Que contraste de acontecimientos. Por un lado, cuando nací el 1 de enero de 1946, hacía justo un año que se había liberado este . Para mí Auschwitz se asocia con dos gigantes: Uno proviene del campo de la psicología y el otro del mundo de la espiritualidad. El primero Victor Frankl (1905-1997) neurólogo, psiquiatra y filósofo austriaco, fundador de la logoterapia y el análisis existencial, es el que con su libro El hombre en busca de sentido me puso en la pista en lo importante que es esta búsqueda lo que me llevó a la toma de conciencia de la Inteligencia espiritual (IES), que es la que nos da el sentido de la vida, al que se llega gracias al practicar el «silencio orante». El otro gigante de Auschwitz es el padre Maximiliano Kolbe (8 de enero1894 – Auschwitz, 14 de agosto de 1941), fundador de la milicia de la Inmaculada, que entregó su vida en lugar de otro prisionero y que mu´ió en una estrechisima celda, dando ánimos a sus otros compatriotas con el mismo destino, con una confianza extrema en María la madre de Jesús. El recuerdo de la visita a esta celda, acompañado de mi mujer y de mi hijo ha quedado guardado en mi alma.
Por otro lado, me alegra saber que, en la cronología histórica, cuando asesinaron a Gandhi tenía tres años. Su figura me ha marcado extraordinariamente. En 2014, junto a mi esposa y unos amigos, tuve la ocasión de visitar el lugar donde vivió Gandhi la última etapa de su vida y fue asesinado. En abril de 2005 publiqué un pequeño librito Viaje al corazón de la India,en reconocimiento a este viaje, donde hablo del pensamiento hindú,de la fuerza de la no violencia de Gandhi y de la fuerza de la acción de Vicente Ferrer, ejemplos del amor y de la no violencia.Recuerdo que también me marcó, cuando tenía veintiún años, visitar la Comunidad del Arca en Francia y conocer a Lanza del Vasto, seguidor de Gandhi, en un momento en el que encarnaban con acciones la no violencia en Europa.