Análisis de un artículo de Adam Rz: "The Demagogue: The Mechanics of Political Power" Netanyahu y Hamas, una empresa con intereses comunes
Hace unos años un alto eclesiástico español me confesaba, que había tenido ocasión de compartir mesa con Netanyahu, y que le había parecido una buena persona, incluso le había susurrado que estaría dispuesto a hacer la paz con los palestinos, pero estaba el tema de Hamás, con los que era imposible entenderse. Este “buenísimo” contrasta con un aspecto que parece olvidado en los análisis del conflicto reciente entre Hamás e Israel:Hace unos años un alto eclesiástico español me confesaba, que había tenido ocasión de compartir mesa con Netanyahu, y que le había parecido una buena persona, incluso le había susurrado que estaría dispuesto a hacer la paz con los palestinos, pero estaba el tema de Hamás, con los que era imposible entenderse. Este “buenísimo” contrasta con un aspecto que parece olvidado en los análisis del conflicto reciente entre Hamás e Israel: Se ha vertido mucha tinta describiendo la larga relación -más bien, alianza- entre Benjamin Netanyahu y Hamás…
La conclusión final de este autor es demoledora “El pogromo de 2023 es el resultado de la política de Netanyahu…Netanyahu y Hamás son socios políticos, y ambas partes han cumplido su parte del trato….En el futuro surgirán más detalles que arrojarán más luz sobre ese entendimiento mutuo. No cometas el error de pensar -incluso ahora- que mientras Netanyahu y su actual gobierno sean los responsables de tomar las decisiones, el régimen de Hamás se derrumbará. Habrá mucha palabrería y pirotecnia sobre la actual "guerra contra el terror", pero mantener a Hamás es más importante para Netanyahu que unos cuantos kibutzniks muertos”
Hace unos años un alto eclesiástico español me confesaba, que había tenido ocasión de compartir mesa con Netanyahu, y que le había parecido una buena persona, incluso le había susurrado que estaría dispuesto a hacer la paz con los palestinos, pero estaba el tema de Hamás, con los que era imposible entenderse. Este “buenísimo” contrasta con un aspecto que parece olvidado en los análisis del conflicto reciente entre Hamás e Israel: “Se ha vertido mucha tinta describiendo la larga relación -más bien, alianza- entre Benjamin Netanyahu y Hamás…En vista de ello, es necesario no sólo repasar la historia de la cooperación, sino también llegar a una conclusión inequívoca: El pogromo del 7 de octubre de 2023 ayuda a Netanyahu, y no por primera vez, a preservar su gobierno, ciertamente a corto plazo”. Esta afirmación tan clara y contundente es de Adam Raz, historiador y autor, más recientemente, de "The Demagogue: The Mechanics of Political Power" (en hebreo). Parece increíble e inaudito, pero sigamos con la lectura del artículo.
Para este autor el objetivo fundamental del Netanyahu es: “desde su regreso a la Oficina del Primer Ministro en 2009 ha sido y sigue siendo, por un lado, reforzar el gobierno de Hamás en la Franja de Gaza y, por otro, debilitar a la Autoridad Palestina”. Y todavía más claro, en un rotativo israelí: “Netanyahu se ha resistido a cualquier intento, militar o diplomático, que pudiera poner fin al régimen de Hamás….El grupo (Hamas) ha contado con el apoyo del primer ministro israelí y se ha financiado con su ayuda”. Unas afirmaciones terribles que sitúan al Primer Ministro en una posición realmente muy delicada, teniendo en cuenta varios factores: por una lado tiene tres demandas judiciales muy peligrosas; por otro, ha intentado, la politización del poder judicial, y ha tenido que hacer frente recientemente a manifestaciones masivas de la opinión pública israelí. Sin olvidar, el juicio político que le espera en el momento del final de la guerra actual, en torno a la desprotección de los ciudadanos colindantes con Gaza. Una situación francamente embarazosa y complicada para este superviviente de la política israelí.
Adam Raz profundiza en la relación de Hamas con Netanyahu con estos argumentos: “Durante más de una década, Netanyahu ha echado una mano, de diversas maneras, al creciente poder militar y político de Hamás. Netanyahu es quien convirtió a Hamás de una organización terrorista con pocos recursos en un organismo semiestatal”. Y esto lo ha realizado, profundiza este autor: “Liberando prisioneros palestinos, permitiendo transferencias de efectivo, ya que el enviado qatarí va y viene a Gaza a su antojo, accediendo a la importación de una amplia gama de bienes, materiales de construcción en particular, a sabiendas de que gran parte del material se destinará al terrorismo y no a la construcción de infraestructuras civiles, aumentando el número de permisos de trabajo en Israel para los trabajadores palestinos de Gaza, y mucho más. Todos estos acontecimientos crearon una simbiosis entre el florecimiento del terrorismo fundamentalista y la preservación del gobierno de Netanyahu”. El objetivo era para Adam Raz: “perjudicar a Abbas y evitar la división de la Tierra de Israel en dos Estados".
En resumidas cuentas, afirma, Adam Raz: “En la práctica, la inyección de dinero en efectivo de Catar, una práctica que Netanyahu apoyó y aprobó, ha servido para reforzar el brazo militar de Hamás desde 2012…La pesadilla de Netanyahu era el colapso del régimen de Hamás, algo que Israel podría haber acelerado, aunque a un precio difícil”.
En este análisis tan determinante dice nuestro autor: “Hay que subrayar que la política de Netanyahu de mantener a Hamás al mando en Gaza no encontró su expresión sólo en la oposición a la ocupación física de Gaza y a los asesinatos de los principales actores de Hamás, sino también en su determinación de frustrar cualquier reconciliación política entre la AP -Fatah en particular- y Hamás….Egipto y Estados Unidos apoyaron la reconciliación y trabajaron para lograrla. Netanyahu se opuso totalmente a la idea, afirmando repetidamente que "la reconciliación entre Hamás y la OLP dificulta la consecución de la paz".
En su artículo Adam Raz, nos relata también algunas declaraciones de políticos relevantes de Israel, de ambos lados del espectro político, que señalan a Netanyahu en esa línea: “Yuval Diskin, jefe del servicio de seguridad Shin Bet de 2005 a 2011, dijo a Yedioth Ahronoth en enero de 2013: "Si nos fijamos a lo largo de los años, una de las principales personas que ha contribuido al fortalecimiento de Hamás ha sido Bibi Netanyahu, desde su primer mandato como primer ministro…En agosto de 2019, el ex primer ministro Ehud Barak declaró a Army Radio que quienes creían que Netanyahu no tenía estrategia se equivocaban. "Su estrategia es mantener a Hamás vivo y coleando... incluso al precio de abandonar a los ciudadanos [del sur]... para debilitar a la AP en Ramala”…La gente de derechas decía cosas parecidas…En abril de 2019, Jonatan Urich, uno de los asesores mediáticos de Netanyahu y portavoz del Likud, declaró a Makor Rishon que uno de los logros de Netanyahu fue separar Gaza (tanto política como conceptualmente) de Cisjordania. Netanyahu "básicamente destrozó la visión del Estado palestino en estos dos lugares", se jactó. "Parte del logro está relacionado con el dinero qatarí que llega a Hamás cada mes".
Recuerda nuestro autor: “El propio primer ministro habló brevemente a veces sobre su posición respecto a Hamás. En marzo de 2019, dijo durante una reunión de MK del Likud, en la que se debatía el tema de la transferencia de fondos a Hamás, que "quien se oponga a un Estado palestino debe apoyar la entrega de fondos a Gaza porque mantener la separación entre la AP en Cisjordania y Hamás en Gaza impedirá el establecimiento de un Estado palestino."
Netanyahu and Hamas depended on each other. Both may be on the way out.
— James Davis43 (@JamesDavis43) November 26, 2023
“It’s a strange alliance that has run its course,” said Israeli historian Adam Raz, who has made a study of the relationship between the prime minister and the militant group.https://t.co/ZMEZnxVC8jpic.twitter.com/48kZccN5EA
Adam Raz, en este capítulo concluye de manera muy clara: “Toda la política de Netanyahu desde 2009 ha tratado de destruir cualquier posibilidad de acuerdo diplomático con los palestinos. Es el tema de su gobierno, que depende de la continuación del conflicto…En una entrevista en 2019 con Radio del Ejército, Barak dijo que Netanyahu mantenía el sur "en una constante llama baja… “y que con Hamás es más fácil explicar a los israelíes que no hay nadie con quien sentarse ni con quien hablar. Si la AP se fortalece... entonces habrá alguien con quien hablar".
Otro político israelí, Distel Atbaryan, afirma, según Raz: "Recuerden mis palabras: Benjamin Netanyahu mantiene a Hamás en pie para que todo el Estado de Israel no se convierta en el 'sobre de Gaza'". Advirtió del desastre "si Hamás se derrumba", en cuyo caso, "Abu Mazen puede controlar Gaza. Si la controla, surgirán voces de la izquierda que aboguen por negociaciones y un acuerdo diplomático y por un Estado palestino, incluso en Judea y Samaria".
Queda claro para Raz: “Benjamin Netanyahu y Hamás mantienen una alianza política tácita contra su enemigo común: la Autoridad Palestina. En otras palabras, Netanyahu coopera y está de acuerdo con un grupo cuyo objetivo es la destrucción del Estado de Israel y el asesinato de judíos…El columnista del New York Times Thomas Friedman dio en el clavo cuando escribió en mayo de 2021, en el momento del establecimiento del gobierno del cambio, que Netanyahu y Hamás temían la posibilidad de un avance diplomático. Escribió que tanto el primer ministro como Hamás "querían destruir la posibilidad de un cambio político antes de que pudiera destruirles políticamente".
La conclusión final de este autor es demoledora “El pogromo de 2023 es el resultado de la política de Netanyahu…Netanyahu y Hamás son socios políticos, y ambas partes han cumplido su parte del trato….En el futuro surgirán más detalles que arrojarán más luz sobre ese entendimiento mutuo. No cometas el error de pensar -incluso ahora- que mientras Netanyahu y su actual gobierno sean los responsables de tomar las decisiones, el régimen de Hamás se derrumbará. Habrá mucha palabrería y pirotecnia sobre la actual "guerra contra el terror", pero mantener a Hamás es más importante para Netanyahu que unos cuantos kibutzniks muertos”.
Este artículo que hemos parafraseado deja bien claro que en este largo y penoso conflicto palestino-israelí hay muchas cosas que se nos escapan al común de mortales. Lo que parece blanco es negro y viceversa. Que el fondo oscuro del conflicto esconde factores determinantes muy preocupantes…Al final, los sufrientes de los intereses políticos, económicos…son los ciudadanos de a pie tanto del lado palestino como israelí, que se convierten en el blanco de los radicales de la ira y la violencia.
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