Su nueva basílica es el santuario cristiano más grande en el Medio Oriente La casa de María en Nazaret era una cueva
Según la tradición es el lugar de la anunciación del arcángel Gabriel a la Virgen María
El denominador común del paisaje es el color verde. Hay abundante vegetación debido a la multitud de fuentes y manantiales de sus montañas
Los Peregrinos han subido en una barcaza para recordar la aparición de Jesús a algunos de sus apóstoles
Los Peregrinos han subido en una barcaza para recordar la aparición de Jesús a algunos de sus apóstoles
| Baltasar BUeno, enviado especial a Israel
La última jornada de la Peregrinación por Tierra Santa concluyó en el hermoso paraje del Monte de las Bienaventuranzas, el gran sermón de Jesús donde pronunció las bellas felicitaciones y anuncio de esperanza dedicadas a los más humildes y oprimidos. Mahatma Gandhi, no católico, era un enamorado de ellas y dijo haber sido el mejor discurso escuchado en su vida.
Ha sido una mañana de grandes memoriales. Monte de las Bienaventuranzas, luego el lugar del milagro de la multiplicación de los panes y peces, Misa en la capilla de la Primacía de Pedro, Cafarnaún –el pueblo donde más tiempo vivió Jesús, 30 años- y el Lago Tiberiades. El denominador común del paisaje es el color verde. Hay abundante vegetación debido a la multitud de fuentes y manantiales de sus montañas.
Los montes aquí se deslizan sin contenerse hasta el Lago Tiberiades, que hoy está tranquilo, sin vientos que amenacen sus embarcaciones. Hemos embarcado rememorando el Tiberiades de los Evangelios. Se llama también Mar de Galilea. Es lago de agua dulce, el más grade de Israel, 53 km2 de extensión, forma de corazón, Valle del Rif, 210 metros bajo el nivel del mar y profundidad media de 40-45 metros. El rio Jordán lo nutre. Fue en tiempos antiguos principal sustento de la zona por la pesca.
Los Peregrinos han subido en una barcaza para recordar la aparición de Jesús a algunos de sus apóstoles. El franciscano fray Luís Quintana, cabeza de expedición, ha leído el Evangelio que relata el hecho: “ Estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los de Zebedeo y otros dos de sus discípulos. Simón Pedro les dice: «Voy a pescar.» Le contestan ellos: «También nosotros vamos contigo.» Fueron y subieron a la barca, pero aquella noche no pescaron nada. Cuando ya amaneció, estaba Jesús en la orilla; pero los discípulos no sabían que era Jesús. Díceles Jesús: «Muchachos, ¿no tenéis pescado?» Le contestaron: «No.». El les dijo: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.» La echaron, pues, y ya no podían arrastrarla por la abundancia de peces. El discípulo a quien Jesús amaba dice entonces a Pedro: «Es el Señor», se puso el vestido -pues estaba desnudo- y se lanzó al mar”.
Un marinero de la tripulación ha izado la bandera de España, junto a la de Israel con la estrella de David, que simboliza que Dios protege a Israel por todas partes. Nos hemos adentrado en la mar, hoy con aguas tranquilas, quietas y serenas, invitatorias a la paz, la serenidad y la reflexión. El barco ha parado motores. Ha permanecido mudo e inmóvil. El silencio se ha hecho y pareciera que allí estuviera deslizándose por las aguas Jesús. Oasis de paz alejado del fragor de vehículos y ruidos de estos pueblos y ciudades. El Señor Jesús en su estado más puro.
Por la tarde, recorrido mariano por Nazaret. Visita a la iglesia ortodoxa del arcángel Gabriel de bellísima estética, con iconos de gran valor. Casa de soltera -la de santa Ana- y la de casada –la de san José- de la Virgen. No eran casas propiamente dichas, sino cuevas cavadas en rocas. Del lugar donde vivió la Virgen y Jesús con san José, no queda nada, excepto la roca cueva donde vivían. Sobre sus ruinas y memoria dos nuevas capillas que las cubren y protegen. La capilla superior es una inmensa Basílica advocada a la Anunciación. Impresionantes ambas, exageradamente grandes, modernas, superpuestas en el aire para no dañar los restos arqueológicos. Es una cola incesante todo el día la que se forma para ver la casa de la Virgen.
Según la tradición es el lugar de la anunciación del arcángel Gabriel a la Virgen María. "El ángel entrando en donde estaba ella, le dijo: 'Salve, llena de gracia! El Señor es contigo'." (Lucas 1:28). La nueva basílica, el santuario cristiano más grande en el Medio Oriente, fue consagrada en 1964 por el Papa Pablo VI durante su histórica visita a Tierra Santa el 23 de marzo de 1969. Días después en una ceremonia ecuménica participaron prelados y clérigos de las iglesias ortodoxa griega, armenia, copta, etíope, siria y luterana.
Se yergue majestuosa cerca de la Fuente de María, que recibe tal nombre, porque la tradición cuenta que hasta ella iba todos los días la Virgen María para llevar agua para la casa.
De que fuera este lugar la casa de María, dice un experto:
“Técnicamente no hay lugar a dudas. Este es uno de los centros más documentados en el mundo, ya que tenemos fundamentos arqueológicos, muchos escritos que sostienen su coherencia … Y además, no hay oposición. Nadie dice que no existió lo que cuenta la tradición en los Evangelios sobre la vida oculta de Jesús en Nazaret. Lo que podemos decir, principalmente, es que hay una tradición del culto del lugar santo en este sitio, llamado tradicionalmente “la cueva de la Anunciación”.
Es decir, que ha sido siempre venerada como tal. Las pruebas arqueológicas que tenemos se concentran exclusivamente en la presencia de algunos grafitos muy importantes, que nos dan un alto porcentaje de probabilidades sobre la existencia de la casa de María, alrededor dela cueva”.
Entran y salen constantemente grupos de peregrinos de distintos países, muchos de ellos asiáticos, y gente joven. Los Santos Lugares de Tierra Santa atraen mucho. Un profano diría que se han puesto de moda, pero no, más bien es la fe, la devoción, la veneración y la admiración por lo aquí acontecido hace más de dos mil años.
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