"En ningún caso se debe desinfectar una obra de arte, un elemento histórico o documental" El Vaticano pide evitar "fumigaciones o pulverizaciones generalizadas" en iglesias, capillas, archivos o museos
La guía, publicada por el Pontificio Consejo para la Cultura, alerta de los “daños irreversibles” que un mal uso de los productos desinfectantes puede provocar en el patrimonio artístico
El objetivo es "sensibilizar a los responsables de la custodia y administración del patrimonio cultural para evitar posibles daños causados por el uso inadecuado de productos desinfectantes o por aplicar procedimientos incorrectos por desconocimiento"
¿Qué se debe hacer para preservar los bienes inmuebles de la Iglesia ante la crisis del coronavirus? El Pontificio Consejo de la Cultura lo tiene claro: "Evitar fumigaciones o pulverizaciones generalizadas", especialmente en iglesias, capillas, archivos o museos, y no desinfectar, bajo ningún concepto, "una obra de arte, un elemento histórico o documental", por los "daños irreversibles" que podrían provocar.
La guía, publicada por el organismo pero que ha sido elaborada por particulares, busca "sensibilizar a los responsables de la custodia y administración del patrimonio cultural para evitar posibles daños causados por el uso inadecuado de productos desinfectantes o por aplicar procedimientos incorrectos por desconocimiento".
A los fieles: no tocar
Lo primordial, con todo, es la prevención. Así, se debe evitar "en todo momento el contacto directo de los fieles con los bienes culturales" para ahorrarse posibles contagios en el patrimonio. "Cada acción que pueda afectar a su estado de conservación debe ser adecuadamente conocida, valorada, documentada y consensuada con expertos", apunta el escrito.
"La utilización de productos corrosivos que además generan residuos muy dañinos, como la lejía, el amoniaco y los detergentes, está totalmente contraindicada por lo que no se deberían emplear en conjuntos monumentales, edificios históricos, yacimientos arqueológicos, objetos, bienes muebles, tejidos, bordados, etc.", aclara la guía, que admite las "soluciones hidroalcohólicas diluidas o jabones neutros, aplicadas siempre con presión controlada y bajo el asesoramiento de un técnico en conservación de bienes culturales".
Compatibilizar desinfección y conservación
"Lo más adecuado para compatibilizar la desinfección de los mismos con su conservación, evitando productos desinfectantes que pueden dañar los materiales constitutivos del bien, siempre sería su aislamiento durante tiempos que varíen de 9 a 14 días según las indicaciones de los expertos virólogos. Pero sobretodo y más importante debe imperar el SENTIDO COMÚN (sic)", añade el escrito, que reitera que "ante cualquier duda con los procesos de limpieza y desinfección lo mejor es NO APLICAR ningún tratamiento, ya que se pueden generar daños irreversibles sobre el patrimonio cultural".
"Nunca se deben rociar paredes exteriores e interiores con soluciones cloradas a base de lejía o con los productos mencionados, ni vaporizar o nebulizar estas soluciones o sus homólogos comerciales en el espacio interior, se dañarán todas las superficies y los objetos que se encuentren dentro del área. La repetición de estas aplicaciones y sus procedimientos agravaría el problema", añade la guía.
Éstas son algunas de las recomendaciones gráficas: