Hechas durante el tiempo de confinamiento de la pandemia Concluyen las polémicas obras de reparación de las filtraciones de la Catedral
Los permisos tardaron en llegar por el conflicto mantenido entre el Cabildo y las autoridades civiles a causa de un muro postizo de ladrillo que el proyecto pretendía derribar para hacer visible capillas góticas ocultas.
Los canónigos perdieron la batalla restauradora, pero no abandonan la idea de recuperar el gótico e los siglos XIII y XIV de la Catedral.
| Baltasar Bueno corresponsal en Valencia
La Catedral de Valencia ha concluido las obras de reparación de las filtraciones que se producen por la cubierta en la Capilla del Relicario (siglo XIX) y que habían motivado la retirada de las reliquias a otro lugar de la Seo y la colocación de lonas protectoras en los últimos meses, que contaron tras varias tensiones y dilaciones con la licencia de obras del Ayuntamiento de Valencia y autorización de la Dirección General de Cultura y Patrimonio de la Generalidad Valenciana. La Capilla del Relicario cuenta con una cubierta de teja y una linterna en su parte superior, por las que se produce la entrada de agua de lluvia a través del tejado y de las mismas piezas de alabastro.
El proceso de las obras se desarrolló durante los tres meses de confinamiento por la pandemia del coronavirus, dado el grave deterioro por el aumento de las filtraciones, y han sido costeadas por el propio Cabildo Catedralicio, que ha visto mermados sus ingresos por la ausencia de visitas turísticas, que en los últimos años ha pagado todas las restauraciones hechas en el histórico templo. Para las obras, una cubierta provisional fue colocada por encima de la original de la propia Capilla que sería desmontada por completo (tejas, tablero, rastreles y vigas). Las vigas y piezas grandes fueron extraídas con la ayuda de una grúa montada sobre un camión que operó en los días más duros del confinamiento.
Han sido saneadas y reforzadas las vigas de madera que se apoyan en el muro de ladrillo y en la sillería que cierra las capillas absidiales. Bajo la cubierta ha sido colocada una capa de material de aislamiento térmico e impermeabilizante. Se ha saneado y sellado en la linterna sobre la capilla los puntos susceptibles de entrada de agua pluvial. Secado el interior de la Capilla del Relicario, húmeda por las filtraciones, se procederá también a su restauración completa, incluidas su decoración y las pinturas al fresco, así como los armarios de las Reliquias.
El proyecto del arquitecto restaurador, Salvador Vila, que no le dejan hacer los técnicos de Consellería, es eliminar el muro postizo y vergonzante de ladrillo en dicha zona, el norte de la Catedral, para liberar las fachadas góticas de los absidiolos. El no de las autoridades civiles al derribo mural fue la causa de que se retrasara las licencias y permisos de obras, teniendo que renunciar el Cabildo, de momento, a eliminarlo. Con el derribo de la tapia neoclásica se descubriría la belleza de la arquitectura gótica de la Catedral en esta área del monumento, pues el murete, construido en 1827, oculta capillas góticas de los siglos XIII y XIV. El proyecto de la Seo es reemplazar el muro por una reja para que pueda dejar a la vista de todas las capillas góticas del ábside original de la Catedral, señaló. En esta batalla que, de momento, ha perdido el Cabildo, están ya hace seis años ambas partes.
La Conselleria de Cultura basa su negativa en que que la Ley establece que las intervenciones en los Bienes de Interés Cultural "respetarán las características y valores esenciales del inmueble. Se conservarán sus características volumétricas, espaciales, morfológicas y artísticas, así como las aportaciones de distintas épocas que hayan enriquecido sus valores originales".
En un informe elaborado por la Real Academia De Bellas Artes de san Carlos de Valencia a raíz de este conflicto se lee que “es evidente que uno de los grandes problemas no resueltos de la fábrica actual de la catedral es el sistema de desagües de las cubiertas. La eliminación, desde los años sesenta del pasado siglo, de las cubiertas de teja añadidas durante la reforma clasicista del S. XVIII y con ellas de los denostados, pero prácticos, canalones y bajantes, devolviendo a las gárgolas medievales su función original, ha producido problemas no resueltos. En la cabecera las aguas han ido conduciéndose hacia el exterior produciéndose el choque en el encuentro entre las absidiolas y el muro exterior.”
Para la Academia, “la eliminación del muro exterior obligaría a recomposiciones de la embocadura de los arcosolios, de la capilla exterior de San Jaime y del remate de los contrafuertes. Considerando el mal estado general con el que salen las fábricas ocultas obligaría a recomposiciones que violentarían el valor de autenticidad del monumento… Se estima que la solución que cumple todos los requerimientos legales, de criterios estéticos actuales, de rapidez de ejecución y de ausencia de imprevistos en la obra es la del mantenimiento del muro-fachada clasicista. También es la más económica. El ahorro facilitaría las otras actuaciones urgentes que el cabildo, según nos consta, tiene previstas.”
Le resta ahora a la Catedral, cuyo Cabildo ha hecho una obra encomiable de restauración y mimo, ahora que se ha quedado sin el grueso de los ingresos por las visitas turísticas, agravación del problema, resolver las filtraciones y humedades que sufren los frescos de los doce ángeles músicos que cantan a la Virgen de la Asunción, titular de la Seo, por Paolo da San Leocadio 1447-1520 y Francesco Pagano, en el último tercio del siglo XV.