La “introducción” del DEC (Documento Etapa Continental) reconoce que “millones de personas de todo el mundo se han implicado en las actividades del Sínodo... Ellos son “los verdaderos protagonistas del Sínodo” (DEC 1). Ellos quieren “encontrar la respuesta a la pregunta fundamental: «¿cómo se realiza hoy... ese “caminar juntos” que permite a la Iglesia anunciar el Evangelio..., y qué pasos el Espíritu nos invita a dar para crecer como Iglesia sinodal?»” (DEC 2). 

Constatan la participación de “112 de las 114 Conferencias Episcopales, las 15 Iglesias Orientales Católicas, 17 de 23 dicasterios de la Curia Romana, Superiores y Superioras generales, Institutos de vida consagrada, Sociedades de vida apostólica, Asociaciones y Movimientos de fieles laicos, más de mil contribuciones de Particulares y Grupos, Redes sociales del Sínodo Digital” (DEC 5). 

El Documento reconoce que con la sinodalidad “surge una profunda reapropiación de la dignidad común de todos los bautizados, auténtico pilar de la Iglesia sinodal y fundamento teológico de esa unidad que es capaz de resistir el impulso al uniformismo y valora la diversidad de vocaciones y carismas que el Espíritu derrama sobre los fieles con una abundancia inesperada” (DEC 9).

La imagen de “ensanchar la tienda” sugiere la necesidad de ampliar la acogida. “Las síntesis muestran claramente que muchas comunidades han comprendido la sinodalidad como una invitación a escuchar a los que se sienten exiliados de la Iglesia” (DEC 38). Sobre todo a los silenciados durante años de cerrazón. Mujeres, divorciados, colectivo Lgtibq, curas que abandonaron el ministerio para casarse, “mujeres e hijos de los sacerdotes que han faltado al voto de celibato, ya que de otro modo corren el riesgo de sufrir graves injusticias y discriminaciones” (DEC 34), personas discapacitadas (DEC 36), jóvenes, pobres y empobrecidos, ancianos, pueblos indígenas, alcohólicos, drogadictos, presos, víctimas de abusos (en y fuera de la Iglesia), personas abandonadas, caídos en delincuencia y prostitución, grupos marginados...

La teóloga Cristina Inogés, miembro de una de las Comisiones del Sínodo, inaugurando en Barcelona el curso de Cristianisme i Justicia (19/10/2022), “insistía en la necesidad de escuchar a los excluidos en la Iglesia, los que están en los márgenes, la periferia y la frontera de la Iglesia: jóvenes, personas en situaciones de pobreza, mujeres, comunidades Lgtbiq+, sacerdotes secularizados.. Nos tenemos que plantear cómo damos voz a quiénes nosotros mismos hemos relegado a esos lugares, porque si en el puzzle de la sinodalidad nos faltan piezas, no habrá sinodalidad”.

Entre las “más de mil contribuciones de Particulares y Grupos, Redes sociales del Sínodo Digital” (DEC 5), está el grupo MOCEOP (Movimiento Celibato Opcional). Es uno de los grupos que están en los márgenes de la Iglesia. Vienen publicando desde hace cuarenta y cinco años la revista “Tiempo de Hablar. Tiempo de Actuar”. En 1977 surgió esta revista en forma de “boletín” informativo con estos objetivos:

“1.° Sacar a flote el tema de la «secularización de los curas» y sus consecuencias, para ellos y para todo el Pueblo de Dios. Ya está bien de sufrimientos ocultos. Que salgan a la superficie situaciones dolorosas de compañeros sacerdotes a quienes se les está cerrando la puerta a la esperanza y a la alegría evangélicas. Sin razón. Por toda una estructura opresora. Es aleccionador darse una vueltecita por las distintas diócesis de España, en calidad de cura secularizado, que sigue firme en sus convicciones de «sacerdote en la comunidad», dejándose interrogar y escuchando. Hasta en los rincones más alejados y pequeños, está clavada angustiosa la pregunta sobre el sacerdocio, los ministerios y sus diversas formas...

2.° Animar a hacer algo eficaz de cara a este asunto de los curas secularizados y su inserción en la comunidad. No basta con conocer el problema, comentar y lamentar las situaciones personales que provoca. Hemos de ser eficaces. Los vientos oficiales no soplan a favor de un planteamiento libre y evangélico del tema. Si no nos planteamos ser inteligentemente eficaces, esos señores — los de arriba— nos entierran. Y somos muchos los que no queremos asistir a nuestros funerales. ¿Qué podemos hacer? Un boletín nos puede ayudar a acciones comunes, gracias a las sugerencias y propuestas, críticas y aportaciones, de los distintos sitios de España.

3.° Poner en relación unos grupos con otros, y a personas sueltas con grupos que ya van caminando. Conocemos bastantes grupos en todo el Estado español: Asturias, Córdoba, Cádiz, M álaga, Bilbao, Barcelona, Gerona... Grupo de los 80... Necesitamos la coordinación como agua en mayo. Si hasta ahora no hemos sacado más fruto, es por estar desmembrados y sueltos. Necesitamos conocer datos de unos y otros sitios; porcentajes de secularizados; razones; cómo reaccionan sus comunidades; si piden la secularización o no; si quieren seguir como sacerdotes; si viven su problemática como asunto clerical o como problema de Iglesia... El conocernos más, a través del boletín, nos podrá llevar incluso a plantearnos algún encuentro o asamblea a nivel estatal.

4.° Dar contenidos. El fenómeno de la secularización no se puede simplificar. No puede ser reducido al celibato como ley obligatoria contra la que luchar. Son los ministerios y carismas de la comunidad los que están en danza. Es la misma figura y estatuto jurídico del presidente de una comunidad. Es el mismo concepto de obediencia jerárquica o fidelidad a la búsqueda solidaria, como gozne de nuestro vivir eclesial. Es la opción concreta y práctica, radical, por una Iglesia como Pueblo de Dios, no calco de la sociedad.

Concretando:

- Este BOLETIN nace con aspiraciones sencillas, lentas, pero firmes. No es un tanteo: a ver si el cuestionamiento de este problema tiene sentido o no. Eso está claro. Lo que se nos pide no es claridad: lo que necesitamos es resistencia solidaria. Por eso este boletín, que nace indefenso, quiere ser tenaz y firme.

- Quiere ser la VOZ DE TANTOS que -por solos y maltratados- apenas pueden hablar.

- Quiere ser el ánimo de tantos sacerdotes y laicos que viven en carne propia este drama.

- Quiere ser plataforma de contenidos nuevos que surgen de la vida de las comunidades.

- Quiere ser presencia, respetuosa y firme, de muchos sacerdotes, ante una jerarquía que calla, retrasa o impide el tratamiento de unos temas candentes para el Pueblo de Dios.

- Quiere ser el canto poético de curas que van descubriendo, acompañados de la mujer, el sentido de su ministerio, y de compañeros que cada día se enamoran más del Reino de Dios vivido desde un celibato voluntariamente aceptado día a día.

- Y porque todo esto lo llevamos metido a fuego en nuestra vida de creyentes; y porque no podemos escurrir el bulto, aguardando tiempos mejores; y porque somos conscientes de que Dios habla cada día, en cada historia, en cada persona, en cada sufrimiento personal., queremos deciros a todos, firmemente: es TIEMPO DE HABLAR.” (TIEMPO DE HABLAR Núm. 0 Madrid 1977. Puede leerse el número completo en moceop.net).

¿Qué nos dice hoy el Espíritu de Jesús ante esta realidad eclesial?