Parece mentira que no se señale este punto:
el problema está en los imanes, que son quienes interpretan autorizadamente los textos sagrados del Islam y los que mueven a sus fieles por caminos de paz o por caminos de violencia. El problema no es el Islam "en sí", sino los imanes que lo interpretan, ¿Quién nos ha nombrado a nosotros intérpretes autorizados del Corán y de los demás libros sagrados de su religión? Mientras sigamos perdiendo el tiempo en cuestiones metafísicas, de si el Islam es bueno o es malo, de si los musulmanes son buenos o son malos, no encontraremos una respuesta adecuada al problema del terrorismo islámico. Por este camino las cosas irán a peor, por nuestra pasividad o por nuestro ¨dar palos de ciego¨ y no querer coger el toro por los cuernos y afrontar el problema de manera conveniente y útil para la Paz.
Imanes tiene su Iglesia para interpretar el Islam.
Los imanes que elaboran discursos pacíficos y de concordia, deben ser respetados y apoyados. Los imanes que propalan ideas violentas y fanáticas que favorezcan el terrorismo, deben de ser perseguidos, detenidos y ajusticiados penalmente, por favorecer y/o propiciar el terrorismo.
Abandonemos los planteamientos metafísicos y seamos prácticos. Repito: el problema está en los imanes y en su interpretación del Islam, no en el Islam.