"Cuántas crisis sacerdotales se producen por falta de oración" Cañizares, en misa de ordenaciones: "No os dejéis dominar por la tristeza, que es enemigo letal de la vida sacerdotal y pastoral"
"La oración va a ser uno de los elementos fundamentales"
"Vida austera, sencilla, dejad de buscar puestos y privilegios, esperad a que se os llame"
"Pablo de Tarso fue alcanzado por la gracia de Dios y de perseguidor pasa a ser su testigo más singular"
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, presidió este domingo la Misa de ordenación sacerdotal de Borja Grau y Félix Perona, ambos del Real Colegio Seminario de “El Patriarca”, y Enrique Roig y Sergio Sospedra, del seminario La Inmaculada de Valencia celebrada en la Catedral, en la solemnidad litúrgica de los santos Pedro y Pablo.
Esta es la segunda tanda de ordenaciones, ayer fueron ordenados otros cuatro diáconos, con el fin de poder cumplir con las normas de prevención y seguridad dictadas por la autoridad sanitaria con motivo de la pandemia del Covid 19. Con el prelado concelebraron el obispo auxiliar de Valencia, Arturo Ros, curiales y Cabildo Catedralicio.
Concluida la Liturgia de la Palabra, fueron presentados los ordenandos, a quienes el cardenal dirigió un texto homilético en relación con el momento que estaban viviendo, importante dijo para la Iglesia en Valencia. Al igual que ayer, una de las lecturas fue proclamada en Lengua Valenciana, cosa extraña por poco habitual en el templo catedralicio, así como en general en la Iglesia Valenciana, que siempre oficia en lengua castellana.
El prelado comenzó diciendo que “nuestra fe descansa y se apoya en el testimonio de Pedro y Pablo. Pedro piedra angular sobre la que se edifica la Iglesia en la nueva humanidad. Nada ni nadie podrá derribar a la Iglesia, don que viene de lo alto”. “Pablo de Tarso fue alcanzado por la gracia de Dios y de perseguidor pasa a ser su testigo más singular”.
Pedro y Pablo sufrieron y “vosotros con Cristo seréis capaces de aguantar la cruz que acompañará vuestro ministerio. Para ser testigos de Jesucristo hay que tener una cierta familiaridad con Dios. Antes de ser apóstoles, tenéis que ser discípulos de Jesús, antes de ser evangelizadores, tenemos que estar constantemente evangelizados… Necesitamos ser sacerdotes, ministros e instrumentos de la comunidad eclesial. No podemos olvidar que la Iglesia es es misterio de comunión y unidad del género humano”, dijo Cañizares.
Llamó a los ordenandos a evitar que la división y fragmentación del mundo “se intente reproducir en la Iglesia, que nadie se sienta extraño en la comunidad de los fieles. Somos ministros de la comunión y reconciliación, habremos de emularnos en la estimación mutua y afecto y colaborar con paciencia y sacrificio, que significa en último término vivir la realidad sacramental”.
“En este servicio a la comunión que vais a ejercer, os vais a dejar conmover las entrañas buscando ternura y compasión como samaritanos… Cuánto bien hace el ejemplo de un sacerdote de proximidad, que se acerca y no huye de las heridas de sus hermanos”.
“La oración va a ser uno de los elementos fundamentales. Cuántas crisis sacerdotales se producen por falta de oración… Vida austera, sencilla, dejad de buscar puestos y privilegios, esperad a que se os llame, no os dejéis dominar por la tristeza, que es enemigo letal de la vida sacerdotal y pastoral. Que el Espíritu Santo nos libere a todos de esa tristeza. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. Bendita precariedad que nos recuerda que necesitamos del auxilio del Señor”, dijo el cardenal.
“Para la nueva evangelización es necesario promover, formar, acompañar al laicado, cuya presidencia corresponde al presbítero, que todos se sientan corresponsables en la obra evangelizadora … y de la necesidad de pastores, es necesario rezar para que el Señor envíe los obreros a la mies”, señaló el pelado, quien cerró sus palabras pidiendo también se rezara por el Papa Francisco “donde Dios a la Iglesia”.