Con razón se enamoran de ti
Todas las cosas se aman. La naturaleza toda tiende a un tú. Todos los seres están en comunión unos con otros. En la naturaleza todo es mutación y transformación y cambio de unas cosas en otras, y todo es abrazo, caricia y beso… Todo, en la naturaleza, es un querer rebasar los propios límites, traspasar las barreras de la individualidad, encontrar un tú a quien entregarse, transformarse en otro. En la naturaleza todo está incompleto y todo es entrega y abrazo, y los seres son en la intimidad de su esencia y en el más profundo misterio de su existir: hambre y sed de amor.
Dios fuente de donde ha brotado la esplendida belleza viva de la creación es amor. Por esto todas las cosas nos hablan de Dios, porque todas las cosas suspiran por Dios.
Y todo este misterio de amor se perfila, de un modo singular, en la belleza de la relación humana hombre y mujer, que empiezan por enamorarse, principio del camino de una vida en el amor, que no siempre llega a saciarse, porque no siempre acertamos o no aceptamos a rebasar los propios límites de la individualidad, que supone también un morir a sí mismo. El amor, el verdadero amor lleva ligado a su autenticidad otra palabra: muerte. En el camino de la vida es necesario contar con ambas palabras.
La vida es sabia y nos va despertando a este misterio del amor mediante una acción más externa: el enamoramiento. Éste, según afirma la psicología, es la seducción que me provocan ciertas personas, cosas.., a veces superficiales, que tienen valores estimulantes sensoriales, -figura, voz, movimientos, ojos- y esto nos desvía de los defectos, nos deslumbra; en cambio el amor es más completo, profundo: ama la unidad, la persona total del otro, y en función de valores superiores…
Este enamoramiento podría estar sugerido por los primeros versos del Cantar cuando la Amada manifiesta su deseo:
Mejores que el vino son tus amores,
suave el olor de tus perfumes,
tu nombre es un aroma penetrante.
Llévame en pos de ti, ¡corramos!
Méteme en tu alcoba,
celebremos nuestra fiesta.
¡Con razón eres amado! (Ct 1,2-4)
Y todo el libro del Cantar viene a ser un conjunto de encuentros y desencuentros entre el la Amada y el Amado. Para acabar, paradójicamente al final con una exhortación de ella: ¡Huye, amado mío!...
Que el biblista Alonso Schökel comenta en el sentido de que el amor es un ejercicio permanente de seducción que es necesario reiniciar, renovar, profundizar… cada día.
Ramón Llull en su Libro del Amigo y del Amado, que en el fondo es un bellísimo comentario del Cantar de los Cantares, escribe:
Los fuegos que reavivan el amor del Amigo son dos: el primero se nutre de deseos, goces, pensamientos; y el segundo de temores, desfallecimientos, lloros, lamentaciones (nº 44)
En el fondo vuelve a recordarnos la unión de las dos palabras amor-muerte. Con diversos acentos o matices:
Las llaves de las puertas del Amor están doradas de meditaciones y de deseos, de suspiros y de lloros, la cadena que une todo al Amado está tejida de conciencia y de arrepentimiento, de devoción y de penitencia; los porteros son la justicia y la misericordia. (nº 41)
Este fenómeno del amor humano tiene también una lectura más profunda en la relación de la persona humana con Dios, en la dimensión trascendente que contemplamos en toda persona humana. O quizás mejor sería decir que la vida en el amor de la persona humana es una transposición a nivel humano del amor de la divinidad por el hombre, del amor de Dios. Un Dios que es amor.
De una vivencia auténtica y profunda del amor humano puede y debe nacer un hombre nuevo y una humanidad nueva. Quizás, por esto, ahora que empieza la CUARESMA tenemos la oportunidad de seguir los pasos del Amor, de acoger y guardar sus palabras, y llegar a la contemplación del amor extremo: en la Cruz, el que da la vida en el amor, para volverla a recobrar y dejar ese Espíritu de amor en el corazón de cada persona humana.
Y es posible que tú cristiano, monje… digas en este tiempo:
Todo mi ser tiene sed de ti
Mi alma se ha enamorado de ti (Sal 62,2.9)
Pero no basta quedar en la corteza de una relación personal, en el enamoramiento. Es preciso llegar a las fuentes del amor. El Camino es acoger la Palabra, interiorizarla contemplar la Persona que nos muestra y ofrece el auténtico amor.
Preguntaron al Amigo: -¿Dónde vas? –Él respondió: Voy a donde está mi Amado. ¿De dónde vienes? -Vengo de donde está mi Amado. – ¿Y cuanto tiempo permanecerás con él? Todo el tiempo que mis pensamientos estén en él (nº 24)
La Cuaresma es un ir y venir a la casa del Amado, escucharle, trabajar para que nuestra mente sea la mente del Amado y ponerse en el camino de realizar un hombre nuevo, una humanidad nueva. Feliz camino a la Pascua. El Amor dará sentido y hondura a tu amor.