“La oración del pobre atraviesa las nubes (Eclo 35,17”
Acaba de aparecer el nº 206 del Boletín Iesus Caritas de la Familia Carlos de Foucauld, España. En palabras del director de la publicación Manuel Pozo, Vicario de Pastoral de la diócesis de Almería, bajo el título de Conversión ecológica, misionera y sinodal, nos dice:
“El mes de octubre de 2019, Roma se convirtió en la capital de la Amazonía. Más de 300 participantes entre obispos, sacerdotes, religiosos y laicos abordaron los desafíos de una región que aglutina a nueve países. El Sínodo Panamazónico trató temas de ecología integral, doctrina social y
evangelización. Temas que, por otra parte, trascienden los
límites de estas nueve naciones, puesto que afectan directamente
no solo a la Iglesia universal, sino también a la comunidad
internacional. No se oculta los recelos que en muchos ha
suscitado el Sínodo celebrado. Especialmente en grupos de
presión políticos y económicos que buscaron contraprogramar
y desacreditar la cita eclesial. Estos lobbys, por desgracia, han
encontrado apoyo dentro de la Iglesia. Son grupos que se
resisten a toda reforma y que confunden a los creyentes
minando la credibilidad y autoridad del sucesor de Pedro.
El Papa, en la exhortación postsinodal Querida
Amazonía, hace un canto a la defensa de esta región del planeta
frente al neocolonialismo que destruye el medioambiente y
condena a quienes lo habitan. El tono literario de la redacción,
que alterna los gritos contra estos crímenes con los sueños para
proteger la Casa común, hace que se presente más como un
documento evocador y de sensibilización, que como un plan de
acción sistematizado. Ya en el comienzo del texto, Francisco
advierte de que es un «marco de reflexión» que no busca
reemplazar ni repetir el documento final del Sínodo.
La reflexión sinodal ha dejado para explanar muchos y
variados retos, avalados en votación de forma abrumadora por
los padres sinodales: el pecado ecológico, la creación de un
organismo eclesial regional, la red de escuelas, las traducciones
bíblicas, el fondo para la deuda climática y otros muchos. El
tiempo permitirá constatar si estas propuestas se van
concretando en acciones con el aval y recursos necesarios desde
el recién creado Consejo Especial para la Amazonía, organismo
integrado en el Dicasterio para el Servicio al Desarrollo
Humano Integral.
Entre las cuestiones discutidas que se incluían, en un
primer momento en el documento sinodal, se encontraban los
temas de la ordenación de hombres casados y el papel eclesial de
la mujer. En la exhortación, Francisco, aparca estas propuestas.
De la misma manera, aparca la discusión sobre el acceso de las
mujeres al orden sagrado y elude cualquier mención al
diaconado femenino. El cardenal Michael Czerny ha comentado
en rueda de prensa que «estas cuestiones no desaparecen», de la
misma manera que «no se cierra ninguna puerta». El propio
Francisco escribe en la exhortación postsinodal que la solución
no pasa por «relativizar los problemas, escapar de ellos o dejar
las cosas como están». En aras de una comunión irrenunciable
garante de la catolicidad, el Papa insta a no caer en «soluciones
pragmáticas» o en «la dialéctica que limita la visión», para
«acoger con valentía y generosidad ese don inesperado que
despierta a una nueva y mayor creatividad».
Introducimos este número del BOLETÍN con la homilía
del papa Francisco en el viaje apostólico a Perú en 2018. Nos
parece que es un documento programático que ayudó a preparar
el ambiente sinodal y, más tarde, sería complementado con el
grito profético recogido en el documento del Pacto de las
Catacumbas. El ramillete de colaboradores de este número están
avalados, no solo por su sabiduría y experiencia pastoral, sino
por su vida comprometida al servicio del Evangelio y de los
pobres. Nombres como Abraham Apolinario, Mauricio da Silva
Jardim, Edson T. Damián, Leonardo Boff, y Mariano Puga nos
ayudan en una reflexión actual y valiente que exige una
confianza grande en Dios al tiempo que la superación de
ideologías lejanas al kairós del momento presente y las
necesidades espirituales y humanas de las comunidades.
«Un proceso de inculturación, que implica
caminos no solo individuales sino también
populares, exige amor al pueblo cargado de
respeto y comprensión. En buena parte de la
Amazonia este proceso ya se ha iniciado. Hace
más de cuarenta años los Obispos de la Amazonia
del Perú destacaban que en muchos de
los grupos presentes en esa región “el sujeto
de evangelización, modelado por una cultura
propia múltiple y cambiante, está inicialmente
evangelizado” ya que posee “ciertos rasgos de
catolicismo popular que, aunque primitivamente
quizás fueron promovidos por agentes
pastorales, actualmente son algo que el pueblo
ha hecho suyo y hasta les ha cambiado los
significados y los transmite de generación en
generación” (Vicariatos Apostólicos de la Amazonia
Peruana, «Segunda asamblea episcopal regional de la
selva», San Ramón-Perú [5 de octubre de 1973], en
Éxodo de la Iglesia en Amazonia, Documentos pastorales de
la Iglesia en la Amazonia peruana, Iquitos 1976, 121). No
nos apresuremos en calificar de superstición o de
paganismo algunas expresiones religiosas que
surgen espontáneamente de la vida de los pueblos.
Más bien hay que saber reconocer el trigo que crece
entre la cizaña, porque «en la piedad popular puede
percibirse el modo en que la fe recibida se encarnó
en una cultura y se sigue transmitiendo»!» (Exhort.
Ap. Evangelii gaudium (24 de noviembre de 2013) 123.
AAS 105 (2013), 1071.
FRANCISCO, Exhort. Ap. Querida Amazonia (2 de
febrero 2020) n. 78.
POR UNA COMUNIDAD EN PAZ
Y FELICIDAD
«Yo creo que América, a pesar del tiempo
y de los sucesivos imperios
y desintegraciones,
debe considerarse AMERINDIA.
Desde luego reconozco el derecho
que sobre América latina ha conquistado,
a base de humillación y de sangre,
el Pueblo Afro esclavo.
Sin embargo, creo que América
es de raíz indígena
y debe recuperar esa identidad madre
como Pueblo y como Iglesia.
La Iglesia debe “convertirse al indio”
y llevarle simplemente Evangelio
y no la cultura extranjera,
mucho menos el Capitalismo,
la dependencia, el consumismo occidental.
En. términos político-sociológicos
y en términos pastorales de evangelio,
los pueblos indios, sentidos realmente,
asumidos de verdad
a partir de una auténtica encarnación,
por un lado, ofrecen una alternativa nueva
a nuestra sociedad capitalista de consumo;
y, por otro lado, nos fuerzan a descubrir
el Evangelio en su simplicidad.
Y por un lado y por otro,
en una convergencia maravillosa,
en que se conjugarían
el Evangelio con la nueva Sociedad,
que sería mucho más evangélica,
mucho más sencilla,
mucho más armónica del hombre consigo,
con la naturaleza
y con los otros hombres hermanos
(entre los indios no hay neuróticos, no hay locos)
me parece que nos dictaría a la Iglesia
el modo y manera de encarnarnos en el pueblo,
que tiene las características del indio
pero que no tiene ni la paz ni la felicidad del indio,
y que ha perdido incluso
el sentido comunitario que aún el indio tiene».
PEDRO CASALDÁLIGA
MADRE DE LA AMAZONIA
Madre de la vida,
en tu seno materno se fue formando Jesús,
que es el Señor de todo lo que existe
Resucitado, Él te transformó con su luz
y te hizo reina de toda la creación.
Por eso te pedimos que reines, María,
en el corazón palpitante de la Amazonia.
Muéstrate como madre de todas las creaturas,
en la belleza de las flores, de los ríos,
del gran río que la atraviesa
y de todo lo que vibra en sus selvas.
Cuida con tu cariño esa explosión de hermosura.
Pide a Jesús que derrame todo su amor
en los hombres y en las mujeres que allí habitan,
para que sepan admirarla y cuidarla.
Haz nacer a tu hijo en sus corazones
para que Él brille en la Amazonia,
en sus pueblos y en sus culturas,
con la luz de su Palabra,
con el consuelo de su amor,
con su mensaje de fraternidad y de justicia.
Que en cada Eucaristía
se eleve también tanta maravilla
para la gloria del Padre.
Madre, mira a los pobres de la Amazonia,
porque su hogar está siendo destruido
por intereses mezquinos.
¡Cuánto dolor y cuánta miseria,
cuánto abandono y cuánto atropello
en esta tierra bendita,
desbordante de vida!
Toca la sensibilidad de los poderosos
porque aunque sentimos que ya es tarde
nos llamas a salvar lo que todavía vive.
Madre del corazón traspasado
que sufres en tus hijos ultrajados
y en la naturaleza herida,
reina tú en la Amazonia
junto con tu hijo.
Reina para que nadie más se sienta dueño
de la obra de Dios.
En ti confiamos, Madre de la vida
no nos abandones
en esta hora oscura.
Amén.