Exigen que ponga fin a la "intolerable" situación de refugiados en Nauru y Manus Los obispos australianos piden al Gobierno ser "más generoso" con los migrantes

El Presidente de la Conferencia Episcopal Australiana, Mark Coleridge, expresó su desacuerdo con el actuar de las autoridades australianas que no han querido enfrentar la problemática migratoria y humanitaria.

Australia, un país rico

Reconoció que Australia "es un país rico, con un sólido estado de derecho y tolerancia multicultural, y es un lugar atractivo para vivir y encontrar la paz y la seguridad. No es de extrañar que personas valientes e ingeniosas que huyen de la persecución en cualquier parte del mundo se sientan felices de tener un hogar aquí, tal como lo hicieron después de las guerras en Europa y en el sudeste asiático".

Sin embargo, cuestionó el programa de migración ordenada, pues considera que "podríamos ser más generosos en el número de personas con necesidades humanitarias que recibimos cada año como parte de nuestro programa de migración ordenada".

Se puede hacer más

El arzobispo Mark Coleridge se cuestiona si en Australia ¿no deberíamos hacer más por cooperar con nuestros vecinos de la región para atender a los que buscan procesamiento y seguridad en nuestra región, y para proporcionar un hogar permanente a las personas que huyen de condiciones inhumanas en sus países de origen?

El obispo terminó sus declaraciones invitando a los políticos para que en esta Navidad "consideren la posibilidad de... poner fin a la intolerable situación en Nauru y la isla de Manus que soportan los solicitantes de asilo, cuya difícil situación sigue siendo nuestra responsabilidad. No podemos permitirnos que la difícil situación de estas personas empeore aún más al hacer de su futuro el tema de una amarga disputa electoral en el año venidero".

(RD/Vatican News)


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