"Recemos para que el Espíritu Santo no se despiste demasiado, y si es así, que reconduzca al elegido" “Habemus Cónclave”: sugerencias humildes y atrevidas al Espíritu Santo

Los Cónclaves son siempre inciertos, pero como me dijo un buen amigo de la Curia Vaticana, ya fallecido, unos meses antes de la muerte de Juan Pablo II, ante mi pregunta sobre los candidatos, me respondió: “Los Cardenales optarán por alguien que les inspire seguridad: Ratzinger”. Y así fue. ¿Quién puede darles esta sensación a los actuales cardenales? ¿No estamos ante un Colegio Cardenalicio variopinto y abierto muy distinto del que eligió a Ratzinger, en su momento, y a Bergoglio? ¿Tendrán los mismos miedos'?
Un Conclave en el que, en principio no emerge ninguna figura clara, se me ocurren algunas preguntas: ¿Cómo se llegará a esos dos tercios necesarios para una elección clara? ¿Se diluirán los bloques y se asociarán suficientemente?
Unas vez el cuerpo del Papa Francisco ha sido depositado en Santa María la Mayor empieza la cuenta atrás para elegir un nuevo Pontífice. El sentido homenaje de miles de fieles ha sido un testimonio del sentido pascual de su vida y de su muerte. Un merecido funeral, lleno de mensajes esperanzadores. La vida continúa y la preocupación por el presente y el futuro de la Iglesia, nos invitan a pronunciarnos como cristianos de a pie, aunque de momento no tengamos ni voz, ni voto. El futuro dirá…, aunque ya no nos pille.
Los Cónclaves son siempre inciertos, pero como me dijo un buen amigo de la Curia Vaticana, ya fallecido, unos meses antes de la muerte de Juan Pablo II, ante mi pregunta sobre los candidatos, me respondió: “Los Cardenales optarán por alguien que les inspire seguridad: Ratzinger”. Y así fue. ¿Quién puede darles esta sensación a los actuales cardenales? ¿No estamos ante un Colegio Cardenalicio variopinto y abierto muy distinto del que eligió a Ratzinger, en su momento, y a Bergoglio? ¿Tendrán los mismos miedos? No lo sabemos. Pero me da que si actúan por miedo, Parolin es el mejor situado. Les garantiza una continuidad discontinua, y aquí paz y allá gloria. El gatopardismo: “cambiar algo para que nada cambie”. Aunque, Omella, a pesar de su edad podría asumir un Papado de transición aceptable y esencialmente continuista. Un buen párroco para la Iglesia Universal. Complicado, pero…

Estamos ante un Cónclave cuanto menos complicado en el que no descarto que se oigan palabras mayores. Y Becciu enredando, aunque parece una cortina de humo…Un Conclave en el que, en principio no emerge ninguna figura clara, se me ocurren algunas preguntas: ¿Cómo se llegará a esos dos tercios necesarios para una elección clara? ¿Se diluirán los bloques y se asociarán suficientemente?
No obstante, podemos legítimamente especular, aunque sea confundir nuestros deseos con la realidad, y atrevernos a soñar en que el Espíritu Santo, nos de alguna sorpresa. Escribía José Manuel Vidal, en 2013: “Un periodista le preguntó al entonces cardenal Ratzinger, cuando entraba en el cónclave que lo eligió Papa, si al Papa lo elige el Espíritu Santo. Ratzinger respondió: "Al Papa lo eligen los cardenales. Unos movidos por el Espíritu y otros tal vez movidos por otros intereses... La función del Espíritu está más bien en ir corrigiendo suavemente y sin notarse mucho las malas elecciones... Esperemos que esta vez no tenga mucho que corregir. Las mediaciones humanas necesarias. Frente a tanta mixtificación "circulante", el Papa emérito situaba, ya entonces, las cosas en su justo sitio”. Sin duda empezarán a circular ya entre los Cardenales los “curriculums” selectivos seleccionados y las habladurías de los candidatos, caldo de cultivo también de la elección. Las mediaciones humanas. Alguien le preguntó, cuenta el Papa Francisco en un libro reciente, en pleno Cónclave sobre su pulmón y estado de salud. ¡Hilan fino los Cardenales…!

Entre mis papables no aparece en ninguna quiniela, pero atentos al Cardenal Domenico Battaglia (62 años), arzobispo de Nápoles. El Papa Francisco lo incluyó en el último Consistorio ante la renuncia de otro candidato. Un gesto simbólico, en la repesca, cuando estaban ya casi cerradas las puertas. Algunas anotaciones significativas publicadas en medios de comunicación: “Battaglia, o más bien «don Mimmo», como todos le conocen y le siguen llamando, es una figura pastoral destacada en el sur de Italia, con un pasado de «cura de la calle» comprometido en particular con los jóvenes y los drogadictos. El Papa lo quiso también entre los miembros de las dos sesiones del Sínodo sobre la Sinodalidad. Cuando fue consagrado eligió como lema episcopal las palabras de Jesús a Bartimeo -el ciego hijo de Timeo, que estaba sentado junto al camino pidiendo limosna-: «¡Ánimo, levántate, que te llama!» («Confía, surge, vocat te!»). La atención y el compromiso de monseñor Battaglia con los débiles y marginados es particular: de hecho, estuvo al lado de los drogadictos desde 1992 hasta 2016, guiando el «Centro Calabrese di Solidarietà», una estructura vinculada a las Comunidades Terapéuticas de Don Mario Picchi (FICT), de la que fue presidente nacional de 2006 a 2015. De 2000 a 2006 fue también vicepresidente de la Fundación Betania de Catanzaro, obra diocesana de asistencia y caridad. En Nápoles, donde goza del aprecio del clero y los fieles locales, el nuevo arzobispo se presentó en su primer mensaje «como un hermano que va entre hermanos» en una ciudad, «tesoro del Sur», en la que se espera y se lucha contra muchos problemas sociales. Aquellos que siempre ha denunciado, sin dejar nunca de estigmatizar los episodios de violencia y delincuencia. Aquellos a los que siempre ha mirado con ojo de pastor, como seguirá haciendo como cardenal”.
Unas palabras en el funeral de un chico asesinado por la camorra: “Giovanbattista, hijo de Nápoles, ¡acepta la petición de perdón de tu ciudad! Acepta las disculpas -quizás todavía demasiado escasas- de aquellos que cada día dan la espalda, que a pesar de ocupar puestos de responsabilidad han retrasado y retrasan la adopción de las medidas necesarias para una ciudad más segura, ¡donde tantos jóvenes, demasiados jóvenes pierden la vida a manos de sus iguales! Perdona, hijo nuestro, a todos los adultos de Nápoles, a los que olvidan que los niños, los adolescentes, los jóvenes son hijos de todos y todos deben ocuparse de ellos, poniendo de su parte, alzando la voz, poniéndoles cara y compartiendo sus vidas frente a una deriva hecha de egoísmo e indiferencia, de individualismo y narcisismo, según la cual lo importante es labrarse un lugar al sol sin preocuparse en cambio de los que crecen y viven a la sombra de la prevaricación, del malestar, de la delincuencia!». Y en otro contexto: “cada euro gastado en armas se resta de las escuelas: El Arzobispo de Nápoles aboga por una libertad evangélica que humaniza, frente al ruido y el consenso fácil. Advierte sobre la normalización de la guerra y llama a los sacerdotes a vivir cercanos al pueblo”. Atentos.

Otro de mis candidatos es Jean Luis Vesco (63 años), dominico francés, Arzobispo de Argel. Después de su nombramiento en una entrevista a Vatican News, decía algunas cosas como estas: “Este nombramiento, (el suyo como cardenal) en efecto, será un vínculo más fuerte con Roma y será importante. Un puente adicional. En todo caso, creo realmente que es una señal dada para nosotros, para nuestros hermanos musulmanes. Y creo que, se diga lo que se diga, el hecho de que el arzobispo sea cardenal es un compromiso. Da peso a la credibilidad, peso a nuestra presencia, a nuestras palabras. Soy el pastor de esta Iglesia que quiere ser un puente, que quiere ser un símbolo de fraternidad, un vínculo con toda la humanidad. Estoy muy feliz. Y no creo que esto me aleje de Argel y de Argelia. Al contrario, me anclará aún más”. Y más adelante: “Nuestra Iglesia es percibida como reconocida, como una Iglesia católica que cuenta en Argelia -el Santo Padre cuenta, su palabra cuenta- y, por supuesto, esto refuerza nuestra credibilidad de lo que estamos viviendo. Y nuestra acción se lleva a cabo siempre con el mismo espíritu, el mismo espíritu de los monjes y del cardenal Duval. Seguimos en esta línea, aunque muchas cosas hayan cambiado tanto en la sociedad como en la Iglesia. Por tanto, creo simplemente que será un peso especial. Es como «una palanca» que utilizaré para el bien de nuestra Iglesia y de nuestro país, Argelia. Y también para avanzar hacia una Iglesia más sinodal, hacia un fortalecimiento del papel de los laicos, de las mujeres en la Iglesia, del lugar de los divorciados vueltos a casar en la Iglesia, de una forma más fuerte de colegialidad. Son luchas que también son mías, independientemente de lo que podamos vivir en Argelia, aunque trate de ponerlas en práctica en nuestra diócesis. Así que lo veo como un estímulo para continuar en esta dirección de una Iglesia cada vez más sinodal, cada vez más abierta y quizá menos vertical”. Francisquista, químicamente puro. Y no estaría mal que un dominico con la cabeza bien armada, se pusiera al frente de la Iglesia. Y un buen dialogante con el mundo musulmán. Dos potencias religiosas llamadas necesariamente a entenderse.

José Tolentino de Mendoza (60 años), cardenal portugués de la Iglesia católica, teólogo y poeta. Actualmente es prefecto del Dicasterio para la Cultura y la Educación. Rastreando cosas he encontrado este comentario a un libro suyo sobre el Padrenuestro: “Se pueden contar por miles los comentarios que se han hecho, a lo largo de la historia, sobre la oración del Padre nuestro, pero quizá nadie se haya atrevido a cambiar su primera frase, tal como lo hace José Tolentino en este sugerente libro: “Padre nuestro que estas en la tierra”.La única oración que enseño Jesús a sus discípulos es analizada en este libro desde la realidad de nuestros días. Porque la palabra de Dios tiene que encarnarse en cada momento histórico. Para ser buena noticia, motivo de ilusión, de compromiso y esperanza, sobre todo en momentos de crisis, para que se convierta en una oportunidad de crecimiento y plenitud humana. El Padrenuestro será siempre una invitación a la confianza filial, a la reconciliación personal y social, a sentir que todo lo que poseemos debe ser compartido, a buscar la fraternidad y practicarla. Y éste es un mensaje válido para todos, creyentes y no creyentes. Porque el Reino de Dios está dentro de nosotros, a nuestro alrededor, y hay que hacerlo realidad ya en esta tierra nuestra”. Una sana espiritualidad, anclada en la Biblia y la experiencia humana tampoco estaría mal.

Evidentemente los tres son alevines, pero están en una buena edad para darle a la Iglesia una futuro y una esperanza necesarias.
Otro candidato interesante es Jean-Claude Hollerich, quien fuera relator general del Sínodo de la sinodalidad y conocido por sus opiniones sobre sacerdocio femenino y homosexualidad. El cardenal luxemburgués subraya el valor de la sinodalidad que Francisco ha transmitido a la Iglesia. Otro que no descarto es el cardenal brasileño Leonardo Ulrich Steiner, arzobispo de Manaus, afirma de Francisco: «hemos tenido un gran Papa, un Papa que ha amado a la Iglesia, un Papa que ha amado a los pobres, un Papa de la misericordia, un Papa de la compasión, un Papa de los pequeños, un Papa del ambiente, un Papa de la esperanza, un Papa de los años santos, un hombre que siempre ha luchado tanto por la paz».

No habría que perder de vista al hasta ahora prefecto del Dicasterio para los Obispos, Robert Prevost,. El cardenal peruano, francés y estadounidense. Después de la muerte del Papa, el cardenal Prevost dijo que «la coherencia, la autenticidad, el deseo de vivir el Evangelio y esa cercanía especial a los pobres y a los que sufren» son los rasgos fundamentales del Papa Francisco. El cardenal agustino aseguran amigos que le conocen bien que es un candidato posible y bueno a todos los niveles.
No me disgusta Mateo Zuppi, el Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, aunque muy cercano a Francisco, pero un tanto camaleónico. Ni tampoco McElroy, Arzobispo de Washington, viene de San Diego, de la frontera. ¿Será capaz de hacerle frente a Trump como Mariann Edgar Budde, obispa episcopal de Washington?

De los benjamines no quiero hablar, ya que no tienen ninguna posibilidad: Cobo, todavía está en proceso de aprender mucho y este Conclave le madurará y Marengo, el de Mongolia del que habla el escritor Javier Cercas en su libro sobre el Papa, parece bueno, pero demasiado jóven.
No me gusta Pizzaballa -aunque sea franciscano- por muchas razones, a pesar de que aparece en todas las quinielas. ¿Quién lo está promocionando? Desea demasiado el Papado. Sólo hay que ver su despedida después del funeral por el Papa en el Santo Sepulcro. Pero habría que preguntarse. ¿De quien es candidato? En todo caso, sería un Papado demasiado largo, pero todo puede ser. No nos equivoquemos conservador y bajo fuste teológico.

Erdo suena en el sector conservador. Su eclesiología rezuma ranciedad y vuelta atrás, y el parón sería dramático. Sarah, ha desperdiciado su pasado con la manipulación de su libro sobre el celibato. No sería una apuesta buena para la Iglesia Universal, ni tampoco para la Africana.
Recemos para que el Espíritu Santo no se despiste demasiado, y si es así, que reconduzca al elegido, al mejor camino para la Iglesia Católica del siglo XXI. Y un buen descanso eterno al Papa Francisco junto a su Virgen preferida en santa María la Mayor. ¡Gracias, Francisco, por abrir puertas y caminos nuevos!
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