El premio a la mejor película cosechado por Avatar es un premio a la industria cinematográfica que busca cómo sobrevivir, versus ganar dinero, en un mundo audiovisual enormemente competitivo. Las 3D, los mundos fantásticos y el desembarco publicitario son las apuestas de una historia elemental con un mensaje ambiguo que dirige James Cameron. Fue él quien recibió un discutible Globo de Oro al mejor director, aunque el premio importante ya lo ha recibido, pues su película se ha convertido, por ahora, en la segunda más taquillera de EEUU sólo después de Titanic, casualmente también obra suya. Vamos un chico de oro. Pensamos que en este caso Up in the air de Jason Reitman y Sheldon Turner hubiera sido, sin duda, una opción cinematográficamente mucho más valiosa, aunque finalmente se haya llevado únicamente un merecido premio al mejor guión.

En estas mismas opciones comerciales se sitúa Up, aunque con un guión mucho más inteligente para el acercamiento a todo tipo de público. Lo que también queda claro es que los avances tecnológicos se ponen al servicio del negocio y dan buenos resultados. Aunque en este caso con una interesante historia y un humanismo sugerente. También recibió Michael Giacchino un merecido premio a la mejor banda sonora por su trabajo en esta película.

Resaltamos especialmente los premios femeninos que han ido a recaer en tres películas interesantes. La gran Meryl Streep recibe el premio de mejor actriz de comedia por su actuación en Julie & Julia, una película maltratada por la crítica por su simplicidad pero que cuenta una historia entrañable con unas interpretaciones sobresalientes. También a destacar el premio a una transfigurada Sandra Bullock en The blind side, un drama imprescindible desde el punto de los valores espirituales. Basada en un hecho real, donde un joven adolescente de familia desestructurada y de raza negra con casi dos metros de altura y fuerte como un toro, acaba siendo acogido por una familia formada por un matrimonio con dos hijos. Esperamos poder verla estrenarse en las pantallas de nuestro país. Por último el interesante premio de mejor actriz de reparto a la presentadora de televisión Mo'nique por su papel de la monstruosa Mary en Precious de Lee Daniels, representando a la madre de una niña que sufre abusos físicos.

Justo premio a la mejor película en lengua extranjera para La cinta blanca de Michael Haneke. Una obra imprescindible sobre la formación de la violencia en el corazón humano y un aviso sobre el origen perverso de los fundamentalismos. Una apuesta formal arriesgada en la línea que nos tiene acostumbrados Haneke.

Poco que comentar de los premios masculinos donde lo más destacable es el recibido por Christoph Waltz en Malditos bastardos de Quentin Tarantino a pesar de Matt Damon en la mucho más interesante Invictus del maestro Clint Eastwood. Lo demás puede quedar sin comentarios.

Resumiendo, premios de apoyo a la industria en un momento de crisis económica y turbulencias para la captación de públicos. La apuesta parece decantarse más por la forma que por el fondo, la innovación tecnológica que por las historias sugerentes, el bombazo comercial que por el cine para pensar. Aunque hay algunas interesantes excepciones.