Celuloide posmoderno. Un viaje apasionante por la antropología del cine actual
Ayer en la Mostra del Cine espiritual se presentó este interesante libro de Ediciones Encuentro con la presencia de uno de sus autores, Jorge Martínez, y la introducción de Mons. Enrique Planas y el profesor Peio Sánchez. Ya la portada con un fotograma de "Death Proof" de Quentin Tarantino se ofrece como un icono de su propuesta. Una joven animadora con su uniforme revisa su rostro maquillado en el retrovisor exterior de un automóvil que suponemos (queda fuera de campo) deportivo. Asombrada de sí misma esta narcisa posmoderna se mira en este espejo que funciona como metáfora de la pantalla cinematográfica. ¿Es está la belleza capaz de cautivar al público contemporáneo? ¿Esta imagen busca exaltar de la modelo o es más bien una crítica a la vanagloria que emerge de lo convencional (uniforme), de la mentira (maquillaje) y de la virtualidad (espejo)?
De esto trata el texto que nos ocupa, que parte de una opción hermeneútica con la que me siento especialmente identificado: el cine es un vehículo privilegiado de diagnóstico cultural. Desde mi especialidad confirmo que en los terrenos específicos de la filosofía, pedagogía y teología hoy el cine, habría que ampliar probablemente al audiovisual en general, es imprescindible para comprenden las claves de sentido, las cosmovisiones y las prácticas de transmisión cultural de una sociedad específica. Creo que el cine en general, las series de TV en particular y los vídeos de Youtube son hoy los "locus" habituales y preferentes donde las ideas se ponen en forma (imagen), en elocuencia (audio) y en marcha (narración).
Los autores parten de una crítica del narcisismo posmoderno y de la búsqueda de la autenticidad siguiendo los pasos del filósofo de Quebec, Charles Taylor. De la mano del texto iremos visitando los films del divertimento vitalista que se decantan por el "todo-va-bien" del individualismo inmediatista y, en el otro extremo, las películas del pesimismo que buscar hacer participar al espectador de la experiencia amarga de un vacío del cual, la compensación es en el fondo un consolación aparente, falsa y efímera.
Siete son los rasgos de este narcisismo sometido al juicio antropológico. Los describiré con algunas de las películas que los autores citan. La ausencia de padre representada en el padre pelele de Los mundos de Coraline (2009) o en el padre ausente de Todo sobre mi madre; la dinámica de la huida realizada a través de las drogas en una película como Trainspotting; la creación de mundos ficticios donde el ideal es efímero, engañoso y relativista como en Moulin Rouge o El truco final; la evaporación del amor como ejercicio de la libertad que queda representado en el sorprendente éxito de taquilla de Mentiras y gordas; la soledad como engendradora de angustia, depresión y suicidio que nos presenta en Las horas; la anestesia del olvido para soportar la vida que denuncia Olvídate de mí; y por último, la ruptura con las tradiciones y la curvatura del tiempo hacia el sin sentido como en Doce Monos (1995).
La tercera parte quiere rastrear las huellas de una autenticidad sutil e implícita que apunta a los anhelos más profundos del ser en la dirección del deseo de infinito. La pista se sigue reconociendo aquellas películas que plantean la relación con el otro como alteridad abierta y misteriosa. Aquí habrá que rescatar títulos como This is England, Lars y una chica de verdad, Sophie Schöll: los últimos días, El noveno día o Disparando a perros. Especialmente sugerente es el análisis de las películas multiprotagonista y sus posibilidades expresivas de esta autenticidad balbuceante como son Magnolia, Vidas cruzadas, Babel o Crash.
El libro concluye con un epílogo entre metafísico y teológico que plantea en qué medida el tú humano apunta al Tú divino cuando profundiza en la incapacidad para superar los propios límites. Con una reivindicación de la alteridad fuerte que descubriendo al otro se abre al misterio trascendente termina recordando a La pasión de Cristo como referente de una redención que saca del narcisismo y abre al misterio de lo definitivo.