Registrando al Códice Calixtino El Parlamento gallego pide a la Unesco entrar en la Memoria del Mundo

El Parlamento gallego ha instado por unanimidad -tras una propuesta del PPdeG- a la Xunta a llevar a cabo los contactos necesarios con instituciones y organizaciones para conseguir la inclusión del Códice Calixtino en el registro de la Memoria del Mundo de la Unesco.

Esta iniciativa llega tras la propuesta del pasado mes de diciembre del pleno del Consejo Jacobeo para presentar, a petición de Galicia, la candidatura a la Memoria del Mundo del 'Liber Sancti Iacobi' o Códice Calixtino, que es la compilación del Iacobus o Libro de Santiago, ordenada a un grupo de teólogos e ilustradores, hacia 1120 o 1124, por Diego Gelmírez, primer arzobispo de Santiago.

Así, el diputado César Fernández Gil cree "de justicia" que "este tesoro de la cultura gallega" y "uno de los más importantes testimonios de la cultura europea de la Edad Media", con "valor incalculable", sea incluido en el registro de la Unesco, que servirá para "ahondar en la valoración de esta importante pieza bibliográfica" y "redundará en la potenciación de las peregrinaciones".

La Unesco incluye en su registro de la Memoria del Mundo, que fue creado en 1992 para la protección del patrimonio documental, desde Las Capitulaciones de Santa Fe -que recogen los acuerdos alcanzados entre los Reyes Católicos y Cristóbal Colón sobre su expedición a las Indias- y el tratado de Tordesillas -que supuso el reparto del nuevo mundo entre las monarquías lusa y castellana en 1494-, hasta el diario de Anna Frank o las actas del juicio contra Nelson Mandela.

El texto recibe el sobrenombre de Calixtino por el interés de sus verdaderos autores en simular que su redactor había sido el papa Calixto II (1116-1124), gran benefactor de la Iglesia de Santiago. Se compone de cinco libros, siendo el V el más conocido, como una suerte de guía de las rutas jacobeas posiblemente realizada por Aymeric Picaud. Después, se añaden otros textos y apéndices hasta finales del siglo XII.

Este documento cobró protagonismo informativo cuando fue sustraído de la caja fuerte de la Catedral en la que se encontraba en los primeros días de julio de 2011. El autor condenado del robo fue Manuel Fernández Castiñeiras, un hombre que durante décadas trabajó como electricista en la Catedral.

El robo muestra la falta de protección

Precisamente sobre ese robo del Códice se ha centrado buena parte de las intervenciones de la oposición para criticar la "desprotección" del patrimonio cultural gallego en manos de la Iglesia.

Al respecto, Ana Pontón (BNG) ha censurado que "lamentablemente" tuvo que ocurrir un robo para "poner en la luz pública" el valor del Códice y la "dejadez" de la Catedral de Santiago por la conservación de los documentos sobre los que tiene la titularidad.

De hecho, ha denunciado que "no parece lógico" que la Xunta no aplicara la ley de patrimonio, que establece la obligación de la conservación y custodia sobre documentos de valor histórico, de forma que "se indultó" a la Iglesia de la apertura de un expediente.

Asimismo, Pontón ha explicado que su grupo no tiene "nada en contra" de que el Códice Calixtino entre en este registro de la Unesco, pero ha criticado el "papel de apéndice con el que concibe el PP el rol del Parlamento" al llevar esta iniciativa a la Cámara después de que ya haya habido una propuesta del Consejo Jacobeo, además de considerar "bastante light" el texto del PPdeG.

Por ello, el BNG ha presentado una enmienda, que ha sido rechazada por el PPdeG, en la que los nacionalistas pedían, entre otras cuestiones, incoar el pertinente expediente sancionador por el robo del Códice, un informe sobre los bienes y las medidas de protección que realiza la Iglesia en su patrimonio, así como un nuevo acuerdo entre Xunta y obispados que "supere la inoperancia" del de 1985 para la revisión de la situación de su patrimonio, que "se está cayendo a cachos".

(RD/EP)

Volver arriba