“No hay límites a la diversidad": el cardenal de madrid defiende la pluralidad entre católicos Cobo admite la polarización en la Iglesia: "Hay virus sociales que se nos pegan"
"Desde mi experiencia, en la Iglesia vamos encontrando espacios diferentes, desde distintos ámbitos (…). Todos los virus se pegan, pero queremos establecer cauces nuevos”
"Dios nos ha creado diversos. Y eso es un postulado básico. Dialogar no es que otro piense como yo, sino llegar a puntos comunes, y esa comunión y ese diálogo es un aliciente"
“Hay virus sociales que se nos pegan, vivimos con nuestros vecinos”. El cardenal Cobo no escondió el riesgo de la polarización en la Iglesia, también en eventos como el celebrado esta mañana. Durante las preguntas posteriores al desayuno que sirvió para relanzar la Academia de Líderes Católicos en Madrid, el arzobispo admitió que los insultos, el desprecio del otro o los ataques también coexisten en su diócesis, en la Conferencia Episcopal, e incluso en Roma.
“En la Iglesia tenemos una ventaja. Podemos celebrar juntos la Eucaristía, y ese es un anclaje que permite abrir rutas nuevas”, apuntó Cobo. “Desde mi experiencia, en la Iglesia vamos encontrando espacios diferentes, desde distintos ámbitos (…). Todos los virus se pegan, pero queremos establecer cauces nuevos”.
“Tenemos una fuerza especial para podernos entender. No somos perfectos, pero sí tenemos espacios muy sanos. Es una gozada que podamos vivir y participar de foros de gente diversa, tenemos que respirarlos bien, y proponer desde ellos”, clamó, defendiendo la posibilidad de ser Iglesia desde una perspectiva crítica.
“Por supuesto que sí. Dios nos ha creado diversos. Y eso es un postulado básico. Dialogar no es que otro piense como yo, sino llegar a puntos comunes, y esa comunión y ese diálogo es un aliciente”, recalcó el cardenal de Madrid, quien invitó a “trabajar en distintos espacios de sinodalidad”, encontrando “personas con planteamientos distintos para hablar”.
“No hay límites a la diversidad. La pedagogía del encuentro supone la escucha del otro. Eso sí podemos y debemos hacerlo”, reseñó Cobo, admitiendo que “no es algo que se aplica automáticamente. Todos tenemos que pasar un Adviento y una Cuaresma cada año, para llegar a una Pascua nueva”.
Ya en la despedida del desayuno, el cardenal de Madrid reivindicó la importancia de “los vínculos, de vernos las caras y saber que podemos tomar un croissant o u compartir un café juntos”. “Esto, que es muy importante para los católicos, genera siempre horizontes mucho más amplios”, finalizó. Que así sea.
