Según Pedro Miguel Lamet en su blog1 la última frase del padre Arrupe SJ fue «Para el presente amén, para el futuro aleluya». ¿Qué puede significar esto? Que solo tenemos el presente. El ahora nos abre al infinito. El futuro es ahora. El futuro es aleluia, es esperanza, es vida en plenitud. ¿Y el pasado? El pasado ya no existe. Solo nos da experiencia para no equivocar el camino. Alimentar el sentimiento de culpa por lo que hemos hecho mal, después del arrepentimiento, es masoquismo. Dar vueltas a lo negativo del pasado es una falta de fe y una tortura inútil. El instante es lo único que tenemos, es lo que Dios quiere para mí. Vivir el ahora es el secreto de la verdadera felicidad. El instante es un sacramento que debemos atrapar. Preocuparnos por el futuro, ¿no es desconfiar de la Providencia divina?
1 P. M. LAMET, Religión Digital, 10.10.2020