“A los políticos les pediría que sean políticos de la concordia, que estén en la trayectoria  heredada de la etapa de la transición  y que ha quedado plasmada en la Consitución, que defiende los Derechos Fundamentales, aquí no hay ideología, sólo España, todo por España. Pido por favor que dejen ya de resucitar viejos fantasmas que están superados.  España no quiere eso, sino paz y trabajo”, ha dicho el cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, en su intervención en la rueda de prensa ofrecida a través del canal Youtube del Arzobispado de Valencia.

Cuando se le preguntó por su parecer de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, había dejado fuera de reparto de fondos a los colegios concertados, el prelado señaló que como “presidente del Gobierno está para todos y tal decisión no es propia de un presidente de Gobierno”, subrayando que los colegios concertados, entre ellos los religiosos, realizan una función social importante, con iniciativas sociales de inclusión y subsidiarias,  que na muchas ocasiones no hace la llamada escuela pública, citando casos como el colegio diocesano de Nazaret y el de Niños Huérfanos de san Antonio de Benagéber. “No hay ningún colegio público que atienda a los alumnos como estos colegios. Le pido que trabaje por el bien común, no por las ideologías”.

La comparecencia la hizo junto al vicario general de la Diócesis, Vicente Fontestad, y el director de Cáritas Diocesana, Nacho Grande, siguiendo la costumbre de Cáritas de hacerlo en vísperas de la fiesta de Corpus Christi, centrándose las intervenciones en el análisis y balance de la actuación de la Iglesia de Valencia en el período de tiempo que llevamos de pandemia por el coronavirus. Cañizares dijo que la gente se ha visto interpelada por esta situación, debemos sentirnos interpelados para seguir haciendo presente el anuncio del Evangelio, tenemos que recomponernos y rearmarnos a la luz de lo sucedido en esta crisis.

Comisión por el empleo

Surgieron estas respuestas a las preguntas de los periodistas finalizada la presentación de la Comisión creada por el Arzobispado ante las consecuencias económicas y sociales originadas por la pandemia del COVID-19, comprometida a colaborar con otras instituciones civiles y sociales, que atenderá prioritariamente el empleo digno y la regeneración social, junto a otros aspectos necesarios para el bien común de la persona y del tejido social.

El cardenal hizo balance de la situación actual de la Iglesia en Valencia, la segunda más importante, después de la de Madrid, de España, con 800 sacerdotes diocesanos, un centenar de otros países que estudian aquí, 750 parroquias, 900 religiosos, 70 seminaristas, una docena de nuevos sacerdotes ordenados cada año, unas eficientes Cáritas Parroquiales,…

“La Iglesia de Valencia se distingue por la caridad y la Eucaristía, … es muy sensible al desempleo, que ahora con la crisis se va a incrementar. Hay muchas familias en extrema pobreza y por ello se ha creado la Comisión Diocesana para paliar sus necesidades y colaborar con el empleo. Caritas, la UCV, sacerdotes, empresarios y trabajadores son convocados a idear y ver respuestas y soluciones a esta realidad. Lo que necesitan los trabajadores es trabajo, empleo, que nadie les quite la dignidad del trabajo. Esperamos que esta realidad del desempleo sea minorada. Hay un campo que no se puede olvidar es la atención a las familias en conflicto. Tampoco el mundo educativo, los colegios, tenemos 65 colegios diocesanos”.

Le siguió Nacho Grande, director de Cáritas Diocesana, quien hizo un balance general de la actuación de Cáritas Diocesana y parroquiales, aunque los datos definitivos y cifras se harán públicas el próximo día 16 de junio. Grosso modo dijo que se habían  duplicado las personas beneficiarias de las Cáritas, sólo en Valencia ciudad la central ayudó a 1.800 personas. Y que la crisis había producido nuevos perfiles de personas que acudían a Cáritas, distintas a las que ya se atiende habitualmente, personas mayores de 5 años que viven solas y menores, muchos menores. También personas que habían perdido el empleo o que estaban en ERTES que nos los cobraban. Destacó la labor de los 51 economatos, de los casi 7.000 voluntarios de las Cáritas que durante la pandemia han seguido trabajando y acompañando a las familias necesitadas o personas mayores que vivían solas, preocupándose por ellas, acompañándolas en lo que necesitaren. Subrayó que en la Oficina de Empleo de Cáritas se había conseguido trabajo para 1.218 personas y que las empresas ya estaban acudiendo a este despacho en busca de trabajadores. El dinero que desde el 14 de marzo se había invertido en cubrir estas necesidades sumaba ya más de 500.000 euros, sin contar las que habían empleado o gastado las cáritas parroquiales, sólo la diocesana.

Explicó que la sociedad frágil anterior a la pandemia se había convertido ahora en una sociedad de exclusión, insegura, que va a necesitar mucha ayuda durante mucho tiempo. “Se ha agudizado la situación de los débiles y los frágiles, la brecha digital de sus hijos a la hora de estudiar. “Tenemos que reivindicarnos como sociedad, tenemos que volver a la sociedad del afecto. Todos somos corresponsables en esta sociedad. Continuar haciendo de Valencia una tierra generosa”.

Ayuda a Cáritas

El Vicario General, Vicente Fontestad, subrayó la imaginación y creatividad de los sacerdotes que al frente de sus comunidades parroquiales habían desarrollado su actividad a pesar de las limitaciones del estado de alarma y de las familias a través de la iglesia virtual y la doméstica, atendiendo a personas solas y enfermas, llamando a la oración desde los campanarios a mediodía, el acompañamiento que la Iglesia en Valencia ha tenido de su arzobispo de forma constante, viva y permanente. Desveló Fontestad la noticia de la creación por el arzobispo de una nueva parroquia personal africana, para personas africanas, que les atendiera según sus lenguas y costumbres.

Por otro lado, fuera de rueda de prensa, se ha sabido que la Diputació de València ayudará a Cáritas con una aportación de 250.000 euros para contribuir en proyectos puestos en marcha por la organización de asistencia social con colectivos especialmente vulnerables en el contexto actual de crisis sanitaria y económica.

El acuerdo se ha hecho público tras la reunión mantenida este martes en sede provincial entre el presidente de la Diputació, Toni Gaspar, y el director de Cáritas Valencia, Ignacio Grande, en la que también han participado el obispo auxiliar de Valencia, Arturo Ros, y la diputada de Bienestar Social Pilar Sarrión.