Celebra la visita de Parolin en el 50º aniversario de la Misa de Pablo VI en la acería Italsider Arzobispo de Taranto: "La economía no puede desarrollarse sin la dimensión humana"

"Este acontecimiento fue un acontecimiento extraordinario, no sólo para Taranto y sus trabajadores, sino para toda la Iglesia. El Papa Francisco envía aquí a su Secretario de Estado, precisamente para subrayar la importancia de este aniversario, tanto desde el punto de vista eclesial como social". Así, Mons. Filippo Santoro, arzobispo de Taranto, comenta en los micrófonos de Radio Vaticano, Italia, la visita del Card. Pietro Parolin en la capital jónica con motivo del 50º aniversario de la Misa de Navidad, celebrada por San Pablo VI entre los altos hornos de la acería Italsider.

Un ejemplo de iglesia que sale al encuentro

"Hoy hablamos con razón de la iglesia que sale al encuentro", pero es difícil encontrar un ejemplo más claro de ello", explica Santoro. "Pablo VI dejó el Vaticano en la noche de Navidad para venir a celebrar la Misa en los altos hornos de Italsider. Fue un gesto de misión, de encuentro con la realidad de los trabajadores, hecho en 1968, con todos los fermentos presentes en ese momento. Un signo profético de la nueva relación de la Iglesia con el mundo contemporáneo, de su deseo de entrar en el corazón de los problemas. Por lo tanto, un hecho tan relevante desde el punto de vista eclesial y social no puede ser ignorado".

Página memorable de la catequesis de la encarnación en el mundo

"En esta celebración histórica, Pablo VI subrayó inmediatamente la dificultad del diálogo entre la Iglesia y el mundo del trabajo", recuerda el arzobispo de Taranto. "Pero dijo que esa distancia no tenía por qué existir, precisamente porque su visita era un signo de interés, de atención y de búsqueda de una relación más directa".

"El Papa Montini se dirigió con el corazón de un pastor a los muchos trabajadores y empleados de la empresa presentes, dialogando con ellos no sólo como trabajadores sino como personas, teniendo en cuenta a sus familias. Y a ellos les hizo el anuncio evangélico del nacimiento del Salvador en la vida y en la sociedad. Fue, pues, un momento en el que Pablo VI, en su grandeza, supo reconocer la dificultad pero señaló el camino de la Encarnación, de la cercanía al mundo del trabajo, que es un mundo que realmente necesita la luz, la presencia del Señor. Una página memorable de catequesis como contenido y método de acercamiento al mundo contemporáneo".

Desastres ambientales y muertes por cáncer

"En estos cincuenta años, por supuesto, muchas cosas han cambiado", añade Mons. Santoro. "Lo que antes era un territorio agrícola se ha convertido en la tierra de los monocultivos de acero. En esa época, Taranto era la ciudad con los ingresos más altos de Roma. Entonces, la relación con el medio ambiente y la ciudad cambió. El empleo ha crecido, se ha producido la venta del Estado a un particular, el Riva. Se siguió produciendo buen acero, pero se descuidó el impacto sobre el medio ambiente y la defensa de la vida. Hemos visto el crecimiento de muertes y pacientes de cáncer relacionados con la contaminación".

"Cuando llegué a Taranto, hace siete años -recuerda el prelado-, me encontré con una situación que en julio de 2012 provocó la intervención del poder judicial que solicitaba el cierre de la fábrica. Y Taranto, que no sólo producía para Puglia, pagaba una deuda muy alta para todo el país.

Avances positivos, pero seguimos atentos

"Hoy en día, las instalaciones de Ilva son operadas por Arcelor-Mittal. El aspecto del empleo está garantizado, con los límites del fondo de despidos, y ha habido una gran inversión en el medio ambiente", comenta Mons. Santoro. "Se han invertido mil millones y cien millones para arreglar las plantas de manera que no haya contaminación. Y la nueva propiedad está completando rápidamente la cobertura de los parques minerales para evitar que el polvo, en los días de viento del norte, invada los barrios más cercanos".

"Por lo tanto, hay todos estos signos y la visita del Card. Parolin es la oportunidad adecuada para reiterar nuestra evaluación positiva de los progresos realizados en la protección del empleo y del medio ambiente".

"Pero, por supuesto, permanezcamos vigilantes porque si no se pone fin a la devastación ambiental, intervendremos decisiva y enérgicamente", concluye el Arzobispo de Taranto. "Porque nos interesa la idea de la ecología integral enseñada por el Papa Francisco. La dimensión económica no puede desarrollarse sin desarrollar la dimensión humana: la defensa de la vida, la salud y el hogar común".

(RD/Vatican News)

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