Gianfranco Rosi: "Francisco es el Papa más revolucionario que ha tenido la Iglesia"
Esta semana llega a los cines el documental "In viaggio: viajando con el Papa Francisco"
El director de la cinta confiesa que pasó más de seis meses viendo las más de 500 horas de grabaciones que le facilitó el Vaticano antes de decidir hacer la película que, aclara, es completamente "independiente"
El documental tiene un final abierto porque no descarta hacer una segunda parte que finalice, idealmente, con la paz en Ucrania
"Es capaz de hablar a todo el mundo: creyentes y no creyentes, católicos, protestantes, musulmanes, judíos o budistas, no hace proselitismo y afronta cuestiones políticas que ni siquiera los políticos son capaces de afrontar"
El documental tiene un final abierto porque no descarta hacer una segunda parte que finalice, idealmente, con la paz en Ucrania
"Es capaz de hablar a todo el mundo: creyentes y no creyentes, católicos, protestantes, musulmanes, judíos o budistas, no hace proselitismo y afronta cuestiones políticas que ni siquiera los políticos son capaces de afrontar"
| RD/Efe
Coincidiendo con la celebración del décimo aniversario de su pontificado, esta semana llega a los cines el documental "In viaggio: viajando con el Papa Francisco", en el que el cineasta italiano Gianfranco Rosi retrata al que considera "el Papa más revolucionario que ha tenido la Iglesia".
Rosi, experimentado director de documentales de autor que ha obtenido el máximo reconocimiento en festivales como Venecia o Berlín, ha trabajado con material de archivo rodado a lo largo de casi una década, en 37 viajes y 53 países, haciendo hincapié en sus mensajes de paz, solidaridad y compasión ante la crisis migratoria.
Habituado a empaparse en primera persona de los lugares y personas que filma, esta vez el cineasta actúa como "observador". Cuenta que pasó más de seis meses viendo las más de 500 horas de grabaciones que le facilitó el Vaticano antes de decidir hacer la película que, aclara, es completamente "independiente".
Rosi mantuvo un primer encuentro con el Papa después de que éste viera su documental "Fuego el mar" (2016), ganador del Oso de Oro en Berlín, sobre la crisis migratoria en la isla de Lampedusa.
Años más tarde Francisco leyó una entrevista suya con motivo del estreno de "Notturno", sobre la crisis en Oriente Medio, poco antes de su histórico viaje a Irak en 2021 y el Vaticano volvió a contactar con él.
"Me pidieron hacer un documental sobre ese viaje y el material me pareció insuficiente pero entonces se me ocurrió esta idea de hacer un seguimiento de sus viajes desde Lampedusa -el primer viaje que realizó el Papa en 2013- a Irak", detalla Rosi.
Con ese inesperado viaje a Lampedusa y su mensaje "contra la globalización de la indiferencia" arranca el documental que también recoge otros de sus discursos más políticos, pidiendo perdón por los abusos cometidos durante la colonización de América o sus condenas reiteradas contra el comercio de armas.
También incluye uno de los momentos más delicados de su mandato, el rechazo vivido durante la visita a Chile en 2018, cuando defendió al obispo chileno Juan Barros, acusado de encubrir abusos a menores, posición que luego rectificó y por la que pidió perdón.
La paz en Ucrania, el final soñado
Cuando empezó la guerra en Ucrania la película tenía un estructura completamente diferente, pero Rosi decidió empezar de nuevo y poner en el centro los mensajes antibelicistas. El documental tiene un final abierto porque no descarta hacer una segunda parte que finalice, idealmente, con la paz en Ucrania.
De hecho, Rosi ha seguido viajando con el Papa y en los últimos meses le ha acompañado por ejemplo en su visita a la República Democrática del Congo y Sudán del Sur en febrero pasado.
"Cuando le ves hablar tienes la sensación de que se dirige a una multitud, pero al mismo tiempo habla a cada individuo, es un poder increíble", señala. "Además, es capaz de hablar a todo el mundo: creyentes y no creyentes, católicos, protestantes, musulmanes, judíos o budistas, no hace proselitismo y afronta cuestiones políticas que ni siquiera los políticos son capaces de afrontar".
Consciente de las contradicciones en que incurre, por ejemplo al condenar el comercio de armas y a la vez estar rodeado de gente armada, considera que son contradicciones "fruto de nuestra época" y subraya por encima de todo su tendencia a "no juzgar", que califica de "revolucionaria" en la Iglesia.
El cineasta subraya que ha filmado desde un punto de vista secular, no pretende ser "teológico ni ideológico".
"El gran reto era retratar a un hombre, no al Papa y finalmente la sensación que te deja es la de una inmensa soledad, un hombre solo luchando contra los grandes problemas del mundo".
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